Narvay Quintero reconoce que la papa británica tarda en llegar por “miedo” a que los contenedores sean devueltos
El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero (AHI), ha reconocido este martes, en una entrevista en Radio Club Tenerife, que la tardanza en la llegada de papa británica a las islas (tras la apertura del mercado local a esas importaciones con la aplicación de medidas de control específicas debido a los brotes de escarabajo de Colorado en el condado de Kent -Inglaterra-), se pueda deber a dos razones: al “miedo” de los exportadores de Reino Unido a que los contenedores de tubérculo sean devueltos desde Canarias por el posible incumplimiento de alguna de las medidas definidas en la instrucción del Ministerio de Agricultura (MAPA) para facilitar la entrada de esa papa de fuera, o bien a la supuesta preferencia que Reino Unido ahora mantiene en los envíos de ese mismo producto hacia Egipto e Israel, un flujo comercial que se había activado con fuerza hacia esos países tras el bloqueo del mercado canario por motivos fitosanitarios. Quintero se refirió a esta segunda cuestión con la expresión “presión de Israel y Egipto para comprar papa de Reino Unido”.
Así lo expuso en sus declaraciones este martes el consejero Narvay Quintero, que también afirmó que los controles establecidos ahora para la papa británica no dejan de ser más que los fijados por la normativa comunitaria. Pese a ese reconocido retraso en la llegada de papa de fuera, la de Reino Unido, el consejero canario se mostró convencido de que en breve ese producto empezará a entrar en Canarias y se verá pronto en los lineales de los supermercados. Ya han pasado tres semanas desde que el MAPA avisara de la apertura de fronteras con controles singulares para la papa importada de Reino Unido y nada ha llegado, pese a que la operación de envío desde ese país puede tarde unos diez días.
Quintero además admitió que los brotes de escarabajo de Colorado detectados en fincas del condado de Kent, en Inglaterra, han puesto en jaque la comercialización de papa en Canarias, un producto básico en la dieta isleña que solo se ha podido conseguir este verano y estos días a precios elevados, también por la reducción a la mitad de la cosecha de temporada (verano) de papa del país. La crisis de oferta se debe a la combinación de esos dos factores.
El titular de Agricultura recordó que hace unas semanas el Ejecutivo español, a través del MAPA (organismo competente en estas actuaciones), emitió una instrucción a los puestos fronterizos (la 3/2023, validada el 20 de septiembre pasado) que autorizaba la entrada de papa británica en Canarias previo cumplimiento de unos controles fitosanitarios consensuados por los dos gobiernos: el central y el canario.
Tras la aprobación de esa instrucción, las organizaciones profesionales agrarias de Canarias apoyaron, a petición de la Consejería de Agricultura, que una de las medidas específicas inicialmente contempladas, la del porcentaje de tierra adherida a la papa de semilla llegada a las islas, pasara del 0,5 al 1 %, tal y como establece la norma comunitaria en estos casos (también para la papa de consumo).
Se entendía que con ese gesto y el consecuente cambio al 1 %, pedido además por los exportadores de Reino Unido o sus clientes en Canarias, ya se activarían las llegadas de papa con ese origen a las islas, pero hasta hoy esto no ha ocurrido, y la poca papa que se consigue en los puestos de venta, si es local, está carísima, porque casi no hay, y si es de fuera, tiene orígenes en Egipto e Israel, en estos casos más barata, de calidad baja y con venta racionada en muchos de los establecimientos.
Medidas en marcha para no depender de la semilla de fuera
El consejero Quintero también se refirió a que ya hay un encargo realizado para el desarrollo de un proyecto, con implicación de algunos cabildos y de la empresa especializada Cultesa, que permita sanear algunas variedades de papa blanca con mayor consumo en Canarias, con el objeto de disponer de semilla de producción propia en el plazo de “dos o tres años”. Así no se dependería de las importaciones, en este caso casi todas de Reino Unido.
El titular de Agricultura indicó a su vez que con semilla propia y ante un caso similar al ocurrido este verano, con el bloqueo a la entrada de papas de consumo y de semilla con origen en Reino Unido, “ya no se pondría en jaque la producción [futura] canaria”.
Hay que recordar que las islas dependen de la llegada de semilla de fuera para sus cultivos de papa blanca, de manera especial las cosechas extratemprana y temprana, las más importantes en producción (en torno al 80 %). Sin esa importación de semilla (dependencia extrema de otros países), no hay opciones de ofertar papa del país en los volúmenes habituales de todos los años, en torno a 130 millones de kilos.
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