Abuelita, abuelita, ¿por qué tienes los ojos tan grandes?

No es que la abuelita tenga los ojos grandes. Los tuvo, en su juventud.

Pero ahora lo que los tiene es abiertos de par en par porque no da crédito a la noticia de que las pensiones subirán (¿subirán?) un 0,25%. En un país en el que se destinan más 41.300 millones de euros para rescatar a los bancos y premiarlos por su mala gestión y más de 13 millones de euros mensuales a una congregación religiosa, en el que los desmadres económicos y fraudulentos de una infanta se perdonan porque la chiquilla no era consciente, o con un partido en el gobierno en el que, según un juez, ha existido “una cierta corriente financiera de cobros y pagos continua en el tiempo, al margen de la contabilidad remitida por el partido al Tribunal de Cuentas”, a la abuelita le recortan la pensión.

Sí, han leído bien, las pensiones van a bajar en 2014, digan lo que digan los iluminados que nos presentan las previsiones para el próximo año. Porque, yo no sé mucho de cuentas, pero si el FMI predice una inflación del 1,5% para el próximo año, y las pensiones solo suben el citado 0,25%, estamos hablando de que a la abuelita le suben los precios un 600% más de lo que le suben la pensión. Y, llámenme quisquillosa, pero yo ahí veo un recorte de pensiones más que una subida. Lo mismo que, en otro orden de cosas, no veo ese descenso del paro que nos vendieron ayer martes, en el que el número de afiliados a la Seguridad Social descendió en 66.829 durante el mes de noviembre. Lo que yo intuyo sobre el descenso del número de parados es la desmoralización general de los ciudadanos que no se inscriben en las oficinas de empleo, ¿pa qué?

Pero volviendo al tema de las pensiones, no me queda otra que escribir aquello de “os lo dije”. Sí, era fácil; no es que yo sea muy lista, era evidente a partir de aquella fórmula que nos presentaban para calcular las pensiones en la que estas dejaban de estar ligadas al IPC.

La subida de las pensiones, según el Gobierno, dependería de las previsiones del mismo sobre los ingresos y gastos futuros, de los cálculos actuariales sobre la evolución del número de pensionistas y sobre el efecto de la sustitución de pensiones (los pensionistas que se mueren suelen tener pensiones más bajas que los nuevos jubilados) y del coeficiente que ellos (el Gobierno) eligieran para ir corrigiendo los desequilibrios presupuestarios, ese alfa(α) que aparece en la formulita y que fijan arbitrariamente. Pero no se decía nada de inflación, ni de IPC, ¿pa qué?

Y como son tan listos, aplicarán la misma subida del 0,25% a todas las pensiones, sean como sean. Vamos, que los rumbosos van a subir las pensiones más bajas 50 céntimos, ¡que no falte de ná!

A este Gobierno no le importa ni nuestro futuro (a la vista de sus recortes en Educación y Ciencia), ni nuestro presente (puesto que están desmantelando la Sanidad Pública), ni mucho menos nuestro pasado y estos mayores que han trabajado por nosotros y por nuestro amado país de pandereta. Eso sí, se emplean a fondo en legislar para mantenernos calladitos.

Pobre abuelita... ay... y mira que a este lobo lo vimos todos hace 2 años cuando venía por el bosque con su cara de cordero.