Una empleada de la residencia de mayores Vitalitas San José, en Guarnizo, que acudió a trabajar con síntomas de COVID, ha provocado un brote en el centro, con una veintena de casos, entre usuarios y plantilla.
En concreto, se han contagiado 17 residentes -ninguno de ellos está grave, aunque dos han tenido que ser hospitalizados- y cuatro trabajadores, según datos del Instituto Cántabro de Servicios Sociales.
Por su parte, el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha informado del origen del foco este martes, en declaraciones a los medios durante la visita al nuevo consultorio de Piélagos.
“A estas alturas de la pandemia nadie puede ir a trabajar con síntomas compatibles con coronavirus”, ha remarcado.