Hoi An: la joya más preciada de Vietnam
Una de las cosas que distinguen a Vietnam de otros países de su contexto es de qué manera están lidiando con el impacto de la ultra modernización. Al igual que lo que sucede con sus vecinos, el país está viviendo un proceso de crecimiento económico importante que algunos califican como milagro. Pero ese proceso no está desvirtuando el espacio urbano de sus principales ciudades que siguen manteniendo ese aspecto tan curioso resultado de la mezcla de los usos y costumbres locales con décadas de colonialismo francés. Vietnam sigue siendo uno de los destinos más auténticos del Sudeste Asiático (junto a Camboya los mejores países si quieres huir de las aglomeraciones turísticas y los pastiches –según nuestra opinión claro está-) y lo es por ese apego a la tradición que evita, como efecto visual más patente, la invasión de rascacielos de acero y cristal por todos lados. Hoi An es uno de los mejores ejemplos de esto que decimos. Situada en el centro del país (en plena costa y a sólo 29 kilómetros de Da Nang) esta joya ha sido declarada como Patrimonio Mundial de la Unesco por su imponente centro histórico, uno de los mejor conservados y mimados del país.
ENTRADAS .- Para acceder al centro histórico de la ciudad hay que pagar una entrada que es válida durante 24 horas y permite la entrada a cinco de los 21 lugares visitables del centro (museos, templos y/o monumentos). El precio de la entrada, al cierre de esta edición era de 4,4 euros (120.000 dongs). En la página oficial del Patrimonio de Hoi An se pueden consultar los monumentos que están incluidos en la entrada.
Hoi An se encuentra justo en la desembocadura del Río Thu Bon, que forma un amplio estuario con playas alucinantes a dos pasos de la ciudad. Dicen que Hoi An es la ciudad más bonita del país y nosotros no lo vamos a discutir. Los viajeros llegan hasta aquí (la mayoría en excursiones de un día lo que es un error) para ver su imponente barrio histórico de casitas amarillas: el barrio chino a un lado y el japonés al otro. Y entre medias un canal que desemboca directamente en el río y el imponente Chua Cau (Puente Japonés), un puente cubierto del siglo XVI que se cuenta entre los monumentos históricos más importantes del país (es la foto recurrente de la ciudad). En tiempos del Reino Champa, un estado hindú que floreció en la zona central de Vietnam entre los siglos III y XIX, el lugar era conocido como Hai Pho (lugar de la costa) y era el principal puerto del reino – los españoles que comerciaban con Champa desde Filipinas lo conocían como Faifo -. Por eso llegaron comerciantes de los países cercanos instalándose en sus propios barrios cerrados (en este caso japoneses y chinos). La Casa Tan Ky (Nguyễn Thái Học, 101; Tel: (+84) 235 3910 779) es un ejemplo magnífico de aquellos tiempos. Esta casona del siglo XVIII fue ocupada durante generaciones por una rica familia de comerciantes de origen chino y es una verdadera joya artística. La Casa Phung Hung (Nguyen Thi Minh Khan, 4) es la contrapartida japonesa a Tan Kay. La casa (siglo XVIII) es también una maravilla –aunque sobria si la comparamos con la otra- y alberga una pequeña exposición sobre el comercio en la ciudad durante su época gloriosa.
En aquellos tiempos de gloria y opulencia comercial, Hoi An se llenó de casonas de porte aristocrático grandes templos e imponentes edificios públicos como puentes, fuentes y casas de comercio que aglutinaban a las diferentes comunidades de comerciantes para la defensa de sus intereses y asistencia mutua. El Quan Trieu –salón de reuniones cantonés- (Tran Phú, 176) es el más importante de la ciudad y otra joya arquitectónica de primer nivel. El edificio, que es una clase magistral de arquitectura china se encuentra justo al lado de la Pagoda Cau, antiguo templo de la comunidad cantonesa de la ciudad. En el patio hay una fuente adornada con dragones de cerámica (nos recordó a Gaudí) que son una imagen recurrente de la ciudad. La Calle Tran Phú era la principal arteria del barrio chino. En ella se encuentran otros salones comunales. El de Puhc Kien (Tran Phú, 46) es el más antiguo de la ciudad (finales del siglo XVII) y un poquito más allá están los salones de las comunidades Duong Thuong –una construcción preciosa del siglo XVIII-(Tran Phu, 64) Hai Nan (Tran Phu, 10). El Salón Zhao Zhao está en el número 157 de Nguyen Duy Hieu (ver mapa).
