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Sobre este blog

Amnistía Internacional es un movimiento global de más de 7 millones de socios, socias, activistas y simpatizantes que se toman la lucha contra las injusticias como algo personal. Combatimos los abusos contra los derechos humanos de víctimas con nombre y apellido a través de la investigación y el activismo.

Estamos presentes en casi todos los países del mundo, y somos independientes de todo Gobierno, ideología política, interés económico o credo religioso.

Un cartel de STOP en la Casa Blanca días después de que partidarios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, irrumpieran en el Capitolio de Estados Unidos en Washington

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“Un ataque contra la democracia” han titulado algunos medios de comunicación. Algo que nos transporta a otro momento en que se usó mucho esta frase: al 11 de septiembre de 2001. Por supuesto, las imágenes de los dos aviones chocando contra las torres gemelas de Nueva York y el Pentágono fueron mucho más duras y tuvieron terribles consecuencias, pero un asalto al centro mismo de la democracia en un momento crucial como es el cambio de legislatura y auspiciado por un presidente elegido democráticamente nos ha puesto también en alerta.

El mundo no sería el mismo de haber sido diferente la respuesta del gobierno de EEUU a aquel horrendo atentado terrorista, pero la opción política que tomaron fue la de saltarse las normas del estado del derecho y dotarse de unas leyes/medidas/políticas que les permitieran hacer lo que les diera la gana con el fin de ganar la “guerra contra el terror” porque el fin debía justificar todos los medios.

Y así nació la base de detención de Guantánamo tal y como la conocemos. Un sitio donde meter a cientos de personas “sospechosas”, en la acepción amplia a más no poder del término, de estar relacionados con actos terroristas contra Estados Unidos. Como esta base naval no está en territorio estadounidense sino en Cuba y los que están allí son extranjeros, pues decidieron que allí no aplicaba la ley ni la Convención de Ginebra ni las leyes estadounidenses. Y que, por lo tanto, tampoco existían allí las restricciones a los métodos que se pueden emplear para extraer información de los detenidos. (En este informe que publicamos hoy encontrarás información de las medidas, resoluciones judiciales e hitos principales relacionados con Guantánamo)

Cuando uno empieza a saltarse las normas, las cosas empiezan a salir mal y es difícil enderezarlas. Así, Joe Biden será el cuarto presidente que tendrá que lidiar con Guantánamo, que, como dato anecdótico, cuesta 380 millones de dólares al año, 9,5 millones por año por prisionero. Su antiguo jefe, el presidente Obama, intentó cerrar este agujero negro, pero no lo “consiguió” (nótense las comillas). Lo que sí hizo, y activamente, fue evitar que el personal responsable de cometer los numerosos abusos a los derechos humanos rindiera cuentas por la tortura, los malos tratos, las desapariciones forzadas, las cárceles secretas y toda una serie de atrocidades que se cometieron, admitiendo, eso sí, que habían torturado a alguna gente.

Cuarenta hombres, todos musulmanes, siguen en Guantánamo, la mayoría sin cargos, sin juicio a la vista y víctimas de tortura. Algunos han perdido sus capacidades mentales y ni siquiera pueden participar en su defensa. Otros, cinco de ellos, han recibido permiso para salir, pero no pueden retornar a sus países de origen y no encuentran país que los quiera acoger. Unos no han conseguido, años después de estar libres, dar a sus vidas cierta normalidad. Alguno incluso ha salido de su experiencia habiendo escrito un libro y con una película de Hollywood (con Jodie Foster, Benedict Cumberbatch y Shailene Woodley: ver trailer) bajo el brazo.

Queremos poner todo el peso político en Biden para que ya, casi dos décadas después, de una vez por todas, y ahora que cuenta con una mayoría de su partido en ambas cámaras del Parlamento, dé una salida judicial inscrita en la legalidad internacional o ponga en libertad a las personas en Guantánamo.

La reacción al reciente “atentado contra la democracia” parece que va a ser más positiva. De momento, algunos republicanos que tenían previsto oponerse a los resultados oficiales de las elecciones cambiaron de idea y decidieron ratificarlos. ¿Quizá EEUU haya aprendido de sus errores de que torcer la ley no funciona? Necesitamos un poco de optimismo para 2021, y alguna buena noticia.

*Tú también puedes exigir el cierre de Guantánamo aquí: https://www.es.amnesty.org/actua/acciones/cerrar-guantanamo-ene21/

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