Hogar de los primeros hombres, escondite de brujas y refugio en la Guerra Civil: las Cuevas de las Güixas sitúan Villanúa en el mapa turístico

Entre el mito, la leyenda y el milagro geológico, las Cuevas de las Güixas (“brujas”, en aragonés) suponen un atractivo natural de primer orden para la localidad pirenaica de Villanúa, en la Jacetania. Su Ayuntamiento organiza visitas guiadas con el ánimo de revitalizar una zona que también se encuentra castigada por la despoblación y rodeada por localidades abandonadas tiempo atrás como Cenarbe, Lierde o Izuel. Estas grutas tienen su origen en el periodo Cuaternario, hace entre 25.000 y 30.000 años.

El agua que dejan las nieves del pico Collarada produce una constante acción erosiva y la formación de un río interno que las inunda en periodos de mucha precipitación. Para los curiosos se han diseñado unas visitas a estas cuevas repletas de innumerables galerías y recovecos en parte inundadas, por lo que requieren técnicas de buceo profesional para completar su recorrido. El recorrido guiado e iluminado es de 800 metros y destacan dos formaciones geológicas: la Sala de la Catedral, que alcanza los 16 metros de altura, y la Chimenea o Dolina, con la entrada de aire y luz natural.

Las Güixas se encuentran junto al Camino de Santiago y el antiguo Summo Porto romano. Los primeros restos arqueológicos que se hallaron en estas cuevas (cerámicas, un fragmento de molino de cereal...) indican que ya estaban habitadas en el Eneolítico, en el 3.000 antes de Cristo, y se mantuvieron habitadas como refugio hasta el siglo IV. Desde el siglo XV al XIX, los cuentos y la tradición oral hablan de su uso por las brujas para los aquelarres que celebraban en la Dolina o la Chimenea. También se utilizarían como refugio en las guerras carlistas y en la Guerra Civil.

Las grutas se iluminaron y abrieron al público por primera vez el 16 de septiembre de 1929 gracias al impulso del SIPA (Sociedad de Iniciativas y Progreso Aragonés), que creó un capital social para su puesta en funcionamiento. Ese mismo año, el Patronato de Turismo concedió 5.000 pesetas para la iluminación interior. La Guerra Civil provocó su primer cierre, el 21 de julio de 1936, y en septiembre se desmanteló toda la instalación eléctrica para su uso en las trincheras del frente de Biescas

Hasta 1945 se convirtieron en uno de los alojamientos en Villanúa de los denominados 'batallones de castigo' compuestos por presos del régimen y que se ocuparon de la construcción de los búnkers que aún hoy existen en todo el valle, para prevenir una posible invasión del maquis desde Francia. Ese año se reanudaron las visitas guiadas sin luz hasta que en 1984 se cerraron por segunda vez para evitar posibles accidentes.

Su nueva reapertura tendría lugar en 1996 y con fines turísticos. Más de 20.000 personas visitan las grutas cada año. El 9 de julio de 2009 se abrió un centro de interpretación llamado Subterránea, donde se sitúa la oficina de turismo de Villanúa. En la actualidad, sus únicos moradores son algunos animales 'trogloditas' que, por sus condiciones morfológicas, están especialmente adaptados a la vida en la cueva y las diferentes comunidades de murciélagos formadas por varias especies de este mamífero volador. Estos murciélagos son los que han motivado la inclusión de la cueva como Lugar de Interés Comunitario (LIC) dentro de la Red Natura 2000 europea.

Turismo Villanúa propone un recorrido guiado por profesionales de la educación ambiental con el que descubrir los secretos de este mundo subterráneo, familiarizarse con la historia geológica de la cueva y conocer las características de la fauna que habita en su interior. Las visitas comienzan siempre en el centro de interpretación y es preciso pasar por allí 15 minutos antes del comienzo de la visita. Para acceder a la cueva hay que recorrer un sendero que transcurre por el Camino de Santiago en el tramo que une Villanúa con Canfranc. Para su visita, se recomienda calzado cómodo y ropa de abrigo. Incluso en verano es recomendable llevar alguna prenda.

Subterránea cuenta en su espacio de acogida con una exposición sobre la historia de Villanúa. Una sala multiusos ofrece la posibilidad de disfrutar de un interesante audiovisual sobre las principales características geológicas y naturales del macizo del Collarada. Otros medios audiovisuales, como una pantalla táctil que permite la realización de una visita virtual, una mesa de experimentación y varios puntos de conexión a internet, forman el espacio sociocultural de la primera planta.

Con motivo del Día Internacional de las Cuevas y el Mundo Subterráneo, el pasado 6 de junio se organizó una serie de visitas guiadas. Para las próximas semanas, la reserva puede hacerse a través del correo electrónico cuevas@villanua.net o en el número de teléfono 974 378 465. Del 7 al 9 de junio se celebraron las segundas Jornadas Geológicas de las Güixas. Estas jornadas, abiertas a todos los públicos, buscaban recordar el valor que tienen los espacios naturales subterráneos y acercar a los participantes a la gruta y al centro de interpretación.