Carmina Puyod: “Transferir conocimiento científico a la ciudadanía es trabajar por una sociedad con más oportunidades”
Carmina Puyod es periodista especializada en comunicación y divulgación de la ciencia. Trabajó durante 18 años en El Periódico de Aragón, hasta que en octubre de 2008 pasa a coordinar la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Zaragoza. Desde hace 15 años intenta hacer visible la investigación y la ciencia de la Universidad a través de la comunicación de sus resultados de I+D+i, y al mismo tiempo, sensibilizar al tejido científico del campus sobre la importancia de divulgar su conocimiento con formatos más atractivos. Ahora, afirma, “existe un ecosistema en el campus muy favorable a la divulgación con propuestas muy dispares”. Su trabajo ha sido reconocido con varios premios como los Prismas A Coruña o el Tercer Milenio.
Los días 30 de noviembre y 1 de diciembre, la Universidad de Zaragoza ha acogido la reunión “Comunicar Ciencia en Red” (ComCiRed), que ha convertido a la capital aragonesa en un referente en la comunicación y divulgación científica. ¿Cómo se valora este encuentro?
Así es. ComCiRed es una jornada de trabajo anual de las Unidades de Cultura Científica (UCCs) de todo el país, promovida por FECYT, con la asistencia de nuestros homólogos, profesionales de la comunicación y divulgación científica que trabajan en universidades y centros de investigación. Además, la Universidad de Zaragoza ha tenido el honor de acoger esta XIII edición de ComCiRed, coincidiendo con el 15 aniversario de nuestra UCC, por lo que ha sido un evento muy emocionante para nosotros.
Durante dos días, este encuentro nos ofrece la oportunidad de intercambiar experiencias y buenas prácticas, y también de poner en valor el trabajo que se está realizando desde cualquier punto de España para visibilizar la ciencia y sus avances.
Para los responsables de las UCCs este encuentro anual supone un balón de oxígeno, una inyección de energía, de creatividad, y la posibilidad de tomar nota de otras iniciativas muy positivas con las que poder colaborar o que poder replicar en beneficio de la divulgación de la ciencia en la sociedad. Transferir a la ciudadanía conocimiento científico es trabajar por una sociedad más formada, con más oportunidades, con criterio y opinión.
¿Qué es una Unidad de Cultura Científica -UCC- y cuándo se pone en marcha la de la Universidad de Zaragoza?
En 2007, en el marco del Año de la Ciencia, la Fundación. Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades impulsó la Red de Unidades de Cultura Científica y de la Innovación, para poner en valor el conocimiento científico generado por las universidades y centros de investigación. Unos meses más tarde, el 1 de octubre de 2008, se puso en marcha la UCC de la Universidad de Zaragoza de la mano del Vicerrectorado de Investigación. Es una evidencia más del compromiso decidido que el campus público aragonés mantiene con la difusión y transferencia del conocimiento, la ciencia, la tecnología y la innovación de forma paralela a la docencia y la investigación. Compartir los resultados de esta producción científica es una forma de contribuir al desarrollo de una sociedad más formada y participativa en Aragón.
¿Cómo se materializa en su caso ese compromiso de transferir ese conocimiento científico?
Fundamentalmente, se realiza desde tres ámbitos: la comunicación de resultados de I+D+i, en colaboración con el Gabinete de Imagen y Comunicación, mediante notas de prensa y búsqueda de expertos; la divulgación del conocimiento para despertar interés y vocaciones científicas entre niños y jóvenes, y la formación dirigida a los investigadores, con formatos que les ayuden a conversar con diferentes colectivos, incluidos aquellos más alejados y desfavorecidos. Asimismo, aunque en menor medida, la UCC Unizar ha participado en varias investigaciones sobre los procesos de comunicación y divulgación de la ciencia junto a otras UCCs a nivel nacional.
Comunicación y divulgación son dos conceptos diferentes que a menudo se confunden. ¿Cómo ha trabajado la UCC Unizar la comunicación científica, desde dentro?
Para poder hacer ‘visible la investigación y la ciencia’ de nuestra universidad, lo que hemos hecho desde el primer momento ha sido ir de la mano de nuestros investigadores e investigadoras, sensibilizándoles sobre la importancia de comunicar sus resultados de I+D+i.
En estos años se han creado cursos de comunicación científica, foros de trabajo y de reflexión en los que se les han ofertado herramientas para mejorar su comunicación, sobre todo de cara a la atención y participación en medios, superando viejos recelos. Digamos que se ha establecido una conversación de tú a tú entre científicos y periodistas, en un clima de mayor relación y confianza. En esta evolución ha sido fundamental comprobar el impacto mediático que obtenían al explicar su trabajo como expertos.
Ese contacto de la Universidad, concretamente del tejido científico, con los medios de comunicación ¿está ayudando a acercar la ciencia y la tecnología a la ciudadanía aragonesa?
Por supuesto. En esa tarea de sensibilizar a la ciudadanía y mostrar el valor que la ciencia y la tecnología en nuestro día a día, los medios de comunicación son esenciales. El clima de confianza del que hablaba beneficia sin duda a la ciudadanía porque tiene acceso a más información procedente de fuentes expertas. Desde la UCC se ha preparado al tejido científico para que sepan comunicar, pero también se ha facilitado el trabajo del periodismo ofreciendo un contacto directo y acceso tanto a la información como a expertos, a voces autorizadas en los diferentes ámbitos científicos. En este sentido, la pandemia supuso un punto de inflexión. La ciudanía demandaba voces expertas, y el periodismo científico, de alguna manera, alcanzó su madurez.
Y en cuanto a las actividades de divulgación de la UCC. ¿A qué públicos se dirigen?
