La amenaza de las camas cerradas en verano
Albacete, Guadalajara, Cuenca y Toledo son las capitales en las que se han señalado posibles cierres de camas en la época de verano. Las denuncias de los sindicatos se responden por parte del Servicio de Salud de la región como medidas de adaptación según las necesidades de la población durante la época de calor, en la que, según la Administración, de forma histórica muestra una baja de demanda por parte de los ciudadanos. Sin embargo, las organizaciones sindicales indican que estas medidas de ahorro podrían amortizarse, evitando las derivaciones a instituciones privadas.
Es lo que ha ocurrido en Manzanares, donde la Federación de Servicios Públicos de UGT de la localidad ha demandado un necesario incremento de la actividad en su Hospital, de la que dependen otros municipios como Alcázar de San Juan, Tomelloso o Argamasilla de Alba. El sindicato ha condenado la “falta de interés” de la administración en impulsar las actividades de este complejo hospitalario, que ha llevado a que los pacientes tengan que esperar más de un año o verse forzados a asistir a un entro privado para realizarse pruebas diagnósticas. Además, se ha señalado también que el Plan Funcional del Centro refleja que las actividades del centro se recortarán en un 50% durante el verano, mientras se mantienen las derivaciones a clínicas privadas en varias áreas de salud.
En la provincia de Cuenca, el Hospital Virgen de la Luz, referencia sanitaria en toda la región, se ha convertido en un centro de protestas y concentraciones, debido a los continuos recortes que han sido denunciados como una 'desvertebración de toda la provincia'. El personal del centro ha señalado cómo los medios del centro disminuyen día a día, lo que se remata con el anuncio del cierre de 42 camas durante los meses de verano, aduciendo que los “conquenses se van a la playa”. Además de estos anuncios, el servicio de neurocirugía o el gabinete de hemodinámica se mantienen cerrados, a pesar de la demanda de los profesionales, lo que obliga a los pacientes a trasladarse, a pesar de ser pacientes que sufren enfermedades de gran gravedad. A esto se le suma el gran impacto económico, a raíz de los despidos de profesionales sanitarios, y a trabajadores que dependen de un centro considerado como la “principal empresa de la provincia”.
La Gerencia del Área Integrada (GAI) de Guadalajara anunció el cierre del 30% de las camas durante los meses de verano, señalando incluso que son cifras menores respecto a otros años. Este anuncio seguía la denuncia de la Federación de Servicios Públicos de UGT de la provincia, que señaló el cierre del 53% de las camas del Hospital de Guadalajara, lo que significan 217 camas menos. A pesar de estos números, el centro se apresuró a asegurar que la calidad de la asistencia estaría garantizada, argumentando que recortar los servicios en esta época es una práctica habitual, repetida por direcciones anteriores, y que, en caso de haber problema, se procedería a “contar con las camas que fueran necesarias”. Los quirófanos, aseguran, se mantendrán con los mismos servicios y que en septiembre se abrirá uno más, respecto al verano pasado.
155 camas se cerrarán en Toledo en agosto, que será el pico de la época de verano. A pesar de que SATSE Toledo, sindicato de enfermería, ha “agradecido la transparencia del SESCAM” al hacer este anuncio, también ha indicado que este tipo de medidas son irresponsables por parte del servicio, que se une al déficit crónico de profesionales y recursos que sufre el sistema. En total, las camas cerradas en el Complejo Hospitalario comenzarán con 50 a principios de julio, que subirán hasta alcanzar las 66 a mediados del mismo, finalizando con el cierre de 82 plazas, sólo en el Hospital Virgen de la Salud. A esto se le debe sumar el cierre de camas en el Hospital del Valle, 48 camas, además de las 25 en el Hospital Provincial. CSI-F denunció también que la suma de los cierres alcanzarían las 764 camas en los tres hospitales de Toledo.
