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El metro de Sevilla cumple diez años: de una obra con sobrecoste a récord de viajeros

El metro de Sevilla cumple diez años

Charo Solís

El 2 de abril de 2009 Sevilla estrenaba su metro. Era la primera capital andaluza que contaba con este medio de transporte, la sexta ciudad del país, y veía la luz una infraestructura que acumulaba décadas de retraso desde aquel anteproyecto inicial de 1969. Ahora, diez años después de su inauguración, casi 146 millones de usuarios han hecho un trayecto desde Ciudad Expo a Olivar de Quintos, en la que sigue siendo una única línea de 18 kilómetros de Sevilla.

De aquel día, el entonces director de este proyecto de Metro de Sevilla, y hoy director de Planificación y Explotación de la Agencia de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, Rafael Candau, rememora todos los preparativos técnicos y administrativos y el esfuerzo adicional en los días previos, pero sobre todo, “la satisfacción al comprobar la acogida de ese día y la positiva valoración de la ciudadanía tras cinco años de obras. Los problemas y retrasos empezaban a pasar a un segundo plano, al comprobar los ciudadanos el resultado final de una obra tan compleja”.

Aquella fecha también es recordada por los sevillanos que atestaron los andenes convencidos de que el primer día sería gratuito, por las charangas y pasacalles que animaron la fiesta, por los uniformes diseñados por Victorio y Lucchino que llevaba el personal del Metro, y por el gran acto celebrado en el teatro Lope de Vega. Más de 400 políticos y agentes económicos y sociales de la ciudad se reunieron para ver cómo tres administraciones, el Gobierno central, el Ayuntamiento de Sevilla y la Junta, todas gobernadas entonces por el PSOE, activaban por una conexión vía satélite un transporte que, como dijo el presidente andaluz Manuel Chaves, “nos hace más libres”.

Diez años después, Candau hace balance de una de las obras más costosas de la ciudad en tiempo y dinero (fueron 658 millones de euros, un 42,7% por ciento más del presupuesto inicial). De lo que más orgulloso se siente es “de la consolidación del servicio en términos cualitativos y cuantitativo, del cumplimento de las previsiones de demanda, que incluso hemos superado en los últimos años y, en general, de la percepción positiva de la ciudadanía en general y de los usuarios en particular”. Lo confirman las cifras de demanda que facilita la Consejería de Fomento, Obras Públicas y Ordenación del Territorio: un crecimiento medio del 4%, con la incorporación de tres millones de viajeros nuevos entre 2010 y 2018, año este último en el que batió el récord con 17 millones de personas y que supuso un incremento del 5,65% respecto al anterior ejercicio.

A la espera de más líneas

Si no hay más viajeros es porque no hay más líneas, asegura Candau. Ha pasado un decenio y el Metro de Sevilla sigue atascado en una sola. Para una ciudad que aspira a ser Capital Verde Europea, las 46.619,21 toneladas de dióxido de carbono (CO2) que se han dejado de emitir durante estos diez ejercicios no parecen suficiente. En términos de movilidad urbana sostenible, urgen más líneas que interconecten la ciudad. Candau no da plazos. “La prioridad actualmente es poner a punto y actualizar los proyectos constructivos de las líneas 2, 3 y 4. Este es el trabajo actual, en el que estamos centrados, para luego poder dar el salto de la planificación a la ejecución con la mayor solvencia técnica, económica y de plazos posibles”, justifica.

Un reciente acuerdo entre las tres administraciones implicadas parece que va a impulsar y priorizar la intervención en la primera fase de la Línea 3, entre Pino Montano y el Prado de San Sebastián, pero la asociación Sevillasemueve (“integrada por personas vinculadas al ámbito de la arquitectura, urbanismo, infraestructuras, transportes, cultura y que reivindicamos el uso del transporte público, en especial, del metro”) desconfía. Con motivo de este décimo aniversario, esta organización lamenta en un post la “terrible inacción política” ante una infraestructura exitosa, y consideran que “ese acuerdo es papel mojado hasta que no haya un presupuesto aprobado que permita poner las máquinas en la calle”.

Los pros y contras de los viajeros

Es precisamente la falta de otras líneas, junto al precio, la principal queja de los viajeros. En la boca de Metro de la Universidad Pablo de Olavide, Alberto Jiménez y Juan Pedro Segura dicen estar encantados por la rapidez y la puntualidad con la que llegan a su destino. Son dos usuarios habituales del metro, lo cogen a diario para ir a estudiar su doble grado en Derecho y Ciencias Políticas. Alberto, que se desplaza desde la vecina ciudad de Carmona, y Juan Pedro, que vive en un piso de estudiantes en la zona de Viapol, lamentan que sólo haya una línea. “A la gente que vive en Sevilla Este o a los que vivan en Bellavista, el metro no les sirve para nada”, afirma Alberto, que reconoce que son muchos compañeros los que por esta razón tienen que utilizar otros medios de transporte. Juan Pedro asiente, pero para él el problema son los precios. “No hay un bono de estudiante y la recarga mensual es de 30 euros por 45 viajes. Y si no los consumes, pues es dinero que pierdes. En cambio, Tussam sí lo tiene y por 19 euros al mes puedes coger todas las líneas y todas las veces que quieras”, se queja.

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En la parada del autobús frente a la estación de Metro, Francisco Javier Chávez, resopla mirando el reloj y confirma lo que han dicho sus compañeros. Este futuro ingeniero agrícola se desplaza hoy con Tussam porque se le ha olvidado recargar la tarjeta del tren suburbano, y lo lamenta: “un recorrido que suelo cubrir en menos de 15 minutos, en autobús es el doble, más de media hora”.

En otras estaciones, otros usuarios, como Pepa Jiménez y Eduardo García, corroboran lo que han dicho los estudiantes. “Excesivamente caro” y la inexistencia de otras líneas de este transporte son los aspectos a mejorar. Para ambos es su modo de desplazamiento habitual y dicen estar “encantados”, por eso confían en que esto se corrija y se activen las líneas pendientes “para que todos los sevillanos también puedan disfrutarlo”, concluye Pepi.

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