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Ni todo el ruido del mundo, la desinformación y la campaña de marketing financiada con el dinero de todos los conquenses por el Ayuntamiento de los señores 'X-Cuenca' en contra de la infraestructura del tren va a silenciar los plantes y el trabajo con el que siguen avanzando con datos, los defensores del Ferrocarril para que se innove en este recurso no solo como un instrumento de movilidad sino como motor socioeconómico de empleo y atracción de empresas, que permita avanzar en progreso, desarrollo y derechos sociales a las personas de Cuenca, Tarancón y de los pueblos y comarcas por los que transcurre esta vía. Derechos sociales que no son percibidos de igual modo por el Partido Socialista conquense en un asunto de vital importancia para hacer frente a la despoblación.
Querer a un territorio lleva implícita la acción de ofrecer soluciones a las necesidades de sus gentes, pero sobre todo de dotarles de oportunidades para que sigan creciendo y avanzando. Ese es el trabajo de la Política con 'mayúsculas' y se demuestra con hechos y no solo con palabras, cuidando el potencial que ofrecen los recursos motores y no solo con leyes de despoblación que se quedan a medias, sin dotación presupuestaria y sin llevar a efecto.
Cupido pasó por la Estación del Tren de Cuenca, para dejar un mensaje de huella de descarbonización en el corazón y para decirnos algo que es evidente para todos, y es que tanto en el amor como en la política debe haber coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, para decirnos que el amor a Cuenca se demuestra con voluntad, creyendo, actuando e innovando por ejemplo en un proyecto piloto de tren de hidrógeno verde financiado con fondos europeos que sirva para la movilidad de las personas, la dinamización del turismo y para el transporte de mercancía ligera, potenciando al sector logístico en general con la creación de puertos secos y beneficiando con ello también a los camioneros que no tienen por qué verse excluidos en este proceso. No debemos mirar en términos de incompatibilidad, sino de posibilidad, crecimiento y complementariedad para avanzar en la capital, en Tarancón y en el resto de la provincia. Si en otros puntos de la región se puede, ¿por qué en Cuenca no? ¿Y si fuera posible? ¿Y si se pudieran hacer políticas diferentes a las actuales que beneficiaran el bien común?
Muchas personas en los últimos días se han indignado al constatar las decisiones políticas regionales de llevarse la Plataforma Logística y el desarrollo ferroviario a las provincias de Ciudad Real y Albacete. No debemos indignarnos, eso nos conduce al desaliento y la frustración. Debemos seguir trabajando para ser un poco mejores cada día, para superarnos a nosotros mismos, para aportar con nuestro apoyo y presencia desde nuestras casas, negocios y vidas únicas, el granito de fuerza necesario para conseguir un proyecto de ferrocarril que apoye Europa y que sea complementario al que ya se ha aprobado para otro punto de nuestra región.
Al alcalde, al presidente de la Diputación de Cuenca y a la delegada del Gobierno regional, Cupido les lanzó una flecha a distancia porque no asistieron, para que se enamoren de Cuenca y abandonen toda esperanza de pensar que los conquenses se van a rendir en el hecho de crear desarrollo vinculado al ferrocarril.
Aunque los mencionados gobernantes han demostrado ya su capacidad para cerrar una infraestructura histórica y guardar durante cuatro años en un cajón el Proyecto Serranía en Vía promovido por COACM, ADIF y el gobierno de Benjamín Prieto, con tren turístico y recuperación del Patrimonio Ferroviario de las Estaciones abandonadas, queda por saber si tendrán el valor de reconocer su grave error y se unirán a lo que todos queremos para Cuenca: esperanza, futuro, desarrollo y un gobierno que se preocupe de la gente, mejor dicho, de las personas, con hechos y no solo con lemas. Obras son amores y no buenas razones. Gracias a los dulzaineros Pipirigay por poner música tradicional al Patrimonio Ferroviario de Cuenca. Subieron los decibelios de la armonía en el barrio del tren, que echa de menos su paso diario.
Al finalizar, algunos de los asistentes nos acercamos a la interesantísima Conferencia de D. Manuel Fontán del Junco en el Salón de Actos abarrotado de la Real Academia de Artes y Letras que versaba sobre Zóbel, otro enamorado de Cuenca y los vínculos del futuro del pasado con la exposición del Museo del Prado de Madrid. Cuenca, ciudad Patrimonio de la Humanidad está conectada con la capital de España y así debe ser, para las Artes y la Ciencias, para el turismo, para las redes logísticas de mercancías, para la movilidad y para el desarrollo de todos aquellos sectores que nos permitan seguir creciendo.
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