El Ayuntamiento de Almería utiliza un monumento a las víctimas del nazismo para sujetar la carpa de una fiesta fallera
La celebración de las primeras Fallas en la historia de Almería se ha saldado con polémica. La Asociación por la Recuperación de la Memoria Democrática de Almería (ARMDA) denuncia que el Ayuntamiento de la capital, gobernado por el Partido Popular, ha permitido la instalación de vallas y carpas junto a un monumento, ubicado en la explanada de las Almadrabillas, dedicado a las víctimas almerienses que fueron asesinadas por el nazismo en Mauthausen y otros campos de concentración. Ayuntamiento y Junta de Andalucía dicen que el espacio de memoria no se ha visto afectado por las fiestas.
El monumento, que fue levantado en 1999 por la escultora almeriense Mariángeles Lázaro Guil, fue declarado hace doce años como Lugar de Memoria de Andalucía por ser un homenaje a las 142 víctimas de Almería que fueron exterminadas por el nazismo del Tercer Reich del dictador Adolf Hitler. Sin embargo, estos últimos días ha servido como espacio para celebración y para delimitar la ubicación de unas fallas impulsadas por Fallers Pel Món, una asociación cultural que lleva las Fallas de Valencia -incluyendo la mascletá- de ruta por diferentes puntos de la geografía y que en Almería ha celebrado la XI edición.
En concreto, las 142 columnas que simbolizan a cada una de las víctimas del nazismo y el Cable Inglés que está ubicado junto al monumento en la explanada de las Almadrabillas, y que es Bien de Interés Cultural (BIC), han sido utilizados para apoyar una carpa en ellas y poner vallas y cintas para delimitar el espacio. Una carpa, que según señalan fuentes de ARMDA, ha sido utilizada para fiestas privadas y para eventos multitudinarios como una paella gigante. Lo habitual, en otras ocasiones, es que se realicen actividades en las proximidades, pero siempre dejando un espacio de varios metros para respetar precisamente este entorno de memoria, indican también desde la asociación.
“Las mencionadas carpas han sido instaladas pegadas al monumento y han utilizado las columnas que representan a las víctimas almerienses en los campos de concentración nazi como elemento de sujeción”, denuncian desde ARMDA. Motivo por el que han pedido a la alcaldesa, María del Mar Vázquez, y al concejal de Promoción de la Ciudad, Joaquín Pérez, que revoque el permiso municipal que permite este tipo de instalaciones en un lugar tan sensible para el recuerdo.
Por otro lado, el PSOE ha pedido por escrito todos los permisos que se hayan otorgado a Fallers Pel Món ante la sospecha de que ni siquiera se hayan cursado.
Una “falta de respeto”
Para la Asociación por la Recuperación de la Memoria Democrática de Almería (ARMDA) lo ocurrido es una “falta de respeto”, que tampoco es nueva. Afirman que es objeto de actos vandálicos a menudo ya que el entorno del monumento también se utiliza como espacio para botellones. Por ello, exigen al Ayuntamiento de Almería “que se preocupe por mantenerlo y ponerlo en valor, tal y como exige la Ley de Memoria Histórica de Andalucía y la normativa de Lugares de Memoria de Andalucía”.
Al respecto, fuentes de la asociación creen que el Consistorio debe velar por el cuidado del monumento a las víctimas almerienses del nazismo, pero que la Junta de Andalucía, como garante del listado que recoge estos enclaves en la comunidad autónoma ha de extremar el celo para que se mantengan en buen estado. No obstante, desde el Consistorio niegan la mayor. Sostienen que las fiestas “ni se han celebrado en el monumento ni está abandonado”.
“Se ha celebrado en las inmediaciones, igual que se celebran otros muchos eventos. Y el monumento no se ha visto para nada afectado”. Es más, desde el Ayuntamiento de Almería reconocen que puntualmente ocurren actos vandálicos en él porque “está abierto a todos los ciudadanos y no todos tienen el mismo respeto, igual que sucede en otros lugares”. Pero cuando esto ocurre, se limpia y se restaura “de inmediato”.
Por su parte, la Junta de Andalucía se pronuncia en una línea similar: “Las fallas las ha organizado el Ayuntamiento de Almería en una explanada muy grande, que se llama Almadrabillas. Ahí se organizan muchos eventos públicos. El suelo es del Consistorio y ellos deciden que se hace allí o no. El monumento de Mauthausen es un monumento que esta cerca de esta zona, pero no por ello dejan de organizar actividades en una explanada inmensa, como por ejemplo el entierro de la Sardina. Por supuesto se ha respetado el área donde está el monumento y no ha sufrido ningún tipo de daño”. Y sentencian que el entorno no está abandonado.
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