Las calles del centro son el resultado de la mezcla de influencias. Mucho de vietnamita, otro tanto de chino y detalles japoneses. Este mestizaje se pone de manifiesto en las fachadas de las casitas que forman calles preciosas. Desde las alturas, toda la zona es un mar de tejados a dos aguas del que sobresalen las pagodas y los templos. Uno de los imprescindibles es el de Quan Cong (Tran Phu, 24), un imponente edificio construido por los comerciantes chinos a finales del siglo XVII que incluye todas las características fundamentales de los edificios religiosos chinos: un recinto grande plagado de pequeñas construcciones, uso virtuoso de la madera, tejas vidriadas, epigrafía por todos lados e iconografía con flores de loto, dragones y filigranas. Una maravilla, vamos. El templo era punto de visita obligado antes de emprender los viajes ya que se creía que el lugar daba buena suerte. El otro templo que hay que ver sí o sí es el de Hoa Van Le Nghia (Tran Phu, 64), un pequeño adoratorio situado en uno de los salones comunales menores. También hay pequeñas capillas familiares (las de Nguyen Tuong Nguyen Tuong -Nguyễn Thị Minh Khai, 8- y Tran Tran –Le Loi, 21- son las más destacables) y otras pagodas repartidas por el casco histórico
Después queda transitar e ir descubriendo los rincones de la ciudad y ver cómo viven las gentes del lugar. El Mercado Diurno está instalado entre las calles Tieu Lay y Tran Quy Cap y ocupa una larga nave cerrada repleta de puestos de frutas, verduras, carnes y pescados. Como todos los mercados vietnamitas, el lugar es un espectáculo más allá de que se vaya a comprar o no. Como sucede en otras partes del país, también hay un mercado nocturno que funciona en la pequeña isla situada justo en frente del casco histórico; en este mercado se puede cenar a muy. Este es un buen lugar para buscar alojamiento (hay grandes hoteles y multitud de casas de huéspedes y hostels). La ciudad está rodeada de arrozales. No hay más
MUSEOS DE HOI AN
Museo de la Cerámica Museo de la Cerámica (Tran Phu, 80; Horario: 8.00 – 17.00) La tradición de producción industrial de cerámica de la ciudad se remonta al siglo XIII, cuando se tejen las primeras redes de comercio con otros puertos asiáticos. Hay piezas de China, Japón, el Sudeste asiático, La India y Medio Oriente. Todas proceden de excavaciones arqueológicas en la ciudad y de barcos hundidos. El museo ocupa la casa de un antiguo comerciante de cerámica y cuenta con una colección de más de 400 piezas históricas. Sólo por ver el interior de esta preciosa casa de estilo vietnamita tres veces centenaria merece la pena entrar.
Museo del Folklore Museo del Folklore (Nguyen Thai Hoc, 33; Horario: 8.00 – 17.00) Se llama así pero en realidad es un museo etnográfico con objetos que sirven para explicar la vida cotidiana del lugar a lo largo de los siglos. Muy interesante la sala dedicada a las vestimentas de los distintos grupos étnicos que vivían en la ciudad. Y la casa está muy chula. Fue el primer museo de este tipo del país.
Museo de la Cultura Sa Huynh Museo de la Cultura Sa Huynh (Tran Phu, 149; Tel: (+84) 235 3861 535; Horario: 8.00 – 17.00) Es uno de los museos arqueológicos más importantes de Vietnam. Está centrado en la cultura Sa Huynn, una civilización de la Edad del Bronce que ocupó toda la zona central de Vietnam. Para amantes de la arqueología. Esta cultura floreció entre el 1000 y el 200 aC y es considerada como la precursora del Estado Champa.
Museo de Historia y Cultura de Hoy An Museo de Historia y Cultura de Hoy An (Nguyen Hue, 7; Horario: 8.00 – 17.00) Instalado en una antigua pagoda budista tiene colecciones históricas y arqueológicas que van desde lo más remoto de la Prehistoria hasta el siglo XIX.
