Difteria biológica y política

Quince días después de las municipales y autonómicas en que la izquierda alternativa pareció poner picas en el Flandes de la regeneración democrática -como las de Barcelona, Madrid, Valencia, Cádiz-, los pactos de gobierno no se concretan. Y dada la experiencia de Susana Díaz que lleva dos meses atónita por no ser investida, cabe temer que cada día que pasa no acerca el acceso al poder sino lo complica.

Tanto los medios de comunicación como las redes sociales dan cuenta, justo cuando tras 28 años reaparece en el país la difteria, de que el lenguaje, como las membranas, se inflama.

Así, miembros de la lista de Participa Sevilla -distintos a los 3 concejales electos- marcan postura, en Facebook, ante las negociaciones con mensajes como “¿PSOE y PP eran la misma qué?” y Juan Manuel Sánchez Gordillo “como portavoz nacional de la CUT” -que abandonó IU para integrarse en Podemos- difunde un comunicado contra “la investidura del régimen”, en alusión a la de Díaz. El argumento de partida: “Que la izquierda real no debe pactar ni por activa ni por pasiva con el capitalismo y que tanto el PSOE como el PP defienden la dictadura de los mercados, de los bancos y las multinacionales”.

Mientras Alberto Garzón afronta resistencias de su IU a la convergencia, Íñigo Errejón (Podemos) se pronunció (04’25’’) en La Sexta Noche a preguntas de Ignacio Escolar sobre una posible lista a las Generales con una lista encabezada por Ada Colau, Pablo Iglesias, Mónica Oltra, Alberto Garzón... cerrando la puerta a IU al decir: “Si por confluencia alguien entiende hacer una suma de pequeños partidos para salvar a aquellos que se están viendo desfavorecidos por el favor de los ciudadanos, esa no es la solución. Porque estoy seguro de mucha gente que en estas elecciones ha votado al PP o PSOE (...) puede estárselo pensando para la siguiente. Y ésa es la mayoría a la que hay que dirigirse, no a la mayoría ya convencida”.

Cuando hace veinte años, venía un director inglés, Ken Loach, a descubrirnos a los universitarios con su Tierra y Libertad la brutal -rayana en criminal- división de las izquierdas españolas, comunista y anarquista, clave para el triunfo del franquismo en nuestra Guerra Civil, a los ingenuos e ignorantes hijos de la Transición nos costaba dar crédito. Los actuales acontecimientos, tan educativos, ayudan a creerlo.

¡Contra el bipartidismo capitalista se vive mejor, se tiene gasolina para artículos, mítines, intervenciones en tertulias televisivas con mordiente, incendiarios! ¿Qué sería de nosotros los siempre marginales y minoritarios de tener que asumir la responsabilidad de gobernar y empezar a manchar nuestra pureza edénica con decisiones, limitaciones como las que está teniendo que lidiar Syriza en Grecia?

¿De verdad se considera dejar escapar la oportunidad de transformar la realidad en Barcelona, Madrid, Valencia, Cádiz? ¿En serio listas como las de Participa Sevilla, ¡que han logrado 3 concejales! pretenden determinar o desprestigiar pactos para gobernar de Barcelona en comú (ganador con 11 concejales), Ahora Madrid (segundo con 20, a 1 del PP) o Compromís (segundo con 9, a 1 del PP)... O Por Cádiz sí se puede (segundo, a 2 del PP)?

Claro que habrá pactos que gusten más y menos, con IU, PSOE, Compromís, ERC, Anova, Equo..., o que la experiencia de la última legislatura andaluza demuestra que los socialistas tienen maña en el abrazo del oso. Claro. Pero es evidente también -no lo pasará por alto el Podemos sevillano- que no se negocia igual con un PSOE, pongamos, desde un 3 a 11 concejales, como es el caso, que desde un 11 a 4 como en Barcelona o un 20 a 9 como en Madrid... o incluso un 8 a 5 en Cádiz.

Por supuesto que con 3 concejales en Sevilla va a costar determinar la política del socialista Espadas. Haber formado candidatura unitaria como en las dos mayores ciudades del país tras un liderazgo incontestable. No será que el resultado aquí no se veía venir.

El filósofo Emilio Lledó afirmó el jueves 4 en El Intermedio: “Pacto no se trata sólo de que uno pierda o gane (...) sino que hay que tener un horizonte, y el horizonte es el país, el bien, la igualdad...”

En Badalona los cuatro partidos de izquierdas han pactado para evitar que repita de alcalde el xenófobo del PP Xavier García Albiol, juzgado por repartir panfletos racistas en la campaña de 2011 y que en 2015 se presentó con el lema “Limpiando Badalona”. ¿Acaso no es buena noticia impedir que gobierne esta opción racista?

En el fondo puede que los izquierdistas divinos nos la cojamos con papel de fumar porque somos burgueses -lucidamente retratados en El capital humano de Paolo Virzi, ahora en cartel- que podemos permitirnos cuatro años más de “cuanto peor, mejor”. Mientras esos desfavorecidos a quienes nuestra ideología dice defender capean ¿a ver cómo? otros cuatro años de paro y escasez de bienes y servicios básicos, como alimentos, educación, medicinas, en los barrios de extrarradio que nosotros ni pisamos. “No pasa nada, no urge vacunar al sistema”.

Algo similar debieron pensar, con la mejor intención, los padres del chiquillo gerundense de 6 años al que no vacunaron y que se ha convertido en el primer enfermo de difteria en España desde 1987. Con todo el respeto a su dolor presente, se equivocaron. Y han sido irresponsables poniendo en riesgo la vida de su niño y la de los nuestros.

De forma análoga, las izquierdas alternativas emergentes -tanto cargos orgánicos como militantes y simpatizantes- estaremos errando si eludimos actuar, influir, cambiar ya la injusta realidad, poniendo en peligro, quizá de forma irreparable, la vida de millones de conciudadanos -¡que tenemos más de 4 millones de vecinos, familiares, amigos en paro! ¡Que el 45% de los apuntados a listas del desempleo ya no cobran prestación!- y, por más seguros que nos creamos, también nuestra existencia y la de nuestros hijos.