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Varias zonas de Aragón reciben este año menos lluvia que el Sáhara

Debido a la sequía, el Gobierno de Aragón ha restringido la pesca en el río Guadalaviar.

Eduardo Bayona

Zaragoza —

Varias zonas de Aragón han recibido en lo que va de año hidrológico menos precipitaciones de las que caen en un desierto. Los tercios sur y central de la comunidad atraviesan este años una situación de sequía que está arrasando las cosechas de secano, en un cuadro que se ha visto agravado en algunas áreas por precipitaciones de granizo y trombas de agua localizadas que han provocado grandes desperfectos en las infraestructuras agrarias.

La pluviometría de un desierto se sitúa por debajo de los 250 litros por metro cuadrado, y en muchos casos, como ocurre en amplias zonas del Sáhara, en el norte de África, o el Mojave, en el sur de Estados Unidos, no llega a alcanzar los 200. Según los datos de la Oficina del Regante del Gobierno de Aragón, la precipitación acumulada desde que comenzó el año hidrológico en octubre no llega a 200 litros por metro cuadrado en Monreal del Campo y Belchite y se queda entre esa cifra y los 250 en otras como Alcañiz, Boja o Gurrea de Gállego.

Así, los registros sitúan en 189,3 los litros por metro cuadrado recogidos en Monreal desde el 1 de octubre y elevan a 214,7 los del año natural (de junio a junio), mientras que las cifras respectivas son 228,4 y 244,4 en Alcañiz.

Situación menos crítica en Huesca

En la provincia de Zaragoza, Belchite se queda en 172,6 desde octubre. La situación es menos grave en Borja, donde el volumen acumulado es de 222,8 en el año hidrológico y de 258,5 en el natural.

La situación es menos crítica en Huesca, provincia en la que Gurrea de Gállego es uno de los escasos términos en los que la pluviometría del año hidrológico se sitúa por debajo de los niveles desérticos (220), aunque la de junio a junio los supera (254,1).

Por el contrario, los registros se sitúan por encima de los 250 litros por metro cuadrado en el cómputo de los últimos ocho meses y medio en zonas de intensa producción agraria como Fraga (264,6) y Tardienta (268,8) mientras en la capital se sitúan por encima de los 370.

Comienzan a dispararse las alarmas

Esta situación de extrema sequedad está haciendo que los agricultores den prácticamente por perdida la totalidad de la cosecha de secano en la mayor parte del territorio de la margen derecha del Ebro, en el centro y el sur de la comunidad, área en la que las perspectivas menos negativas apuntan a mermas mínimas del 80%.

Esa escasez de lluvias ha provocado situaciones de alerta y de emergencia en algunos afluentes del Ebro por la margen derecha como el Jalón, el Martín, el Huerva o el Aguas Vivas, según señalan los últimos Índices de Sequía de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que también revelan que el desplome de las aportaciones hídricas es generalizado en el eje del Ebro y en algunos de los principales ríos que le aportan caudales en su mitad superior, como los riojanos Iregua y Najerilla y los navarros Arga, Ega e Irati.

Esa escasez de agua, a la que se suma el bajo nivel de reservas en el embalse de cabecera, ya ha comenzado a disparar las alarmas ante hechos como que a lo largo del mes de mayo el Ebro no alcanzara a su paso por Zaragoza el caudal mínimo de seguridad en media docena de ocasiones.

Mientras los grandes sistemas de regadío que se abastecen de los ríos del Pirineo afrontan la campaña sin perspectivas de que vayan a producirse restricciones, la CHE ya ha dispuesto un caudal de auxilio desde el embalse de La Loteta para asegurar el suministro del canal Imperial, en el que comienza ahora la época de mayor demanda de agua.

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