La izquierda alerta del riesgo de perder servicios públicos en Extremadura mientras Vox recurre a la descalificación en el debate a tres sin Guardiola
Con la marcada ausencia de la favorita del 21D, la presidenta de la Junta de Extremadura y candidata del PP a la reelección, María Guardiola, que rechazó la invitación de RTVE, el inusual debate a tres entre PSOE, Unidas por Extremadura y Vox que se ha celebrado este jueves a tres días de las elecciones extremeñas ha evidenciado el temor de la izquierda de perder derechos sociales y servicios públicos en la región en el caso de que el domingo las derechas puedan sumar para volver a gobernar la región. La extrema derecha, en cambio, ha evitado plantear propuestas concretas y se ha centrado en descalificar a sus contrincantes durante el cara a cara.
“Nos estamos jugando el futuro de los servicios públicos. Las derechas quieren deteriorar lo que es de todos y darles el negocio a unos pocos”, ha advertido Irene de Miguel, candidata de Unidas por Extremadura, justo al inicio del debate moderado por el periodista Xabier Fortes. “Nos jugamos una Extremadura para todos, que los servicios públicos sean de calidad y blindar sanidad y la educación públicas”, ha alertado, por su parte, el candidato del PSOE a presidir la Junta, Miguel Ángel Gallardo.
El rechazo de Guardiola a participar en el encuentro ha sido recordado en numerosas ocasiones a lo largo de los más de 75 minutos en los que se ha alargado el cara a cara. Los representantes de la izquierda han considerado precisamente que la presencia de la aún presidenta era este jueves “más necesaria que nunca” ante el devenir de los últimos días de la campaña en los que han aflorado distintos escándalos sobre actitudes machistas vinculados al PP.
Gallardo ha dicho que Guardiola podía haber explicado durante el debate “cómo ha tenido un conductor condenado por violencia machista”, en alusión al chófer cesado el miércoles tras conocerse que había sido condenado hace ocho meses por coacciones a su expareja. El socialista también ha mencionado el caso de presunto acoso del alcalde de Navalmoral de la Mata, del PP, a una concejala del municipio desvelado por elDiario.es. “Lo de Navalmoral nos ha recordado al caso Nevenka”, ha dicho el dirigente socialista, que ha acusado al PP de “defender al acosador” en lugar de a las víctimas.
Tanto el candidato del PSOE como la de Unidas por Extremadura se han afanado durante la contienda en identificar al desconocido aspirante de Vox, Óscar Fernández, como el “portavoz” de Guardiola e incluso el “testaferro” de la dirigente del PP, al dar por hecho que ambas derechas pactarán si suman en las elecciones del domingo.
El representante de la extrema derecha, visiblemente nervioso, ha optado por la descalificación y ha agitado la xenofobia durante el debate. Fernández ha asegurado que sus dos contrincantes en el encuentro son de “dos partidos que cuando han gobernado han sacado a violadores a la calle, han desprotegido a las mujeres y han traído a islamistas para quienes las mujeres son poco más que un mueble o un animal”. Dirigiéndose al candidato del PSOE, el dirigente de Vox le ha dicho que los socialistas “más que un partido son una manada”. “Son un peligro para las mujeres, pero especialmente para las suyas”, le ha espetado. Además, ha pedido a Unidas por Extremadura “pedir perdón por sacar a violadores de la cárcel o reducir penas a maltratadores”.
La advertencia de De Miguel a Gallardo
En el bloque de los posibles pactos postelectorales, Gallardo ha tendido la mano a Unidas por Extremadura. “Solo hay dos caminos, el de PP y Vox o gobernar con una mayoría progresista. Por encima de nuestras diferencias está Extremadura”, ha dicho. En esa línea, ha asegurado que “si hay mayoría progresista” el 21D se podrá “proteger y blindar la sanidad, la educación y dar esperanza” a las nuevas generaciones.
De Miguel ha defendido una idea similar aunque con matices. “Hay dos alternativas, un bloque reaccionario y conservador y uno progresista”, ha apuntado. Pero, a renglón seguido, ha insinuado que ese acuerdo no podrá producirse si la negociación está encabezada por Gallardo, imputado por el caso de la contratación del hermano de Pedro Sánchez. “Quiero liderar un gobierno progresista y algunos tendrán que dar un paso a un lado”, ha dicho, antes de dirigirse a Gallardo y afirmar que le produjo “mucho bochorno el aforamiento” del dirigente socialista justo cuando fue imputado. “El PSOE se merece una reflexión profunda”, le ha espetado, además de remarcar que hay dirigentes que mantienen una mochila “incompatible para llegar a acuerdos”.
Los representantes de la izquierda han insistido también en la falta de independencia del candidato de Vox. “Da igual lo que diga el señor Fernández, será lo que diga Abascal”, ha asegurado Irene de Miguel, de cara a lo que pueda hacer la extrema derecha tras el 21D. Y Gallardo, por su parte, ha asegurado que Guardiola “ha dejado a su testaferro de Vox para que venga a defenderla”, mientras Fernández trataba de desvincularse una y otra vez del PP a pesar de que su partido la hizo presidenta en 2023 y gobernó con ella hasta que la dirección nacional de Vox decidió romper con los populares, en verano de 2024.
De Miguel ha ironizado precisamente con la híper presencia de Abascal en la campaña. “Los que vienen a Extremadura a andar en caballo es que precisamente no vienen a defender a la agricultura familiar, sino al terrateniente”, ha dicho. “Abascal viene a disfrazarse de señorito Iván”, ha añadido, mientras el portavoz de Vox intentaba cortarle. De Miguel ha pedido a los agricultores extremeños “que dejen de escuchar los cantos de sirena de quien solo quiere arruinar el campo”, en alusión a la extrema derecha. Y el candidato de Vox le ha dicho que cada vez que Abascal viaja a Extremadura “es aclamado” por los vecinos.
Vox llama “más que delincuente” a Gallardo
El debate había comenzado con un cruce de reproches entre la izquierda y la extrema derecha. Tanto Miguel Ángel Gallardo como Irene de Miguel han considerado a Óscar Fernández como “portavoz” del Gobierno de Guardiola. “Está representada por el señor Fernández, aunque [ambos dirigentes] estén en modo Pimpinela”, ha ironizado, por su parte, el socialista Gallardo.
El representante de la extrema derecha ha llamado al del PSOE “más que un presunto delincuente” y ha calificado a la de Unidas por Extremadura como “representante de la miseria”. “Se le está poniendo cara de vicepresidente si le dan los números”, ha insistido De Miguel, dirigiéndose a Fernández Calle.
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