Ocho maratones en cuatro días para promover la donación de órganos
Para Eduardo Rangel no hay imposibles. Este sanluqueño está consiguiendo a través del deporte lo que no han sido capaces de lograr las instituciones a base de esfuerzo y de llegar a la gente con una historia terrible y bonita a la vez. Desde que su madre falleciera por no poder contar con un retransplante ha dedicado su vida a luchar para conseguir el mayor número de donantes y está alcanzando unas cifras desconocidas hasta el momento.
El año pasado se marcó el objetivo de ir corriendo desde Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) hasta Córdoba como homenaje a su madre y consiguió triplicar el número de donantes de Andalucía. El reto que se ha impuesto para 2014 es llevar su mensaje por toda Andalucía y lo hará los días 1, 2, 3 y 4 de mayo con dos maratones diarios, algo que desafía a la lógica deportiva pero que habla de su empeño por abrir caminos llevado por su tesón.
“El año pasado me propuse llegar a Córdoba y lo logramos, aunque fue muy duro. Todo fue tan bonito que vi que había conseguido algo muy importante. En Andalucía, anualmente, se hacen aproximadamente 1.500 tarjetas de donantes y nosotros conseguimos 4.500 en dos o tres meses. Fue una pasada y lo reconocieron la coordinadora de transplantes de la Junta, que se debe a la Consejería de Salud. Eso te sube la moral y hace que te plantees hacer una locura mayor para el año siguiente”, explica Eduardo.
Espera con nerviosismo que se dé el pistoletazo de salida a la prueba de este año. En su web, www.donandovidas.es, ofrece todos los detalles para que cualquier persona se pueda unir en las etapas que compondrá el desafío de correr un maratón en cada provincia andaluza en sólo cuatro días. Empezará en Huelva y terminará en Sanlúcar de Barrameda. Cuatro jornadas de fiesta, de deporte y de esperanza de vida.
Este deportista amateur se ha marcado la meta de llegar este año a los 10.000 donantes, pero sobre todo quiere que los ciudadanos sepan lo importante que es abrir la mente en este campo. “El objetivo es concienciar a la gente de lo importante que es hacerse donante. Lo de este año es una pasada, aunque haciéndolo con cabeza se puede hacer. No me estoy jugando la vida. En esos cuatro días quiero hacer una fiesta a favor de la donación de órganos. Yo no quiero un reconocimiento a mí, sino que se vea lo importante que es donar órganos. Sin publicidad y sin una campaña costosa he conseguido encontrar un punto de atención. Es algo solidario, es de acompañamiento y consiste en correr para decirle a la gente que puedes salvar una vida si te haces donante. Cuanta más gente haya concienciada, más opciones habrá. Es imposible que no fallezca nadie por faltarle un órgano, pero si podemos ayudar, hay que hacerlo”.
Muchos ciudadanos se preguntarán al conocer el objetivo de Eduardo Rangel que cuál es el compromiso que se adquiere al sacarse el carnet de donante, si hay marcha atrás en la decisión... El sanluqueño despeja dudas: “El compromiso es simplemente de voluntad, no se trata de algo legal. La tarjeta es algo simbólico, ya que no constará nada. Es sólo un ofrecimiento voluntario que haces, pero no pasa si después te arrepientes. También basta con decirle a tus familiares. Nos hemos marcado la cifra de llegar a los 10.000 porque sabemos que las cifras motivan a la gente. Decimos esa cantidad porque sería algo histórico, ya que supondría duplicar la cifra de donantes a nivel nacional. En España entera se hacen unos 5.000 donantes aproximadamente. A lo mejor hay más personas concienciadas, pero no se han sacado la tarjeta. El coordinador de transplantes de la Junta me dijo que se hacían 5.000 a nivel nacional y, si nosotros habíamos logrado 4.500 sin prepararlo, por qué no intentar conseguir ese número de duplicarlo y llegar a los 10.000”.
“No sabía que podía llegar tanto a la gente”
Rangel piensa a lo grande porque se está encontrando un respaldo popular con el que nunca pudo soñar. Se siente orgulloso de haber conectado con la gente como, seguramente, no lo hicieron antes las campañas de salud y rompiendo moldes en un tema que parecía tabú. “No creo que falten ni publicidad ni concienciación, sólo falta información. Nosotros hemos conseguido que se hable de esto con naturalidad, cuando antes era un tabú y a mucha gente le daba hasta miedo porque estamos hablando de la muerte. Yo le he dado la vuelta a la tortilla para hablar de vida. Aquí no estamos matando a nadie, todo lo contrario. En un estado de derecho no se mata a nadie para quitarle los órganos. Si llegado el momento alguien fallece y las circunstancias de la muerte permiten donar los órganos, por qué los vas a tirar a la basura. Hemos abierto esa caja que estaba cerrada”.
Su participación en el programa televisivo 'La báscula', de Canal Sur, le ha servido para llegar a las casas de muchos andaluces que no estaba familiarizados con el concepto de donante. Por eso Eduardo se emociona cuando le llegan testimonios desgarradores: “A raíz de salir en 'La báscula', una persona me contó que él no tenía ni idea de la donación de órganos y que se enteró por mí. Cuando falleció su hijo en un accidente de tráfico se acordó de mí y donó todos los órganos. Se me ponen los vellos de punta y ya me puedo morir tranquilo porque ése es el mensaje. No sabía que podía llegar tanto a la gente”.
Paralelamente a esta labor de concienciación está su vida como deportista. Engancha a muchas personas en esta carrera por la vida a través del deporte y tiene mérito porque Eduardo ha perdido casi 60 kilos desde que comenzó a romper con su vida sedentaria. Otro ejemplo a seguir: “Yo no podía ni andar y ahora corro una maratón y es como si no hubiera hecho nada. Tienes que saber compaginarlo con tu familia, con tu trabajo y eso es complicado. Yo llevaba una vida sedentaria, no hacía nada de deporte y me di cuenta de que te vas superando a base de sacrificio y disciplina diaria, que así se pueden conseguir los sueños y los retos”.
