Cuidado con los mensajes de que los animales están ocupando la ciudad ahora que los humanos están confinados por el coronavirus
“La naturaleza recupera lo que es suyo”. Con esta frase uno puede encontrar estos días en las redes sociales y en varios medios desde comentarios sarcásticos con imágenes claramente manipuladas con Photoshop a mensajes de esperanza que se publican aparentemente en serio y que recogen fotografías de animales salvajes campando a sus anchas por las ciudades, vaciadas por la pandemia.
El fenómeno se ha hecho viral. Jabalíes en Barcelona, ciervos en la ciudad japonesa de Nara, pavos reales sueltos por las calles de Madrid, delfines y peces en supuestos canales de Venecia, cisnes en Burano… Cualquiera diría que la biodiversidad ha decidido colonizar las urbes en tiempos del coronavirus.
Sin embargo, como ya han revelado diversas respuestas en Twitter y artículos como el que escribió Natasha Daly en la revista National Geographic, muchas de las noticias que se están haciendo eco de los tuits virales, o bien no son ciertas, o bien dan lugar a malentendidos.
Ante las noticias que están difundiendo la idea de que la naturaleza está tomando las calles, Beatriz Sánchez, responsable del programa de biodiversidad urbana de la organización SEOBirdLife, opina que no se puede sugerir tal cosa, y que, en realidad, la naturaleza siempre ha buscado momentos para pasearse por los entornos urbanos. “En primavera suelo leer noticias de animales que se encuentran en ciudades, los patos del paso de cebra y etcétera”, dice. “Lo que pasa es que ahora que no hay nadie por la calle esos casos son más llamativos o a lo mejor somos más conscientes de ello”.
Hay un vídeo con delfines en Venencia que está circulando como si hubiese sido grabado en la ciudad italiana. En realidad, corresponde a un puerto de Cagliari, en Cerdeña. Incluso periodistas como Jerry Saltz, crítico de arte en New York Magazine y Premio Pulitzer de Crítica en 2018, ha caído en la trampa. Saltz retuiteó los vídeos de los delfines y peces y escribió: “Mientras la vida humana es maltratada y magullada, los delfines y cisnes regresan a Venecia”. A lo que la bloguera veneciana Monica Cesarato respondió: “Los cisnes siempre han estado en Burano, los peces siempre han estado en los canales y el vídeo de los delfines es en Cerdeña… ahí lo tienes”.
El vídeo del tuit original, publicado por el periodista de Mediaset Roberto Dupplicato, ni siquiera indicaba que los delfines estuvieran en Venecia. Precisaba que éstos se habían visto en Cagliari. Fueron las republicaciones las que generaron la confusión.
En cualquier caso, y a pesar del ruido que ha generado su tuit, Dupplicato cuenta a Ballena Blanca que obtuvo las grabaciones del periódico L’Unione Sarda y que ahora se niega a borrarlo: “Podemos difundir la cultura y la información a través de las redes sociales. La gente entiende lo que quiere entender, pero al final el mensaje verdadero es el que cala. La gente se queda con ”delfines en Venecia“ pero hay muchos usuarios que están intentando explicarlo. Lleva tiempo, pero al final puede derivar en conocimiento”, se justifica.
A veces es la propia confusión de quien publica la que da pie a una información falsa. Imágenes de coyotes en San Francisco, como el capturado por Becca Cook y publicado en Reddit han circulado por las redes con el mensaje de que estos animales están “empezando a ser vistos” ahora que los turistas ya no ocupan el lugar donde suelen fotografiarse con las vistas al Golden Gate Bridge.
Sin embargo, ni los coyotes son novedad en la ciudad californiana ni lo son en ese punto concreto frente a su icónico puente rojo. Contactada por correo electrónico, Cook, que hasta la crisis del coronavirus trabajaba como camarera en un restaurante de San Francisco, asegura haber pasado por ese rincón “docenas de veces”, y nunca haber visto al coyote. Sin embargo, “me han advertido en los comentarios de que este animal está allí con bastante regularidad, y a menudo se alimenta de lo que le dan los turistas”, explica.
Otros animales que se han encontrado deambulando por paisajes urbanos son pavos reales en Madrid. En un principio se denunció que estos habían salido del parque de El Retiro a explorar la ciudad en busca de comida porque, con la urbe paralizada por el estado de alarma, no tenían ya a nadie que los alimentase. Así lo denunció el partido animalista PACMA en sus redes sociales. Pero su argumento de que los pavos estaban escapándose para encontrar alimento cayó cuando el Ayuntamiento aclaró que, en realidad, los servicios de mantenimiento del parque siguen operativos, por lo que a las aves no les falta alimento.
No existe ninguna evidencia de que estos pavos sean los mismos que los de El Retiro. De hecho, desde SEO/BirdLife señalan que en los entornos de Fuente del Berro–donde se grabaron las imágenes– no es extraño toparse con estos animales sueltos, porque muchos viven en este otro parque urbano de Madrid.
Desde el ayuntamiento, aclaran: “Los pavos reales de los parques madrileños, como son el de la Quinta de la Fuente del Berro o El Retiro, por ejemplo, están en régimen de libertad. Ahora es su época de celo. Al tener capacidad de vuelo los pavos habitualmente campean por las calles del entorno del parque. En épocas de celo estos campeos son más amplios, y más si no tienen ningún obstáculo. Es decir, no salen de los parques a buscar comida, están en su época de cortejo y al tener menos elementos que les asusten o intimiden han abierto ese espacio de cortejo a las calles aledañas al parque. Vuelven al parque a comer, saben dónde están los comederos y estos están suficientemente abastecidos y alimentados”.
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