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Smart Alpine de Mammut, cesta con alma de asegurador automático

Smart Alpine Mammut

Por Jesús Andrés “Chakel”

Está claro que Mammut no deja de investigar en seguridad, reduciendo al máximo el fallo humano. El modelo Smart Alpine, de color negro y rojo, con un rango de cuerdas que se mueve entre 8.7 y 10.5, y con un peso de 135 gramos, es ideal para escalada deportiva, escalada equipada de largos o clásica. El otro modelo, en color plata y rojo, en el rango de 7.5 a 9.5, y de 125 gramos, es más apto para alpinismo técnico o escalada en hielo, seguridad que consigue haciendo que la fuerza humana, tanto en la frenada como en el descenso, sea mínima.

La primera impresión es de un aparato robusto, sin holguras extrañas y con pinta de durabilidad que le otorgan los buenos materiales usados en su construcción. Es un poco voluminoso y pesado si lo comparas con otras cestas (reverso) del mercado, pero más ligero, polivalente (utilizable con cuerda doble y simple) y con menos palancas que los frenos semiautomáticos (tipo gri-gri). La ventaja del volumen es que, con guantes, se evita que mientras se manipula se pueda caer desde una reunión.

El manejo exige una lectura detenida de las instrucciones de uso, las cuales obviamente acompañan al aparato con su compra. Nosotros aconsejamos, como en todos los aparatos de seguridad, un entrenamiento en terreno amigo (rocódromo, escuela deportiva) antes de entrar en verdadero terreno de batalla, pero una vez que automatizas el manejo es un aparato bastante seguro, con muchas posibilidades.

En los laterales vienen impresos los rangos de las cuerdas utilizables, las posiciones del correcto manejo, que no viene nada mal al principio de su uso, y unas referencias de fabricación para posibles reclamaciones.

Hemos realizados las pruebas en rocódromo primero, y luego se han completado con salidas a escuelas de deportiva, vías largas equipadas y desequipadas.

En primer lugar, aconsejamos que el mosquetón de seguridad sea HMS y con forma cuanto más ancha y redondeada mejor ya que aumenta las prestaciones del Smart Alpine. El diámetro de las cuerdas aconsejado es un poco menor del máximo.

Aseguramiento a un primero

Tanto en simple como doble, el dar cuerda se da bien si la escalada es fluida. El secreto reside en mantener con el dedo gordo bien separado el aparato del cuerpo. El problema lo encontramos si el primero exige cuerda muy rápido, ya que si el asegurador no está atento se bloquea. Por el contrario, el desbloquearlo no presenta ninguna dificultad, pudiendo reanudar la acción de dar cuerda rápidamente.

En caso de caída, el frenado es muy dinámico, disminuyendo la fuerza que le transmitimos tanto a los anclajes (se agradece en vías desequipadas de autoprotección o en hielo) como al escalador (evitamos escuchar la frase típica del compañero “me has clavado, me he dejado los tobillos, dame más cuerda en el siguiente vuelo”).

La fuerza que tiene que hacer el asegurador es mínima, por no decir nula, quedando automáticamente frenada la caída, y pudiendo el asegurador tener libres las manos para cualquier maniobra (se aconseja hacer un nudo de seguridad por si accionamos el Smart accidentalmente).

El desbloqueo una vez se reanuda la escalada o el descenso al suelo es sencillo sin tener que ejercer una fuerza extraordinaria.

Aseguramiento en yo-yo o polea

El sistema en polea es bastante sencillo, recogiendo cuerda con bastante rapidez con la ventaja de que si tenemos que realizar alguna maniobra en el suelo con las dos manos es posible.

Aseguramiento a un segundo

El Smart permite asegurar en vías de largos a un compañero, o a dos segundos con cuerdas del mismo diámetro, lógicamente, para que actué correctamente. La recogida de cuerda se hace de una forma fluida sin tener que ejercer mucha fuerza. La detención es automática.

En los casos que tengamos que dar cuerda para que el segundo pase una travesía o guíe la cuerda con el accionamiento del aparato hacia arriba se desbloquea bien con la mano, proporcionándole al segundo la cuerda que necesite. Cuando por caída un segundo o dos los tenemos que bajar con un cordino auxiliar atado al orificio del gatillo que utilizamos para dar cuerda y direccionado a la reunión nos permite bajarlos sin problemas (esta maniobra exige un entrenamiento anterior).

Otra ventaja es que, si vas con dos segundos y uno se queda colgado, ejerciendo presión sobre el freno, se puede recoger al segundo sin problema y se queda bloqueado en caso de que también caiga.

Rapelando

En el rápel el descenso es muy controlado, con bastante suavidad y fluido. No obstante, al principio cuesta pillarle el manejo para evitar los tirones.

Cuando tengamos que parar para desenrollar cuerdas u hacer otra maniobra, debes tener en cuenta que se queda bloqueado (probar el modelo de mosquetón que mejor se adapta), por lo que se debe de llevar un nudo autobloqueante (tipo prusik, machard) por debajo, que nos vendrá bien si por cualquier motivo tenemos que ascender la cuerda. Nos valdrá sólo con trasladarlo por encima y utilizarlo como pedala sin tener que sacar el Smart de la cuerda, pudiendo ascender sin problemas ahorrándonos muchas maniobras que exigen otros aparatos (como en todas las maniobras de seguridad se aconseja un nudo de seguridad por debajo).

En resumen, el Smart Alpine es un excelente aparato de aseguramiento-descenso dinámico semiautomático para gente con experiencia en escalada. Ideal para vías largas de pared, donde el manejo diario y la experiencia harán de él un gran amigo de aventuras.

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