Entre violines y altos cargos de la Consejería de Salud, el consejero César Pascual (PP) ha presentado este martes en el Centro Botín de Santander el Plan estratégico para Cantabria que dirigirá las políticas sanitarias entre 2025 y 2029. Seis años después del último Plan (2014-2019), que precisamente se redactó bajo un gobierno del PP, los actuales gestores quieren imprimir un giro radical a la asistencia sanitaria sobre la base de tres conceptos: prevención, cercanía al paciente y digitalización sin complejos.
En un ejemplo de política-espectáculo, la Consejería de Salud ha elegido el Centro Botín como escenario para la presentación de unas líneas estratégicas en donde no faltaron las actuaciones de SaludArte, pantallas de plasma y presentaciones formato spot. “Yesterday”, 'My way“ y ”Alfonsina y el mar“ se han interpretado entre intervención e intervención, sin que faltara el 'saluda' de la directora ejecutiva del Centro Botín, Fátima Sánchez.
El acto ha contado con la presencia de la consejera de Bienestar Social, Begoña Gómez del Ríos, altos cargos de los principales departamentos de la Consejería y representantes de colegios profesionales como los de Médicos y Enfermería. Y poco más, algún representante de la Universidad, maestros de ceremonias y una exposición a cargo del director de Planificación, Óscar Fernández, quien ha expuesto los conceptos del futuro sanitario de Cantabria. No han acudido representantes de otros partidos políticos con representación parlamentaria, institución que aún no ha debatido este documento aprobado hace unos días.
Tras su aprobación en Consejo de Gobierno el pasado 12 de junio y de su puesta de escena pública este martes, el Plan de Salud se remitirá al Parlamento de Cantabria “para su conocimiento y al Ministerio de Sanidad para su inclusión en el Plan Integrado de Salud”.
Momentos previos a la representación, el consejero de Salud ha hecho declaraciones, sin concretar económicamente el Plan, aunque ha señalado que el presupuesto de este y de otras áreas supondrán el 40% de los recursos públicos autonómicos durante los próximos años, vía cuentas públicas.
“El plan no tiene una concreción presupuestaria -ha señalado-. El presupuesto de la Consejería es el 34% del presupuesto regional y calculamos que con el presupuesto del resto de consejerías alcanzaríamos el 40% que estaría enfocado a salud”.
“Lo más importante del plan es que disponemos de un nuevo documento de referencia en la Comunidad -ha insistido momentos antes de comenzar el acto-. Tenemos que saber qué salud queremos para los ciudadanos de Cantabria y qué camino tenemos que recorrer. La existencia de un plan general es fundamental porque marca las distintas estrategias”.
Pascual, dirigiéndose a los presentes, ha derrochado entusiasmo y optimismo. El Plan de Salud va a ser “revolucionario” y “romperá moldes”. Ha establecido seis grandes líneas estratégicas que se desarrollarán a futuro: una salud transversal que afecte a todas las políticas del gobierno; una salud basada en “experiencias humanas”; una “salud compartida” con organizaciones y entes de todo tipo; una “salud cercana” con la Atención Primaria como el “cuartel general”; “una salud de valor”, en la que no tenga cabida “el despilfarro”; y una “salud de futuro” con la asistencia de la Inteligencia Artificial.
Una Cantabria sin enfermos
A falta de concreción, lo que sí tiene el plan es una “filosofía”: “Queremos que no haya enfermos en Cantabria. Vamos a tratar muy bien a los enfermos, pero nuestra labor va a ser más preventiva para que no enfermen y tengan que venir al sistema sanitario. Este cambio de filosofía es para mí lo fundamental del Plan”, ha explicado.
“Es un plan muy transversal orientado a las personas y a las acciones del gobierno. Los ciudadanos de Cantabria tienen un relativo buen estado de salud y queremos que los ciudadanos se responsabilicen más de su salud y que el sistema se adapte a cambios sociales como el envejecimiento”, ha opinado.
La Atención Primaria desempeñará un papel clave, configurándose como el eje vertebrador del sistema de salud. El objetivo propuesto es mejorar la accesibilidad, reducir la carga burocrática y dotar a los profesionales de herramientas que optimicen su labor, garantizando una atención más resolutiva y cercana a la ciudadanía.
La digitalización y la innovación tecnológica constituirán una palanca de cambio, se defiende desde la Consejería, “permitiendo optimizar la gestión de los recursos, mejorar la coordinación asistencial y facilitar el acceso a servicios sanitarios avanzados. Se apuesta por herramientas que mejoren la interoperabilidad de datos, la teleasistencia y la toma de decisiones basada en evidencias, asegurando que el sistema sea más eficiente y accesible”.
Pascual ha vuelto a referirse al deseo de poner término a las listas de espera con un plan de choque, y la constitución de un comité ciudadano que “vigilará” el día a día de la sanidad cántabra.
Al final de la exposición pública, los visitantes han sido invitados a pasar a ver la muestra sobre la pintora Maruja Mallo, que estos días se expone en el Centro Botín.