Una huelga y la llegada de varios vuelos a la vez congestionan la zona de recogida de equipaje del aeropuerto de Gran Canaria

Largas colas en la zona de recogida de equipaje del aeropuerto de Gran Canaria. Un vídeo difundido por uno de los viajeros de un vuelo internacional que llegaba al aeropuerto de la isla este miércoles así lo mostraba. Todo podría apuntar a que el principal culpable de esta tediosa espera era el control sanitario antes de cruzar la puerta para llegar a la zona de llegadas, pero no. Lo cierto es que ese día confluyeron algunos factores que hicieron que se congestionara el tráfico de viajeros más de lo habitual en una misma zona, pero solo durante algunos minutos.

El vídeo está grabado en un momento en el que se habían unido al menos las llegadas de tres vuelos diferentes, algo que ha ocurrido siempre en todos los aeropuertos con COVID y sin COVID. “Durante un periodo de entre ocho y diez minutos” los técnicos organizaron al gentío y, poco después, la cola empezó a diluirse, como asegura Aena a este periódico.

Este miércoles, además, era la segunda jornada de huelga de los trabajadores de Groundforce, empresa que presta el servicio de asistencia en tierra en el aeropuerto de Gran Canaria junto a Iberia, lo que provocó retrasos en las salidas de algunos vuelos, demoras en la entrega de equipaje y que pasajeros volaran sin sus maletas. En cualquier caso, fue otro detonante para que ese día en la zona de las cintas de equipaje “hubiese más movimiento del habitual o la espera por las maletas fuese mayor”, indica la entidad.

Control sanitario a la llegada

En cuanto al polémico control sanitario a la salida del aeropuerto, muchos usuarios han afirmado que no se les pide ni certificado COVID ni PCR negativa. Lo cierto es que las exigencias sanitarias difieren entre vuelos nacionales y vuelos internacionales. En el primer caso, los controles a la llegada a los aeropuertos del Archipiélago son regulados por el Gobierno de Canarias, mientras que el control realizado a los pasajeros provenientes de otros países dependen de Sanidad Exterior, es decir, del Estado.

Por un lado, el Ejecutivo regional ha dispuesto que las personas que entren en Canarias desde cualquier otro punto del territorio nacional presenten a su llegada el certificado COVID que acredite que están vacunados contra la enfermedad, la hayan pasado o que se hayan realizado una prueba con resultado negativo. En su defecto, el pasajero también podrá presentar una PCR negativa, sin necesidad de certificado, que es voluntario.

En cuanto a los controles de la llegada de pasajeros internacionales, solo se pedirán estos documentos cuando la persona provenga de un país de alto riesgo. De forma general, Sanidad Exterior requiere que las personas que vienen del extranjero cumplimenten un formulario de salud pública, una especie de declaración responsable en el que asegura que está libre de COVID. Una vez en el aeropuerto de llegada, las autoridades chequearán el código QR de dicho documento. El control a personas que lleguen de otros países a España puede quedarse ahí o puede pasar a un control secundario, en el que aleatoriamente se pide a algunos pasajeros el certificado COVID o la prueba negativa. En el caso de que la persona haya mentido en su declaración responsable y no disponga de esta documentación, además de la sanción económica que puede acarrear, pasa a lo que sería el control terciario, donde el viajero accede a una zona del aeropuerto que está ubicada en llegadas, en el caso del de Gran Canaria, donde le hacen una valoración médica que puede incluir o no un test de antígenos. Si da positivo, se activaría todo el protocolo COVID.