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The Guardian en español

Los talibanes piden a EEUU iniciar las conversaciones de paz en Afganistán

Imagen de archivo en la que aparecen tres soldados talibanes

Memphis Barker

Islamabad —

En un momento en el que el derramamiento de sangre en Afganistán está en aumento, se ha producido una inesperada proposición. Los talibanes han publicado una carta abierta expresando el deseo de mantener conversaciones de paz y pidiendo al “pueblo americano” y a los “congresistas amantes de la paz” que presionen a la Administración de Donald Trump para que acceda a las negociaciones.

La carta, publicada por el portavoz talibán Zabiullah Mujahid llega en medio del deterioro de las condiciones de las fuerzas de coalición estadounidenses y afganas en el terreno de batalla, y un mes después de los dos peores ataques talibanes en Kabul, que se saldaron con 150 civiles muertos.

Durante mucho tiempo, Washington se ha negado a hablar directamente con la insurgencia afgana. Casi del mismo modo, los talibanes rechazan entablar conversaciones con el Gobierno afgano sin que primero se discuta cómo sería la retirada de las tropas extranjeras con Washington.

“Si se sigue con la política de utilizar la fuerza otros cien años más”, dice la carta, “el resultado será el mismo... como se ha podido observar durante los últimos seis meses desde que se puso en marcha la nueva estrategia de Trump”.

La carta de 2.800 palabras da la razón a las estadísticas que manejan tanto la ONU como EEUU. En un intento de persuadir al pueblo norteamericano de que la guerra es imposible de ganar, cita a los “3.546 soldados estadounidenses y extranjeros” muertos, un “aumento del 87%” de la producción de heroína en 2017, y la valoración del Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán (Sigar, por sus siglas en inglés), el vigilante estadounidense, de un aumento del control talibán sobre el terreno.

En lo que parece ser un guiño al creciente apoyo de los talibanes por parte de Rusia e Irán, la declaración se refiere a la “comunidad internacional” que ahora “apoya nuestra resistencia justificada”. Destaca además que “las decenas de miles de millones de dólares” gastados en Afganistán “se obtienen de la recaudación de tus impuestos”, pero luego se destinan “a ladrones y asesinos”.

Tales argumentos llegan a oídos de Washington. El lunes, los talibanes invitaron al senador republicano Rand Paul para hablar con él en sus oficinas de Qatar, después de que Paul asegurase que los 45.000 millones de dólares que EEUU tenía previsto gastar en Afganistán durante el año 2018 es dinero “tirado a la basura”.

Esta invitación tiene más posibilidades de influir en la política estadounidense que la “generalizada” carta abierta, según Thomas Rutting del think tank Afghan Analyst Network.

Las autoridades estadounidenses no han querido hacer comentarios sobre la carta a the Guardian.

Refiriéndose a las declaraciones de Trump a raíz del atentado talibán perpetrado con una ambulancia el 27 de enero en las que dijo que “no quería hablar con los talibanes”, una autoridad estadounidense dijo que ese tipo de ataques probaban que los talibanes no estaban preparados para negociar de buena fe.

Sin embargo, hay señales de conflicto dentro de la Administración estadounidense. Después de los comentarios de Trump, su subsecretario de Estado dijo que una negociación “liderada por los afganos” con los talibanes seguía siendo la política de EEUU, y los analistas sugieren que algunos elementos del Ejército pueden estar suavizando su postura de no querer involucrarse directamente con los talibanes.

Incluso si es ignorado por los políticos, la petición pública muestra una evolución de la propaganda talibán, asegura una fuente occidental que no puede hacer declaraciones públicas. “Odio decirlo, pero han empezado a golpear donde duele simplemente diciendo la verdad”, concluye.

Traducido por Cristina Armunia Berges

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