Cáritas sigue asistiendo a cerca de 3.000 personas un año después de la erupción
Cáritas Diocesana de Tenerife sigue atendiendo a cerca de 3.000 personas a punto de cumplirse un año desde el inicio de la última erupción volcánica en Cumbre Vieja.
En concreto, la organización da cobertura a 1.100 familias, entre las que se cuentan 620 menores, “muchas” de las cuales son atendidas periódicamente y siguen siendo acompañadas, mientras que otras, señala en un comunicado, han acudido por primera ante “la falta de respuestas de las administraciones públicas o ante la insuficiencia de las ayudas recibidas”.
Cáritas detalla que ha recibido 6,6 millones de euros en donaciones y ha invertido 2 millones, fundamentalmente en ayudas al alquiler, atención básica y obras de reforma y compra de mobiliario a familias damnificadas de la erupción y en situación de vulnerabilidad.
Continúa concediendo ayudas de emergencia, entre ellas gastos médicos o pagos de suministros, y ha habilitado y acondicionado seis espacios parroquiales en varios municipios de la isla, realizando reformas de albañilería, pintura, equipamiento y mobiliario.
En estos espacios continúan reubicadas ocho familias que estaban en situación de exclusión residencial extrema, y con ellas Cáritas lleva a cabo un proceso de intervención social continuado, para la mejora de su bienestar y su inclusión sociolaboral.
Aparte, ha abierto una línea de apoyo para las familias más vulnerables, con desamparo económico, para la reconstrucción de viviendas en zonas afectadas por el volcán, en aquellos casos en los que las viviendas no están en condiciones de habitabilidad y necesitan ser reformadas.
Además, continúa apoyando a familias damnificadas en la construcción de viviendas nuevas habituales, tanto en la compra de materiales como en gestiones necesarias para la habitabilidad, un apoyo económico que se otorga por unidad familiar.
La entidad eclesial sigue planificando e implementando acciones a medio y largo plazo, entre ellas la concesión de ayuda económicas para el apoyo en enseres, mobiliario y electrodomésticos de las viviendas que se vieron afectadas por las coladas del volcán y que aún no están en condiciones adecuadas de habitabilidad.
Igualmente, sigue dando respuesta en las necesidades propias de la emergencia, ofreciendo apoyo económico a personas afectadas por la erupción, a través de tarjetas de alimentación y tarjetas solidarias bancarias, para poder sufragar gastos básicos como gasolina o medicamentos.
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