Concentración en repulsa por la primera agresión lesbófoba a dos jóvenes en La Palma
Santa Cruz de La Palma ha acogido en la tarde de este martes una concentración de repulsa por la agresión lesbófoba de un hombre a dos jóvenes que tuvo lugar en días pasados en una calle céntrica de la capital palmera y que constituye un hecho insólito en la isla. El acto, en el que se leyó un manifiesto, se llevó a cabo delante del Ayuntamiento bajo el lema ‘Ni una agresión sin respuesta’ y contó con la participación de numerosas personas.
La Asociación Violetas LGTBIQ+, que convocó la concentración, manifestó recientemente que “ya hemos denunciado en varias ocasiones ataques hacia el colectivo en La Palma, pero nunca habíamos tenido que hacer una denuncia de estas dimensiones”. “Esta es una de las caras más crudas de la violencia que sufrimos. No se puede tolerar que ninguna agresión al colectivo quede impune. En este momento debemos apoyar a todas las personas LGTBIQ+ para decir NO al odio y a la violencia”.
En el manifiesto leído este martes remarcaron que “es la primera vez que, como colectivo, nos encontramos ante la situación de tener que denunciar una agresión lesbófoba de esta dimensión en la isla de La Palma. Hace dos fines de semana dos compañeras fueron atacadas en estas calles que hoy estamos volviendo a hacer nuestras”. “Estamos hartas de la normativización y la imposición moral y religiosa sobre nuestros cuerpos, deseos e identidades”.
'Fachita, escucha, lesbianas en la lucha', 'De norte a sur, de este a oeste, ¡la lucha sigue, cueste lo que cueste!',' ¡Estoy hasta el culo de tanto macho chulo! o 'En la calle y sin permiso las lesbianas existimos' fueron algunas de las consignas que se corearon.
Manifiesto
Desde Violetas LGTBIQ+ queremos darles las gracias por participar en este día, por sacar la bandera y el orgullo cuando tratan de silenciarnos, humillarnos, agredirnos. Hoy nos reunimos esperando no tener que hacerlo nunca más por este motivo. Nos reunimos desde la frustración y la rabia. Nos reunimos desde la resistencia y la sororidad.
Es la primera vez que, como colectivo, nos encontramos ante la situación de tener que denunciar una agresión lesbófoba de esta dimensión en la isla de La Palma. Hace dos fines de semana dos compañeras fueron atacadas en estas calles que hoy estamos volviendo a hacer nuestras.
Hoy, 6 de septiembre, venimos a hacer insolente nuestra presencia. A recordar que las lesbianas, las bisexuales, las trans, existimos, sin permiso. A hacer patente que nuestra simple existencia asalta la heterosexualidad obligatoria y celebra la alegría, el placer y el amor entre mujeres. Estamos hartas de la normativización y la imposición moral y religiosa sobre nuestros cuerpos, deseos e identidades.
Por eso, la disidencia se une para condenar cualquier acto de violencia. Le decimos no al odio contra el colectivo LGTBIQ+, le decimos no al clasismo, al racismo, al colonialismo, al capacitismo, a la gordofobia. Le decimos no a las leyes de extranjería. Con rebeldía agarramos el micro para gritar que organizaremos la rabia hasta transformarla en florecimiento colectivo, poniendo la ternura y el cuidado en el centro de nuestra revolución.
¡Viva la rebeldía disidente!
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