Los agricultores andaluces cobran menos ayudas europeas que los de cuatro comunidades
El debate sobre el reparto de las ayudas de la Unión Europea al sector agrario está abierto en España. Las comunidades autónomas se preparan para la conferencia sectorial que establecerá cómo se van a repartir internamente esas subvenciones. Sobre la mesa hay muchos datos, el más reciente lo ha puesto el Partido Socialista. Remite a los derechos consolidados de 2012, que aparecen en el informe sobre la aplicación del pago único en esa campaña. Según un documento del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) publicado el pasado mes de abril, un agricultor español cobró una media de 5.328 euros anuales. Los agricultores andaluces percibieron algo más, 5.564,49 euros.
Andalucía ocupa el quinto puesto en percepción de ayudas por productor, pese a ser el origen de más de la cuarta parte de la producción agraria nacional. Por delante de los andaluces están, a mucha distancia, los agricultores castellano-leoneses que reciben una media de 9.268 euros de media y los aragoneses, con 8.729,77 euros. También se sitúan por delante los extremeños (6.491,89) o los navarros (6.174,10).
Para el PSOE este dato es determinante. La convergencia que propugna la Unión Europea, y que ahora mismo se ha limitado al 60% de la subvención, impone una ayuda por hectárea, alejada de las características del cultivo. Para que el impacto sea mínimo en la economía de los agricultores, las organizaciones agrarias piden que ese reparto se ajuste a lo que denominan comarca agraria y que se establezcan criterios agronómicos.
El Partido Socialista dice que ese criterio económico tiene que vincularse a la repercusión que la ayuda tiene en la renta del agricultor porque alrededor del 30% de sus ingresos dependen de las ayudas europeas. “El objetivo de las ayudas es que complementen su renta y puedan vivir dignamente en el medio rural”, aclara José Pliego, coordinador del grupo del Aceite del PSOE jiennense.
Por eso considera vital que los cálculos se realicen de otra forma. En el modelo actual, la subvención está relacionada con la producción. Eso significa que las hectáreas más productivas reciben más fondos. De ese modo, una hectárea de olivar de Jaén (el 96% de los agricultores jiennenses se dedican a este cultivo) recibe 630 euros de ayuda frente a los 340 de la media de cualquier hectárea cultivada en Andalucía y los 229 de España.
Las explotaciones andaluzas son más productivas y la tierra está más repartida. De hecho, la parcela media de olivar en Andalucía no alcanza a las cinco hectáreas –de hecho, el 40% de los perceptores de ayudas no alcanza los 1.250 euros de subvenciones anuales -, mientras que el promedio de explotación de cereal supera las 10 hectáreas. Por eso, pese a tener una menor producción, los agricultores de Castilla-León, Aragón, Extremadura y Navarra superan con creces la media anual de fondos europeos.
Pliego insiste en la necesidad de desterrar, en la negociación que ahora tienen que cerrar el ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas, “el cliché” de la alta concentración de ayudas en Andalucía, porque “cuando un cultivo es muy productivo, el agricultor tiene explotaciones más pequeñas”, aclara, lo que implica una mayor distribución de los recursos. Un aspecto significativo es que, por hectárea, la media de ayudas en Jaén se sitúa en 630 euros, casi el doble que en Andalucía, sin embargo, en el reparto por productor son 3.839 euros por agricultor y año lo que llega a la provincia.
Durante 2012, en Andalucía, 277.734 productores se beneficiaron de las ayudas de la Unión Europea. Recibieron 1.545 millones de euros en concepto de pago único. A España llegaron 4.895 millones de euros para repartir entre 918.757 agricultores. Es decir, que a Andalucía llega poco menos de un tercio de los fondos y se reparten entre algo más de un tercio de los productores españoles.
Por eso, el PSOE considera un argumento indispensable en la definición de las comarcas agrarias (el mapa del reparto de subvenciones que deben negociar el ministerio y las comunidades) que se tenga en cuenta lo que en términos económicos representa la agricultura, y el olivar en particular, en la comunidad autónoma. De lo contrario, el recorte de la renta condicionará el futuro de la actividad productiva.