Precious Heritage Art Gallery Precious Heritage Art Gallery (Phan Boi Chau, 26; Tel: (+84 ) 911 330 557; E-mail: Assistant.rehahn@gmail.com ). Para amantes de la fotografía. El proyecto personal del fantástico fotógrafo francés Réhahn que ha dedicado parte de su carrera a plasmar en imágenes la vida cotidiana de las minorías étnicas de Vietnam. El museo es una maravilla que merece mucho la pena ver. El museo se ha instalado en una preciosa casa colonial francesa.
VISITAR EL SANTUARIO DE MY SON (Tel: (+84) 510 3731 309; Ver Horarios ; E-mail: mysonstr@gmail.com) Este imponente yacimiento fue uno de los centros religiosos más importantes del Reino Champa. El sitio debió ser impresionante; y decimos debió porque primero fue sistemáticamente saqueado por arqueólogos franceses (que incluso mutilaron las esculturas para llevarse las cabezas a Francia) y, después, intensamente bombardeado por los norteamericanos durante la cruenta guerra vietnamita. Las ruinas están muy deterioradas, pero merece la pena hacer la visita. El recinto ceremonial ocupa un área amplísima y aún pueden verse restos de estatuas, impresionantes relieves y edificios en buen estado de conservación. Si has visitado Angkor Vat, en Camboya, el lugar te va a recordar a la arquitectura Jemer. Te recomendamos ir en un tour guiado desde el centro de Hoi An; primero porque te ahorras tener que ir hasta Trung Son, caminar un buen rato y deambular por el lugar sin información. Además, el precio de las excursiones apenas rondan los cinco euros. Por la noche hacen espectáculos de música y danza tradicional.
LA ALDEA ALFARERA DE THANH HA .- Thanh Ha se encuentra a poco más de cuatro kilómetros del centro de la ciudad (casi que da para un agradable paseo a orillas del Thu Bon. Esta pequeña población, que ocupa un banco arcilloso entre dos aguas, es famosa en Vietnam por su preciosa cerámica tradicional. En el pueblo hay varias tiendas y talleres de artesanos del barro y también el curioso Terracota Park (Block 5, Thanh Ha Ward; Tel: (+84) 510 3963 888; E-mail: info@thanhhaterracotta.com), un centro de interpretación y museo sobre la cerámica local con un curioso jardín de maquetas de edificios famosos del mundo hechos al detalle con barro (con la Sagrada Familia incluida).
LA ISLA DE CÚ LAO CHAM .- Un trozo de paraíso a pocos kilómetros de la costa. Las barcas fuera borda que te llevan hasta la isla salen desde la propia Hoi An (frente al Café Des Amis) o en la orilla norte de la desembocadura del río. Los precios de los billetes rondan los dos euros al cambio. Lo habitual entre los mochileros es hacer al menos una noche en la isla en alguna de las casas de huéspedes y explorar la isla alquilando alguna barca (unos ocho euros) o a pie. La otra opción es hacer una excursión de un día desde la ciudad con guía y equipo de esnorkeling (gafas y tubo). Las excursiones cuestan unos 18 euros por persona e incluyen la comida. Hay excursiones de dos días por unos 30 euros que incluyen el alojamiento. Sólo se pueden visitar las playas y los pueblos ya que los impresionantes bosques son zona militar restringida. Para ir a las islas a pernoctar necesitas la invitación de alguna de las casas de huéspedes que hay. Te dejamos las que tienen página web:Cham Island Homestay,Lau Thu, Nhà nghỉ Trang Vũ.
LAS PLAYAS DE HOI AN .- No son las mejores de Vietnam pero son buenas. A pocos kilómetros del centro de la ciudad se encuentran los extensos arenales que, desde la desembocadura del río, suben hacia el norte hasta la mismísima Da Nang. Cua Dai y An Bang son las playas más turísticas de la zona y empiezan a tener lo que será una zona de resorts. Hay que ir antes de que se carguen el lugar. Una excursión en bicicleta a la playa desde la ciudad atravesando los arrozales es una auténtica gozada. El agua está limpia y algo fría (nada que ver con las aguas calientes de Tailandia y otras zonas tropicales), pero da gusto estar en playas limpias y prácticamente solitarias en las que podrás ver a los pescadores con sus curiosas barquitas circulares. Los vietnamitas van poco a la playa.
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