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Sobre este blog

Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.

Un programa de Gobierno constitucionalista y de modernidad

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se estrechan la mano tras firmar el acuerdo de Gobierno.

Arsenio Escolar

Por lo general, los programas electorales se hacen para ganar unas elecciones y, una vez en el poder, cumplirlos solo a medias, en lo que buenamente o malamente se pueda. Comprometen poco. En cambio, los programas de Gobierno comprometen mucho más, especialmente si se anuncian cuando se está a punto de gobernar. Son casi de obligado cumplimiento. Sorprende por ello, agradablemente, el ambicioso plan de Gobierno que este lunes han presentado Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, líderes de PSOE y Unidas Podemos (UP), respectivamente, y en breve presidente y vicepresidente de nuestro primer Gobierno de coalición.

El conjunto del programa tiene dos claros ejes vertebradores. Por el primero, bien podría decirse que este es un plan constitucionalista, un plan comprometido con esos artículos de la Constitución que establecen políticas y derechos que la crisis económica global y los gobiernos de la derecha han deteriorado gravemente. Entre ellos estos:

  • El artículo 1 de la Carta Magna, que habla de la igualdad como uno de los “valores superiores” del “Estado social y democrático”.
  • El artículo 14, que proclama que no puede haber “discriminación alguna en razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión...”.
  • El artículo 16, que garantiza “la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos” y afirma que “ninguna confesión tendrá carácter estatal”.
  • El artículo 20, que protege el derecho a la libertad de expresión.
  • El artículo 31, que afirma: “Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad”.
  • El artículo 35, que regula el “derecho al trabajo” de todos los españoles y a una “remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia”.
  • El artículo 47, que habla del derecho “a disfrutar de una vivienda digna y adecuada” y ordena a los poderes públicos que impidan “la especulación” y promuevan “las condiciones necesarias y las normas pertinentes para hacer efectivo ese derecho”.
  • El artículo 48, que dispone que los poderes públicos “promoverán las condiciones para la participación libre y eficaz de la juventud en el desarrollo político, social, económico y cultural”.
  • El artículo 50, que establece que “los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad.

El programa de Gobierno PSOE-UP les presta a estos artículos la atención debida. Al artículo 1 con, entre otras muchas, las propuestas para la España vaciada. Al 14, con medidas feministas en muy diversos campos, desde la coeducación en todos los niveles de la enseñanza a la obligatoriedad de las listas cremallera en todos los procesos electorales. Al 16 –tibiamente–, con el anuncio de que la asignatura de Religión no computará a efectos académicos. Al 20, con la derogación de la ley mordaza. Al 31, con la subida de impuestos a los ricos y a las grandes corporaciones. Al 35, con la derogación de la reforma laboral del PP, las subidas previstas en el Salario Mínimo Interprofesional y la elaboración de un nuevo Estatuto de los Trabajadores. Al 47, con medidas directas en el mercado de la vivienda, incluida la de limitar el precio de los alquileres. Al 48, con la posibilidad de bajar la edad para votar a los 16 años. Al 50, con una nuevo Pacto de Toledo que garantice el poder adquisitivo de los mayores y la sostenibilidad del sistema público de pensiones.

Con su segundo eje, el programa afronta retos del mundo y la sociedad actuales: el cambio climático y la transición energética, la nueva economía, la globalización, la digitalización, etc. Y todo ello, sin olvidarse de la corrupción; de la memoria sobre las víctimas del franquismo y sobre los exiliados durante la dictadura; de una nueva Ley Básica de Educación; de medidas de fortalecimiento del sistema sanitario público; de la ciencia y la cultura; de la actualización del Estado autonómico... y del “conflicto político catalán”, al que se le dan solo dos líneas de las 49 páginas. Probablemente porque las propuestas concretas en este campo las veremos en el documento del PSOE con ERC, inminente.

PSOE y UP, Sánchez e Iglesias, se han puesto un listón altísimo. Las tareas no dan solo para una legislatura. Dan para una década. Sorprende agradablemente la ambición política. Y sorprende desagradablemente el primer paso, el formato elegido para el acto de presentación: una mezcla de declaración institucional a dúo y minimitin con los respectivos equipos sin que se hayan permitido preguntas a la prensa. No es un buen comienzo del aún no nacido Gobierno de coalición. La prensa está para preguntar, no para tomar imágenes y grabar dúos o soliloquios. En este caso, para preguntar por ejemplo cómo se va a pagar el ambicioso programa y si detrás de cada medida, sea de gasto o de ingreso, hay un estudio económico solvente.

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Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.

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