Extremadura decide si el órdago de Guardiola la hace más dependiente de la extrema derecha

Una vez terminada la campaña electoral y vistas las últimas encuestas que han inflado a Vox mientras alejan al PP de la mayoría absoluta, en Extremadura hay analistas que concluyen que la aún presidenta y candidata a la reelección, María Guardiola, cometió un error de cálculo y diagnóstico cuando el pasado octubre decidió adelantar las elecciones a este domingo: pensó que aplacaría al PSOE, marcado por el procesamiento de su candidato, Miguel Ángel Gallardo, por el caso del hermano de Pedro Sánchez, pero no tuvo en cuenta que al mismo tiempo el adelanto electoral podía favorecer el crecimiento de la extrema derecha. Y eso complicaría aún más la gobernabilidad de la región.

El objetivo de Guardiola llamando a los extremeños a las urnas solo dos años después de los últimos comicios era precisamente dejar de depender de Vox. Su anuncio llegó después de que la extrema derecha presentara una enmienda a la totalidad a sus Presupuestos y tras una corta legislatura en la que la formación de Santiago Abascal condicionó todas las iniciativas legislativas de la Junta. Ambas partes no han ocultado en los últimos meses su mala relación.

Este domingo 890.967 extremeños tienen derecho a mantener o cambiar ese escenario. En su mano está cumplir los deseos de Guardiola de ampliar su ventaja e incluso alcanzar una mayoría absoluta que le permita desprenderse de Vox o, por contra, reforzar a la extrema derecha y obligar a un acuerdo de las derechas. Incluso pueden dar un giro a la izquierda a la política extremeña, donde el PSOE gobernó durante 33 años. Los socialistas llegan a las urnas marcados por el procesamiento de su candidato y lo fían todo a una remontada —un escenario que alejan las encuestas—, mientras la candidata de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, ha ido ganando protagonismo a medida que ha ido avanzando la campaña y, especialmente, en el debate a tres con PSOE y Vox que tuvo lugar el jueves en RTVE.

Los principales asuntos que han preocupado a los partidos en las últimas dos semanas han sido las infraestructuras, con una reclamación generalizada de mejoras en el transporte ferroviario y las conexiones de la región. También ha estado encima de la mesa la mejora de los servicios públicos o los derechos sociales. La izquierda alerta del riesgo de perderlos en el caso de que Vox logre más fuerza en las urnas, y recuerdan que mientras la extrema derecha gobernó junto a Guardiola en Extremadura se produjeron retrocesos en materia de igualdad, pero también sobre la sanidad y la educación públicas junto a las políticas de memoria. La extrema derecha ha conseguido además introducir en el debate extremeño el asunto de la inmigración con sus habituales proclamas xenófobas, y eso que la región es la que menos población migrante tiene en toda España.

El contexto estatal

Los comicios se producen tras una convulsa campaña electoral marcada también por el escenario estatal. Mientras los candidatos protagonizaban mítines y encuentros con sus militantes salieron a la luz nuevas acusaciones de acoso sexual contra dirigentes del PSOE, pero también del PP, como el último caso del alcalde de Jérica (Castelló), conocido esta misma semana. Justo antes de la campaña entraron en prisión provisional el exministro socialista José Luis Ábalos y quien fue su principal asesor, Koldo García, acusados de cobrar mordidas por adjudicaciones de contratos públicos. Y el tercer protagonista de ese mismo caso, el ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, declaró en el Senado el último lunes de la campaña.

También esta semana, el martes, el Gobierno de Guardiola aprobó 41 medidas en su último consejo otorgando más de 165 millones de euros en ayudas e inversiones. Esto llevó a la oposición a denunciar un “incumplimiento de la ley electoral” por parte del Ejecutivo del PP, que en las últimas semanas ha sido sancionado hasta en tres ocasiones por la Junta Electoral Central por organizar visitas y actos públicos o hacer anuncios prohibidos en periodo electoral.

Justo en la recta final, la campaña de Guardiola se vio trastocada por varios escándalos machistas que afectaron al intento de la presidenta extremeña de cazar al voto femenino, cuando bullen los casos de acoso en el PSOE. El miércoles a última hora, elDiario.es publicó los intentos del partido por ocultar las denuncias internas de una concejala de Navalmoral de la Mata contra el alcalde, Enrique Hueso, del PP, por “trato machista” y “abuso de poder”. El audio que el portavoz regional del PP, José Ángel Sánchez Juliá, envió a la concejala, revelado en la tarde del jueves por elDiario.es, evidenció que la dirección del partido, tanto la regional como la provincial, conocían el machismo de Hueso y había preocupación por cómo podía afectar este asunto al partido si salía a la luz.

“Como nos pongan la etiqueta del trato machista va a haber un lío”, advierte Sánchez Juliá en un momento del audio de 21 segundos. La concejala había dejado el PP el 2 de diciembre después de que no obtuviera respuesta a una carta enviada a María Guardiola y a la dirección del PP en la que advertía de que ya no podía aguantar más y expresaba su hastío por recibir largas ante sus denuncias con mensajes como: “Aguanta”, “ya sabes cómo es Enrique”, “hablaremos con él” o “tomaremos medidas”.

