'Con alma de cántaro', una iniciativa para proteger y dar a conocer el patrimonio alfarero de Mota del Cuervo
Mota del Cuervo es uno de los “pocos núcleos” de cerámica femenina de España, con una “importantísima” tradición alfarera en torno al cántaro y sus cantareras. Los procesos y técnicas alfareras de la localidad conquense son “muy antiguos” y han permanecido “inalterables”, pero los oficios alfareros están “a punto de desaparecer”. Es para evitar esta desaparición que la localidad ha puesto en marcha el proyecto 'Con Alma de Cántaro', que quiere poner en valor la tradición, la cultura y el arte local.
De este modo, se han programado distintas visitas guiadas gratuitas a la exposición del mismo nombre, para descubrir “toda la historia de este emblemático barrio y su alfarería”. Se pretende realizar una labor educativa y didáctica con la finalidad de transmitir la cultura y tradiciones locales. Además, se volverá a dar protagonismo al horno árabe, el único que se conserva en la localidad, los días 2, 3 y 11 de septiembre para poder observar los “laboriosos y fascinantes” procesos de enhornado, cocción y deshornado de cántaros y otras piezas tradicionales.
Este proyecto se ha puesto en marcha desde la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Mota del Cuervo y la cofinanciación de la Diputación Provincial de Cuenca. Las visitas guiadas pueden reservarse en el teléfono de la oficina de Información Turística 697733683, también por mensajería instantánea, a través de WhatsApp.
Los hornos de Mota del Cuervo
Durante la década de los años treinta y cuarenta, eran siete los hornos alfareros que se mantenían en funcionamiento y que cocían una vez por semana, según indican desde el Ayuntamiento de la localidad. En la década de los sesenta ya sólo eran: el del Bete, el del Zato, el de Braulio, el de la Conce, el de Maria Juana y el de Jorquilla. Pero la decadencia de la alfarería y también las particiones de las casas en las transmisiones hereditarias hicieron que para 1972 sólo quedasen dos.
Fue en ese año cuando el Ayuntamiento adquirió el Horno de la Plaza de la Cruz Verde, con el fin de cederlo para la cocción de cántaros y objetos de barro de forma gratuita a los artesanos y evitar que desapareciera esta muestra de artesanía moteña. Su interés radica en el valor cultural de este tipo de construcciones íntimamente ligadas a la vida económica del lugar en épocas aún recientes. Se trata de una remodelación del antiguo horno de la Conce.
Consta de dos cámaras: una subterránea que sirve para la combustión con un único acceso, y la superior, donde se colocaban las piezas. Las dos cámaras se comunican entre sí por las “lumbreras” que sirven para difundir el calor a los cacharros que han de cocerse. Tiene una puerta lateral por donde se carga y se descarga la obra (una trilla de madera), un respiradero en el techo y en la parte inferior la boca de la caldera para introducir la leña. Interiormente está revestido de ladrillo refractario.
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