PERFIL

Juan Espadas, un “equilibrista” del PSOE andaluz para pilotar el choque con la mayoría absoluta del PP en el Senado

Lo de Juan Espadas es un reto continuo. Tras ganar en junio de 2021 las primarias a Susana Díaz para liderar al PSOE andaluz, apenas un año después se encontró con la primera mayoría absoluta del PP en la comunidad autónoma de la mano de Juan Manuel Moreno. Ahora, con 57 años, el presidente Pedro Sánchez le ha nombrado portavoz socialista en el Senado, que vienen usando los populares como intento de contrapunto al Congreso merced a su mayoría absoluta en la Cámara Alta. Ese momento político particular, con el Senado tomando “mayor importancia”, reconoce el entorno de Espadas, le va a suponer al dirigente socialista un “plus”, un “acicate”, un “altavoz” para reforzar su oposición al actual presidente de la Junta.

Espadas, que fue consejero de la Junta entre 2008 y 2010, y alcalde de Sevilla entre 2015 y 2022, tendrá que volver a ejercer de equilibrista, como alguna vez se ha definido, para hacer frente al mismo tiempo a sendas mayorías absolutas, ya que compaginará su 'ascenso' a escala nacional con seguir siendo jefe de la oposición en el Parlamento autonómico, aseguran fuentes socialistas. “Ni Bruselas ni ministro ni nada de eso. Esto es una demostración de su fuerza en Andalucía y en eso estará centrado”, amén de “defender el Gobierno progresista en España”, añaden las fuentes, que aseguran que, “ a día de hoy” Espadas será el candidato del PSOE a la Junta en 2026. “A ello dedicaré todo mi esfuerzo”, ha trasladado el propio Espadas en un mensaje interno a sus compañeros de grupo en el Parlamento andaluz.

Senador por designación autonómica desde diciembre de 2021, cuando precipitó su salida de la Alcaldía de Sevilla, y secretario general del PSOE de Andalucía, Espadas sustituye a Eva Granados y asume su nueva función después de haber defendido durante año y medio el trabajo de su grupo parlamentario, donde se ha pertrechado de personas de confianza. Hombre de gestión, a nivel interno ha contado en este tiempo con el respaldo de sus ocho dirigentes provinciales, sin críticas a su liderazgo, y el de Ferraz, sede federal del partido.

Frente a “la confrontación y la demagogia”

Uno de esos dirigentes provinciales con fuerza en el partido es Francisco Reyes, presidente de la Diputación de Jaén desde 2011, quien comenta a este periódico que el nombramiento de Espadas es “una decisión acertada”. “Si lo hubieran hecho ministro, hubiera quedado descartado como candidato, pero el Senado va a ser un gran escaparate, porque el PP lo va a usar para todo, y esa proyección que le va a dar a Espadas es también proyección para los temas de Andalucía”, opina Reyes, que no cree que se trate de un ascenso envenenado motivado por la fragilidad política del partido en Andalucía, de la que se ha hablado meses atrás. No obstante, otras fuentes socialistas creen que esta responsabilidad puede alejar a Espadas de su tarea como líder andaluz.

Espadas es de siempre conocido por un talante moderado, “corredor de fondo”, de gestión, y con capacidad para pactar a derecha e izquierda, de lo que hizo gala como alcalde de Sevilla. De hecho, gobernó en minoría casi sin despeinarse, hasta el punto de que en su primer mandato llegó a consensuar un presupuesto con el PP. Las últimas cuentas municipales las sacó adelante pactando con Ciudadanos y Adelante Sevilla en todo un ejercicio de funambulismo.

De perfil institucional y serio, su proyección orgánica se reduce a este último año y medio tras ganar a Susana Díaz, otrora rival de Pedro Sánchez. Se afilió el PSOE en 1997 tras mucho insistirle el entonces alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano. Su baza ha sido siempre, según los que le conocen, su capacidad de diálogo y su obsesión por el consenso. Un consenso que no parece encontrar en 'el Gobierno del señor Moreno Bonilla', como suele referirse el líder del PSOE-A. De hecho, este mismo lunes ha compartido con sus compañeros de grupo parlamentario que el presidente de la Junta ha sustituido la lealtad institucional que pregona Espadas por “la confrontación y la demagogia contra el Gobierno de España”.