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Metro de Madrid contrata a la mujer de un alto directivo para sustituirlo

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Raquel Ejerique

Ramiro Salamanca es director general de Trabajo en el Gobierno de Cristina Cifuentes desde el 14 de octubre. Ese día cambió su trabajo de funcionario para incorporarse a un cargo político. Salamanca ha sido hasta ahora jefe de la Asesoría de Metro de Madrid. Este abogado está familiarizado con gobiernos del PP, con los que ha estado trabajando como empleado público desde 2004. Ha representado en procesos judiciales a la Comunidad de Madrid y ha sido coodinador jurídico con el gobierno de Esperanza Aguirre, donde se encargó de los asuntos de la Vicepresidencia y la Portavocía del Gobierno autonómico.

El año que Ignacio González sustituyó a Aguirre, en 2012, Ramiro Salamanca pidió una excedencia y se marchó a Metro como jefe de la Asesoría Jurídica.

Ahí ha estado hasta octubre, cuando Cifuentes le llamó para sustituir a Américo Puente Berenguer, implicado en la trama 'Púnica'. Y el sustituto de Ramiro Salamanca es su propia esposa. Beatriz Álvarez Herranz sale en el organigrama del suburbano de Madrid como responsable de la Asesoría Jurídica. Ella es también letrada y viene de la Consejería de Presidencia, donde ocupaba un puesto de letrada-jefa. Todavía la Comunidad de Madrid la presenta así en su web, pese a que ya ha empezado a desempeñar sus funciones en el metro madrileño.

Ramiro Salamanca ha mejorado su retribución. Como alto cargo de Metro de Madrid cobraba 89.175 euros al año, como él mismo declaró al tomar possesión como director general de Trabajo, un puesto en el que ha pasado a cobrar 93.855 euros al año. Beatriz Álvarez cobra como salario base 55.000 euros, según Metro. ¿Cómo es posible que haya semejante diferencia entre lo que cobraba su antecesor y lo que cobra ella? Los complementos pueden aumentar la cantidad, pero es difícil que lo hagan hasta 34.000 euros, la distancia que los separa. En Metro de Madrid no dan explicación, solo que esa es la cantidad que le corresponde como jefa de servicio.

“Su contratación se hizo con un proceso de selección abierto, objetivo, en el que quedaron seis participantes válidos”. Metro de Madrid publicó en el boletín oficial la convocatoria de la vacante del puesto con contrato indefinido. Los requisitos eran bastante generales: ser licenciado en Derecho, funcionario o empleado fijo en el sector público, tener experiencia de 10 años... Ni ponía plazos, ni procedimiento. Para eso había que enviar un correo a recursos humanos de Metro. Así que el proceso ha sido interno. 

Preguntados por las pruebas y requisitos, fuentes del suburbano señalan que se pasaron “pruebas psicotécnicas, contrastación de conocimientos técnicos y por último hubo una entrevista personal. La que más puntos recibió en el proceso fue Beatriz Álvarez”.

El tribunal calificador estaba formado por personas del departamento jurídico que hasta entonces dirigía el marido de la candidata elegida. También había examinadores del área de recursos humanos. ¿Es posible que nadie supiera que era la mujer del hasta entonces jefe? Fuentes de Metro dicen “ignorar” si se sabía o no que era la mujer de Ramiro Salamanca.

De periodista a coordinador de proyectos

No es el único caso sorprendente de contratación en la empresa pública. Alberto Mateos fue fichado por Metro de Madrid en 2012. En abril de 2014 ascendió a coordinador de proyectos de alto impacto dentro del gabinete de dirección, en el área de canales digitales. Su pasado poco tiene que ver con el Metro, las infraestructuras o la ingeniería. Mateos es licenciado en Periodismo y Economía y su anterior trabajo era como reportero de la cadena conservadora Intereconomía. También trabajó cinco meses como periodista en Hazte Oír, la asociación ultracatólica que tiene lazos con la sociedad secreta El Yunque. Fue fichado cuando Ignacio González Velayos era consejero delegado de la empresa. El mismo que contrató a su cuñado -hermano de su mujer- y lo ascendió de técnico a gerente de Patrimonio en 2012.

¿Qué méritos o formación tiene para el puesto? Metro especifica simplemente que “hace la coordinación de estudios, pero no es un trabajo que tenga que ver con la ingeniería”.

Otro contestado fichaje del suburbano fue el de Bruno Carlos Fernández Díaz como director de seguridad de Metro en 2013. Hermano del jefe superior de Policía de Madrid, fue despedido en septiembre pasado con la llegada de Juan Bravo como consejero delegado de la empresa. Fernández Díaz fue conocido por hacer circular un documento interno pidiendo que se vigilara especialmente a “gays, mendigos y músicos”. Ahora lo ha fichado la multinacional Telefónica como responsable de seguridad.

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