Este caso se había sumado al publicado a primera hora del miércoles por El Plural: el hasta entonces chófer de Guardiola, Daniel Ollero, que es además familiar de la presidenta extremeña, había sido condenado por violencia machista y figura en el sistema VioGén en el que se registran los nombres de agresores y víctimas. A última hora de ese mismo miércoles la Junta informó de que había cesado a Ollero aunque dijo que fue por “coacciones leves” a su expareja. El episodio ocurrió hace ocho meses, por lo que la oposición mostró su perplejidad por el hecho de que Guardiola no decidiera poner fin a su contrato con el conductor hasta que se publicó en la prensa.

La candidata favorita, con perfil bajo

Ante estos escándalos Guardiola optó por el silencio hasta el mismo viernes, cuando dijo desconocerlo todo. No protagonizó actos de campaña desde el lunes y hasta el viernes, cuando sí hizo un tour por algunas de las localidades más importantes de la región, tanto en Cáceres como en Badajoz, en un extraño acto de cierre: un espectáculo de zambomba flamenca en un colegio público de la capital pacense. “Lo que veo en esta campaña, sobre todo al final de la misma, es mucho nerviosismo y es, desde luego, pocos valores, poca ética, juego muy sucio”, dijo.

Es más, su estrategia concluyó poniendo en cuestión las garantías democráticas de las elecciones, al igual que han hecho desde el PP en cada proceso electoral desde que al frente del partido está Alberto Núñez Feijóo. La dirigente del PP alentó la idea del pucherazo electoral porque el jueves, en un caso que la propia Guardia Civil calificó de “delincuencia común”, unos ladrones robaron una caja fuerte de una oficina de Correos para quedarse con el dinero, pero dentro de la misma también había 124 votos por correo que después aparecieron a 20 kilómetros. Pese a la evidencia de que los ladrones buscaban el dinero y no las papeletas, el PP habló de que la democracia “está en peligro” en España, aunque Correos especificó que esos 124 votantes, pertenecientes a las localidades de Fuente de Cantos, Bienvenida y Calzadilla de los Barrios, podrán volver a votar ante lo sucedido.

Feijóo, Miguel Tellado y la propia Guardiola se lanzaron entonces a alentar la teoría del pucherazo. “Están robando la democracia delante de nuestros ojos”, sostuvo, en un vídeo en X. Este viernes y, visiblemente molesta, Guardiola reapareció en Talayuela (Cáceres), donde insistió en la idea de que “es un hecho objetivo” que con lo sucedido en Fuente de Cantos “a 124 extremeños le están hurtando el derecho a decidir”. “No hay derecho a que haya personas que no puedan ejercer su derecho a voto”, insistió. En realidad, todos esos electores excepto dos ya han vuelto a votar.

Con todo, ninguna encuesta da la mayoría absoluta al PP, que volverá a depender de Vox si quiere formar Gobierno. De hecho, Alberto Núñez Feijóo rebajó el viernes notablemente la ambición electoral de su partido y fijó el objetivo del PP en sumar más votos que las izquierdas. “Tenemos la oportunidad de llenar las urnas con ilusión y ganas. Que nadie se quede en casa porque vamos a seguir transformando Extremadura y lo vamos a hacer juntos. Confío en que el trabajo siempre da resultados. Y aquí lo único que hemos hecho ha sido trabajar”, dijo Guardiola el viernes, en una brevísima intervención durante la zambomba flamenca en Badajoz, en un polideportivo que no consiguió llenar y en el que no le acompañó ningún dirigente del PP estatal.

El PSOE, por su parte, tiene a su candidato Gallardo procesado por prevaricación y tráfico de influencias y a la espera de juicio por la contratación del hermano de Pedro Sánchez en la Diputación de Badajoz. Esta situación podría favorecer a Unidas por Extremadura al hacerse con apoyos de votantes socialistas.

En el cierre de campaña en el que, a diferencia de Guardiola, él si estuvo arropado por el líder de su partido a nivel estatal, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Gallardo pidió “levantar el ánimo para poder confiar y creer” en las “posibilidades” del PSOE. Ante un auditorio entregado en Viillanueva de la Serena (Badajoz), la localidad de la que fue alcalde durante varios lustros, Gallardo defendió la necesidad de recuperar la voz propia de la región. “Esa voz que siempre tuvo Extremadura, la que elevaron Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Guillermo Fernández Vara, la que nos permitió ser dueños de nuestro destino y que fuera respetada”, dijo.

De Miguel, por su parte, consideró en un acto en Badajoz que “ni un voto de izquierdas se puede quedar en casa” este domingo, al considerar que Unidas por Extremadura ha demostrado, a su juicio, que hay “un proyecto ilusionante y de futuro” para la comunidad autónoma.

De los más de 890.000 extremeños con derecho a voto 30.608 residen en el extranjero. Además, el número de electores nuevos por haber cumplido los 18 años desde los últimos comicios de 2023 hasta ahora es de 26.695 jóvenes. En cuanto a las mesas electorales, serán 1.401 (904 en la provincia de Badajoz y 497 en la provincia de Cáceres). En estos comicios resultarán elegidos, como en anteriores ocasiones, 36 diputados por la provincia de Badajoz, la más poblada, y 29 por la provincia de Cáceres para la Asamblea de Extremadura.

Una de las claves de la jornada será la participación. Las elecciones se producen en plena Navidad, con las calles a rebosar de adornos y ciudadanos haciendo sus compras y a solo un día del sorteo extraordinario de la Lotería.