Jerónimo de León: “Aplicaré acciones para mitigar la pauperización de una buena parte de la abogacía”
Jerónimo de León Figueroa es candidato a decano del Colegio de Abogados de Las Palmas. Se presenta con el objetivo de mitigar la “irrefrenable pauperización de una buena parte de la abogacía”. Por ello, asegura que una de sus principales medidas será la de revalorizar el turno de oficio y conseguir un colegio más “proactivo” que vigile el trato que los abogados reciben por parte de los jueces.
Además, apunta que renunciará a su potestad sancionadora porque entiende que debe ser confidente natural de sus compañeros y no su acusador público. Para logar que este órgano sea más transparente, plantea crear un Reglamento de Administración Financiera, que será aprobado en asamblea general.
P. ¿Con qué objetivo se presenta a decano del Colegio de Abogados de Las Palmas?
R. Hay momentos en la vida de las sociedades y de los individuos en que hay que realizar una puesta a punto. Los numerosos cambios que nuestra profesión acaba de conocer y los que están por llegar, deben forzar al Colegio de Abogados de Las Palmas a replantearse, renovarse y abordar con determinación el cumplimiento de sus deberes por el bienestar de sus colegiados. Es con este objetivo que me presento.
P. ¿Cuáles son las claves de su programa? ¿Qué destacaría?
R. La clave de mi programa consiste en una aproximación pragmática del Colegio, huyendo, a diferencia de otros candidatos, de promesas alejadas de nuestras preocupaciones concretas. Así, voy a privilegiar acciones simples y de aplicación inmediata para mitigar la irrefrenable pauperización de una buena parte de la abogacía. Por eso, lo más destacable de mi programa es revalorizar el turno de oficio. Pero, también, quiero un colegio proactivo que no sólo defiende a sus colegiados en el plano económico, sino que vigile el trato que éstos reciben por parte de los jueces.
También, voy a crear una célula de vigilancia y apoyo psicológico a los abogados víctimas de trato incompatible con la dignidad del ejercicio profesional, presentando, en su caso, la quejas pertinentes ante las autoridades correspondientes. Asimismo, voy a redefinir la progresividad en el pago de las cuotas colegiales; como también voy a renunciar a mi potestad sancionadora, la cual será ejercida únicamente por la Junta de Gobierno, porque entiendo que un decano debe ser el confidente natural de sus compañeros, por lo que no puedo ser al mismo tiempo su acusador público.
P. ¿Quiénes componen su candidatura y cuál es el perfil de sus componentes?
Mi candidatura la componen, además de este servidor, don Ibrahima Soumare Mane, como diputado tercero y doña Yaire Evenide Velásquez, como diputada octava. El primero, es originario de Senegal, cursó sus estudios de derecho en la ULPGC y lleva ejerciendo la profesión 17 años en los campos del derecho civil y penal.
Evenide Velásquez procede de Colombia, donde ejercía ya como abogada antes de residir en la isla. Atesora una experiencia profesional de 17 años, ejerce en varios campos, como el civil, penal y contencioso-administrativo. Es experta en extranjería. Ambos profesionales que me acompañan son personas íntegras, intelectualmente brillantes y comprometidas, no movidas por intereses personales.
P. ¿Qué medidas plantea sobre el turno de oficio?
R. Con carácter inmediato, voy a reorganizar el régimen de guardias, para que el servicio de guardia de violencia sobre la mujer y el de juicios rápidos, los realicen dos personas, en vez de de una, como se ha venido realizando, para poder lograr la especialización de los letrados que exige sobre todo el primero de los servicios nombrados, por el beneficio de las mujeres maltratadas. Pero, a medio plazo, habrá que buscar soluciones como, por ejemplo, complementar la financiación de la justicia gratuita, además de la ineludible financiación pública e incluso, plantear un nuevo modelo de justicia gratuita que sea menos costosa para la sociedad y más rentable para los letrados.
P. ¿Cómo se puede conseguir más transparencia del Colegio de abogados de Las Palmas?
R. Como corporación de derecho público, este Colegio está sujeto a los principios de derecho constitucional implícitos de la transparencia y la publicidad que deben ser la regla de toda su actuación. Este Colegio está llamado a ser una verdadera casa de cristal en cuyo interior puede escrutar y fiscalizar, a plena luz del día, todos los colegiados. Para conseguirlo voy a crear un Reglamento de Administración Financiera, que será aprobado en asamblea general, para que los colegiados tengan un instrumento de control sobre la gestión económica de los recursos del Colegio. Este Reglamento deberá establecer el procedimiento y las modalidades de elaboración del presupuesto, así como las modalidades de acceso al estado de todos los ingresos y gastos.
P. ¿Ha echado en falta un pronunciamiento oficial por parte del Colegio de Abogados de Las Palmas sobre el caso de Salvador Alba y los audios en los que confabula con un empresario una declaración para perjudicar a una compañera, Victoria Rosell?
R. Creo que es el poder judicial quien debe pronunciarse sobre este asunto y tomar las medidas oportunas. Debo añadir que el silencio del TSJC es algo incomprensible. Yo, como todos los ciudadanos, siento bochorno.
P. Sobre el descrédito que ha tenido la Justicia en Canarias en el último año, donde han salido a la luz distintas grabaciones entre compañeros jueces. ¿Qué se puede hacer desde el Colegio de Abogados para recuperar la confianza en la Justicia?
R. En primer lugar, incumbe a quien ha perdido la confianza de los demás, recuperarla, es decir, a los propios jueces. Pero, creo que si en algo puede contribuir el Colegio de Abogados es evitar esta actitud que parece ser de resignación frente a las derivaciones de algunos jueces, y para eso debe evitar dos escollos: el servilismo y la familiaridad.
