Me hice socia de Revuelta hace un año y esto es lo que pasó con mi dinero
En enero de 2024 me hice socia de Revuelta, pagando una “membresía estudiantil” de 3 euros mensuales para, supuestamente, ayudar a un movimiento que iba a luchar “por los trabajadores, la unidad nacional, nuestra seguridad, identidad y comunidad” y también por las universidades, a las que consideraban tomadas por comunistas que censuraban ideas conservadoras. Revuelta había nacido el octubre anterior con un tuit, al calor de las protestas contra la ley de amnistía, y destacados miembros de Vox habían patrocinado y apoyado el alumbramiento de la marca. Entre los más implicados, el eurodiputado Jorge Buxadé.
El objetivo de elDiario.es al contribuir al movimiento era comprobar, de manera práctica, si las acusaciones informales que llegaban de opacidad, falta de transparencia económica y entramado de asociaciones pantalla en la rama joven de Vox eran ciertas. Dos años después hay una denuncia por estafa ante la Fiscalía y otra ante la Autoridad Independiente de Protección del Informante por un posible desvío de fondos recogidos para la dana y presuntos incumplimientos con la tributación en Hacienda por la venta de camisetas y otros objetos. Según unos audios publicados en El Mundo, los fundadores de Revuelta tienen más de 100.000 euros apalancados en una cuenta, al margen de lo que se haya podido gastar antes.
Cuando te hacías miembro, a través de su web, entrabas en una pasarela de pago en la que debías poner un número de tarjeta. Hacerse miembro suponía un pago mensual de tres euros, en su versión más económica, que es la que eligió elDiario.es. Actualmente esa opción de membresía no está disponible y se mantiene solo la donación puntual o el “mecenazgo”, que va de 10 a 100 euros al mes. Esos pagos mensuales con tarjeta, a diferencia de los que se hacen con una cuenta bancaria, no son recibos que se pueden “devolver” avisando al banco. La solución cuando se quiere dar de baja el pago es decírselo a la empresa para que cancele la suscripción. Si eso no funciona, la solución es cancelar totalmente la tarjeta y hacerse otra.
Al hacer el pago de la “membresía estudiantil”, la pantalla que aparecía ya evidenciaba que Revuelta era una fachada que estaba utilizando una asociación distinta para operar. Los dirigentes de Vox que ahora aseguran no saber nada, como su portavoz en el Congreso, tenían delante de los ojos ya en enero de 2024 que los pagos que se hicieran a Revuelta iban a un sitio llamado “Asoma” (en la pasarela de pago, el nombre aparecía de manera clara arriba a la izquierda, algo que continúa pasando hoy). En las condiciones especificaba que “al suscribirte, autorizas a ASOMA a cobrarte según las condiciones hasta que canceles”. Pero, ¿cómo cancelar? ¿Qué era Asoma y cómo se le podía contactar? En el proceso no se daba más información, ni tampoco ningún link, teléfono o dato que permitiera revertir el pago de manera sencilla, como es habitual en otro tipo de pagos y suscripciones. El sistema de pago avisaba también de que en tu extracto bancario no verías el cargo a nombre de Revuelta, ni siquiera de Asoma: “Aparecerá un pago a BATALLACULTURAL en tu extracto”, alertaba Revuelta al nuevo miembro.
elDiario.es consiguió los estatutos de Asoma a través de una petición de Información. Su nombre completo es Asociación Social de Mayores de Madrid. Se dio de alta en el registro del Ministerio de Interior en marzo de 2022 y tiene la sede en la avenida Manoteras de Madrid. Entre sus objetivos, defender los intereses de las personas mayores y la “creación de programas o materiales audiovisuales”. En la realidad, es la asociación que ha recaudado todo el dinero que se ha mandado a Revuelta y no se le conoce actividad pública. El presidente es Jaime Hernández Zúñiga, ahora denunciado y bajo sospecha por la gestión del dinero, que fue en las listas a la Comunidad de Madrid que configuró Rocío Monasterio para 2021. Zúñiga es cuñado de Manuel Mariscal, vicesecretario nacional de Comunicación y hombre fuerte del partido. El secretario de Asoma es Pablo González Gasca, responsable de Marketing Digital de Vox, de baja tras las denuncias de irregularidades, y persona muy cercana también a Mariscal. González Gasca es la persona que grabó a líderes de Vox y cuyos audio se están publicando estos días.
El vicepresidente de Asoma denunció a Revuelta el 30 de noviembre y se ha distanciado de ellos: es Arturo Villarroya González, asistente del eurodiputado de Vox Jorge Buxadé. Villarroya es conocido también por ser el hijo del exalcalde de Boadilla del Monte condenado por corrupción, Arturo González Panero, alias ‘el Albondiguilla’. También alentó la campaña de redes que favorecía que hubiera votos nulos para Sumar. De vocal aparecen en los estatutos de Asoma Javier Esteban Bejarano –también ha denunciado a sus compañeros de Revuelta y acaba de dimitir de su cargo de jefe de redes de Vox tras la denuncia de acoso sexual a un menor–. También es vocal Santiago Aneiros, que fue en las listas de Vox en el municipio madrileño de Algete y que fue quien comunicó a Delegación de Gobierno la tercera concentración de Ferraz tras la investidura, aquella en la que apareció sorpresivamente Santiago Abascal tras colgar en su cuenta de X “Vamos a Ferraz”. Aneiros fue coordinador de 'Cañas por España', unos encuentros organizados por Vox en locales de ocio para atraer el voto joven.
Pero la confusión de empresas y asociaciones no acababa con Asoma cuando te hacías socio de la pata joven de Vox. Revuelta ni siquiera era la dueña de la web desde la que vendía camisetas, pedía donaciones o los simpatizantes aportaban sus datos personales. La propietaria y responsable de la gestión de los datos ha sido durante meses Plataforma 711, una formación estudiantil que tiene también relación con Vox y fue conocida porque se le impidió hacer su presentación en sociedad en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid con el lema “por la reconquista cultural”. El acto lo apadrinaba Javier Ortega Smith y Vox recurrió la decisión del campus y su decana poniendo un recurso contencioso administrativo. Antes de ser asociación estudiantil, Plataforma 711 era una tienda online de gorras “de un grupo de veinteañeros para promover el patriotismo”. Plataforma 711 se ha salido del entramado que daba cobertura a Revuelta y es Asoma la asociación que aparece hoy como dueña y responsable de la web donde capta dinero y socios Revuelta, aún activa y desde la que se siguen pidiendo donativos.
Al intentar darse de baja, elDiario.es exploró la web de Revuelta, revisó qué datos de Asoma se habían dado o si en algún correo de bienvenida se aportó esa información para revertir el pago. La búsqueda fue infructurosa. Finalmente, la cancelación se materializó tras enviar un correo a una dirección de correo genérica de Revuelta que aparece en su web:“hola@revuelta.info”. Respondió el correo otro emisor nuevo en el entramado, una supuesta asociación que no es Asoma, ni Revuelta, ni Plataforma 711. El correo de cancelación lo remitía de vuelta “asociacionbatallacultural@gmail.com”, que agradecía “profundamente” el apoyo. “Gracias a tu generosidad, hemos podido continuar luchando por nuestras causas y destinar los fondos a acciones justas que defienden nuestros valores”, finalizaba. Hoy, la Fiscalía tiene una denuncia que le pide que investigue si ese dinero, también el mío, acabó realmente en esas causas.
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