El presidente israelí ve casi imposible negociar la paz con los palestinos

El presidente de Israel, Reuvén Rivlin, consideró hoy “casi imposible” que israelíes y palestinos puedan alcanzar en estos momentos una paz mediante negociaciones porque el movimiento islamista Hamás “mina” la autoridad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y la coyuntura regional no es favorable.

“La creencia de que en estas circunstancias Israel puede conseguir la paz con los palestinos a través de negociaciones con el jefe de la ANP (Mahmud Abás), mientras Hamás mina constantemente (su autoridad), parece casi imposible”, dijo el presidente israelí durante un acto público.

Rivlin participó en la XIII Conferencia de Jerusalén del grupo mediático “Besheva”, propietario entre otras plataformas de difusión de una revista con ese nombre y del Canal 7 de radio, que ambos representan los intereses del movimiento colonizador judío.

En una interpretación personal de la ideología del líder revisionista judío Zeev Jabotinski, Rivlin sostuvo que no parece que en los próximos años se vaya a cumplir su previsión de que los árabes lleguen a “cansarse” de rechazar a Israel, lo que permitiría sentar las bases para una paz.

“La ira en el mundo árabe, la marea del Estado Islámico por toda la región -incluso dentro de las fronteras de Israel-, junto con la eliminación de las sanciones contra Irán, que amenaza con atacar a Israel, destruyen las posibilidades de ampliar el círculo de paz”, consideró el presidente.

Ante cientos de participantes, Rvlin afirmó que la situación de violencia actual en la zona forma parte de la histórica lucha del Estado israelí: “El retorno de nuestros antepasados y la creación de Israel no son aceptados por nuestros enemigos”, constató.

Una treintena de personas -28 israelíes, dos extranjeros y un palestino- han muerto desde el 1 de octubre pasado en una oleada de ataques palestinos con cuchillos, atropellamientos y armas de fuego.

En el mismo período han muerto 170 palestinos, la mayoría autores o presuntos autores de esos ataques (consumados o frustrados) y el resto en manifestaciones de protesta contra la ocupación israelí en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este.