En realidad, se intenta llegar a todo tipo de públicos: infancia, adolescencia, personas mayores, familias; sin importar el nivel social o educativo. También en estos años hemos llevado la ciencia y la tecnología a públicos alejados: menores hospitalizados y sus familiares acompañantes, a jóvenes excluidos del sistema escolar e, incluso, a los centros penitenciarios de Zuera y Daroca, en colaboración con sus centros formativos. Es gratificante ver cómo después de participar en nuestras actividades muestran interés y curiosidad, y que incluso semanas después siguen buscando información sobre los temas tratados o nos escriben cartas de agradecimiento. Recuerdo una en especial en la que un interno nos daba las gracias “por llevar un rayo de luz a su vida”, o también de escolares que tras escuchar a nuestros investigadores les han llegado a decir que son “más importantes que Messi”. Es muy emocionante sentir que estas iniciativas pueden llegar a despertar esa curiosidad y, por qué no, también vocaciones.
¿Qué actividades se han puesto en marcha?
Desde la Unidad de Cultura Científica de Unizar se diseña y desarrolla algunas de las actividades de divulgación transversales que con el tiempo se han consolidado y se han convertido en marca de la casa: Desde talleres formativos (monólogos, documentales y vídeos para redes sociales); sesiones de cinefórum y de #Enziendelaciencia en bares, cárceles, hospital, facultades o colegios, con documentales realizados por los propios investigadores; circuitos científicos, con jóvenes del medio rural; jornadas de divulgación de la ciencia (se han celebrado 11 ediciones); actuaciones del grupo RISArchers, con 50 investigadores monologuistas de Unizar; UnizarKids: ¿Cómo será la vida en 2075?, que permite una conversación de tú a tú entre niños de Primaria e investigadores dentro de los campus de Zaragoza, Huesca y Teruel; o la campaña en mupis “Soy científica. Vivo en tu barrio”, y en redes coincidiendo con el 11F.
Después de estos quince años de trabajo, podemos decir que existe un ecosistema en el campus muy favorable a la divulgación con propuestas muy diversas.
¿Cómo surge esta campaña #CientíficaEnTuBarrio y qué repercusión está teniendo?
La idea nace de la mano de la celebración del 11 de febrero; una iniciativa ciudadana para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia a través de actividades que buscan visibilizar el trabajo de las mujeres que se dedican a las áreas STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics). La iniciativa de UCC se perfila en el otoño del 2020, con las limitaciones derivadas de la pandemia, sobre todo de aforos, espacios y contacto humano. Era complejo planificar una actividad para febrero, sin saber exactamente cuál iba a ser la situación. Para intentar cumplir esas restricciones sin dejar de reivindicar a la mujer en la ciencia se creó esta exposición de fotografías en gran formato de 11 científicas de nuestra universidad, en soportes publicitarios (mupis), en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza. Esta iniciativa busca despertar vocaciones científicas en las niñas y adolescentes, transmitiendo un mensaje de normalidad y proximidad con las investigadoras y rompiendo además con estereotipos contraproducentes, que presentan a las científicas como heroínas, frikis o con escasa vida social. Por este motivo las fotografías se toman en varios puntos de la ciudad, fuera de los laboratorios o de los despachos. La muestra presenta a mujeres realizando actividades cotidianas, desde subir al tranvía, ir en bicicleta, hacer deporte, tomar un café en una terraza, jugar con los hijos en el parque o visitar un museo, humanizándolas, y demostrando que son personas reales: referentes. La iniciativa se llevó también a las redes sociales con #CientíficaEnTuBarrio, pidiendo colaboración para subir selfies con los mupis encontrados por la calle y fue todo un éxito desde el primer instante. En esta tercera edición celebrada este año, la propuesta “Soy Científica. Vivo en tu barrio” fue replicada en el centro de la ciudad de Vigo.
Otra de las iniciativas que ha ido tomando protagonismo son los monólogos científicos del grupo RISArchers ¿Quién dijo que la ciencia y el humor no eran un buen maridaje?
El grupo que hoy conocemos como RISArchers, de investigadores monologuistas de Unizar, nació de manera espontánea en 2015 tras la primera edición del Taller de monólogos científicos, y del que ya hemos celebrado ocho ediciones. En realidad, solo queríamos animar a nuestros investigadores a participar en el concurso de monólogos nacional FAMELAB, que organizaba FECYT, pero ofreciéndoles las herramientas adecuadas porque, aunque mostraban voluntad por participar, les parecía un formato absolutamente ajeno. Cuando acabó el primer taller, a modo de fin de curso, se pidió a los 10 “alumnos” (investigadores) que acabaron de crear un monólogo, que lo representaran dentro de una jornada de divulgación. Y así fue como nos planteamos el seguir actuando: Pensamos este nombre castellanizado del término en inglés de researchers, y tenemos hasta camisetas y logo. Así nació RISArchers, un grupo que actualmente está integrado por 50 investigadores monologuistas de la Universidad de Zaragoza -entre los que se encuentran el rector; José Antonio Mayoral, y la vicerrectora de Política Científica; Rosa Bolea- que narran su conocimiento científico en un formato cercano, directo, atractivo y riguroso como es el monólogo, despertando interés y curiosidad por la ciencia ante cualquier público. El grupo crece año tras año y se va nutriendo de nuevos alumnos que pasan por dicho taller. La verdad es que estamos muy contentos con esta iniciativa, ya muy consolidada, con actuaciones ante más de 14.000 personas en colegios, facultades, congresos, premios, eventos, centros cívicos, en Zaragoza, pero también en diferentes localidades aragonesas, e incluso hemos llegado a actuar en el Teatro Filarmónica de Oviedo. Divulgar es el objetivo, y en el humor hemos descubierto un vehículo perfecto para llegar de otra manera a la sociedad.
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