Cientos de personas exigen en Toledo un pasaje seguro para los refugiados
Alrededor de 300 personas han salido a la calle en Toledo para unirse a las manifestaciones que se han sucedido en toda España en apoyo a las personas refugiadas y en contra de las políticas del Gobierno español y de la Unión Europea en cuanto a la acogida de aquellos que huyen de la guerra. Con motivo del Día Internacional del Refugiado, en Castilla-La Mancha, estas movilizaciones se han producido en todas las capitales de provincia excepto en Ciudad Real, donde la Junta Electoral de Zona ha prohibido la manifestación. La capital regional ha congregado tanto a ciudadanos como a representantes de varios colectivos, convocados por la Plataforma Castellano-manchega de Apoyo a las Personas Refugiadas, que han realizado el recorrido desde el Parque de la Vega hasta la Plaza de Zocodover.
Para representar su apoyo a los refugiados, muchos manifestantes portaban maletas y bultos de viaje en los cuales habían pegado carteles con el relato de varias experiencias de desplazados: desde la guerra de Siria, pasando por el conflicto saharaui hasta aquellas personas que han tenido que abandonar sus países de origen por su condición política, ideológica, religiosa o sexual. Con todas estas maletas se ha construido un muro y una alambrada bajo el cual se ha estampado un único mensaje: 'Vergüenza'.
La petición de un pasaje seguro en Europa para estas personas y el rechazo al acuerdo de la UE con Turquía han sido las proclamas más repetidas por los manifestantes. Al término de la manifestación, se ha procedido a la lectura del manifiesto conjunto en el que se proclama que las políticas europeas de migración y asilo, lejos de dar una respuesta solidaria, basada en el respeto a los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas, “han puesto en grave riesgo las vidas de miles de personas, muchas de ellas mujeres y niños, convirtiendo el mar Mediterráneo en la mayor fosa común en el mundo donde han muerto más de 25.000 personas en los últimos 15 años”.
También establece que el acuerdo que los líderes europeos firmaron con Turquía vulnera la Carta Internacional de Derechos Humanos, la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, el Convenio Europeo de Derechos humanos y la Convención de Ginebra para los Refugiados, así como diferentes directivas europeas en materia de asilo.
“Un acuerdo que propicia el naufragio de la Europa social, abandonando los valores y los principios que configuran Europa como un espacio común de libertad, seguridad y justicia, fundada sobre los valores de la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad”, añade. De hecho, apunta que la UE, lejos actuar conforme a los valores que fueron “el cimiento del proyecto europeo”, sigue impulsando recetas que “han fracasado en el pasado y han provocado miles de muertes”.
Por todo ello, exigen a Europa y a sus estados miembros cambiar el enfoque de las políticas de migración y asilo poniendo en el centro a las personas y a sus derechos, cumplir la legalidad europea e internacional, retirar el acuerdo de la UE y Turquía, habilitar vías legales y seguras para que las personas refugiadas no tengan que arriesgar su vida en peligrosas rutas, y garantizar que las mujeres no estén sometidas a violencia sexual y de género, y que los menores y las personas con diversidad funcional reciban la protección adecuada.
Acogida digna, rechazo a discursos xenófobos y zonas militarizadas
El manifiesto incluye igualmente otras peticiones como garantizar una acogida digna y adecuada protección, garantizar la protección de las organizaciones y personas que apoyan a la población refugiada, combatir activamente los discursos y narrativas xenófobas, incorporar en las políticas migratorias a nivel europeo el objetivo de la gestión de las nuevas fronteras invisibles que se están generando en ciudades y barrios, y finalizar la militarización de las zonas que pueden derivar en conflictos aún más complejos con “gravísimas consecuencias para la población”.
Asimismo, al Gobierno español le demandan retirar su apoyo al acuerdo de la UE-Turquía, agilizar la acogida de personas refugiadas a través de los programas de reasentamiento y reubicación, reforzar el sistema nacional de acogida a refugiados, respetar escrupulosamente los derechos humanos en la frontera sur y resto de Europa, llevar a cabo acciones específicas de información y sensibilización de la opinión pública española sobre la situación de emergencia actual y sus causas, e incrementar los fondos para ayuda humanitaria y ayuda al desarrollo “sin utilizar los fondos de cooperación internacional como compensación o incentivo al control de fronteras ni destinarlos a la atención de personas solicitantes de asilo y refugio en Europa”.
