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Toledo, septiembre, cultura. Un buen lugar, un buen tiempo y una buena circunstancia para paladear una de las ciudades europeas con más potencia de atracción cultural, tanto por su historia, por su patrimonio, por lo que ya hace y por lo que puede progresar. A este potencial y esta oportunidad de disfrute, se une la celebración del treinta aniversario de su declaración como Patrimonio de la Humanidad, algo que supone un valor añadido.
Septiembre se abre a lo grande, convirtiendo la ciudad de Garcilaso en la capital de la poesía. Las voces vivas de los poetas del mundo enriquecen con sus versos la cultura, los valores, las emociones y lo más digno que tiene la vida. Sus palabras, sus diversas lenguas, sus acentos y variadas dicciones se escucharán por las callejuelas, plazas y rincones de una ciudad que ya no es solo la de la tres culturas, sino una ciudad multicultural. El Festival de Poesía “Voix Vives, de Mediterráneo en Mediterráneo” se ha asentado con fuerza, bien llevado a los hombros organizativos de la sociedad civil, y que el Ayuntamiento, con excelente criterio, lo ha hecho algo suyo. Esta apuesta extraordinaria, ya en su quinta edición, forma parte visible de las señas de identidad de una ciudad que siempre fue poética, incluso en sus años de oscuridad. Además del medio centenar de poetas de una quincena de naciones, que se expresarán en nueve lenguas y ofrecerán cincuenta recitales cada día, este año la poesía, que en sí es música, también se canta; serán el histórico Paco Ibáñez y la flamenca Carmen Linares quienes pongan su personalísima voz al servicio de los versos en sendos recitales en el Teatro de Rojas.
Si el mes se abre a lo grande con la palabra que se dice y se canta, se cierra a lo grande con música también cantada y tocada. La Orquesta y Coro del Teatro Real, con su director titular, Ivor Bolton, clausuran la cuarta edición del Festival de Música El Greco en Toledo con un concierto que tendrá lugar en el imponente espacio de la Catedral Primada. Escucharemos el “Stabat Mater”, la obra que compusiera Rossini por encargo español y que se estrenó en Madrid el Viernes Santo de 1833. Música sinfónico-coral, de formato grande, para poner el colofón a un festival asentado en los firmes cimientos de la calidad. La grata visita de esta magna institución supone un peldaño más en las fructíferas citas que se van sucediendo año tras año en un camino ya rebosante de obras maestras. El Festival de Música El Greco en Toledo es una de aquellas semillas que se sembraron en el año del centenario del pintor cretense, toledano y universal y que ha prendido en la tierra abonada de una urbe que nació para la cultura y que es un excelente enclave musical. También aquí la sociedad civil, la Real Fundación de Toledo, lleva la iniciativa y el Ayuntamiento está presente en algo significativo para la ciudad.
Hay que seguir regando esta apuesta con altura de miras para que trascienda fronteras, pues Toledo tiene todo lo que hay que tener para ser, como Lucerna –lugar en el que he vivido y me he formado-, un extraordinario lugar para el mundo de la música. Desde luego hay que citar la figura de Juan José Montero (Toledo, 1975), director del festival, como un destacado referente para el rigor y para explotar el potencial cultural de la ciudad que lo vio nacer.
Entre la poesía que abre el mes y el concierto que lo abrocha, un sinfín de actividades. Entre ellas, el Festival Internacional de Jazz, a mediados del mes, que cumple su vigésima edición. La música de jazz, aunque compleja, es eminentemente popular. La plaza del ayuntamiento toledano será de nuevo un hervidero para vivir ricas sensaciones. Que se mezclen en la programación las figuras internacionales de máximo prestigio, como es Sheila Jordan, con grupos emergentes toledanos es digno de aplauso. Una manera de avanzar es valorar y ofrecer posibilidades a los artistas locales, que en muchas ocasiones son tan buenos como lo que viene de fuera.
No todo es música y palabra en este mes que gira entre el verano y el otoño. La cultura tiene amplios horizontes. La oferta del Ayuntamiento toledano se amplía con otros hitos que se vienen convirtiendo en tradición y, entre ellos, uno de los más atrayentes es el espectacular “Luz Toledo” del segundo fin de semana del mes, en el que las coloristas e impresionantes proyecciones sobre los muros de la catedral mostrarán un compendio histórico y patrimonial de la gran riqueza que atesora la ciudad.
No hay que olvidar propuestas tan interesantes como la conferencia programada por la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, a cargo de Miguel Fernando Gómez Vozmediano, que, bajo el título de “Toledo Imperial: una ciudad de pícaros y truhanas”, nos ofrecerá un pormenorizado repaso sobre ilustres personajes toledanos de los siglos XVI y XVII. También en el Centro Cultural San Marcos se podrán disfrutar exposiciones, como la de pintora Almudena Abad que llamará la atención con la surrealista realidad de sus lienzos. Y, asimismo, una nueva Jornada de Puertas Abiertas del Patrimonio Desconocido, planteada por el Consorcio, nos permitirá conocer el asentamiento de la Edad de Bronce del Cerro del Bu.
Lo sensorial y gustativo también tiene presencia en este conjunto variopinto y multiforme del septiembre cultural. La ciudad ha sido capital de la gastronomía y sigue mostrando su patrimonio culinario con actividades como las sorprendentes “cenas a ciegas” o el “Sunset Wine”, que este año llevará a cabo las degustaciones de los mejores vinos de la tierra en enclaves privilegiados desde los que contemplar los soberbios atardeceres toledanos. Si a esto unimos el III Campeonato Internacional de Cortadores de Jamón Ibérico ‘Ciudad de Toledo’, tenemos propuestas para paladear con mucho gusto.
El deporte, que también es cultura, estará presente con la esgrima. En este contexto tendrá lugar la Copa de Maestros de Esgrima, donde podremos apreciar el virtuosismo de los tiradores, tanto de quienes compiten, como de diferentes maestros en diversas exhibiciones.
Toledo es Sefarad. Durante una semana de este mes, bajo el lema ‘La Diáspora’, se ofrecerán visitas guiadas gratuitas por el barrio judío, conciertos de música sefardí, jornadas de puertas abiertas en las sinagogas y talleres infantiles. La celebración contará con el prólogo de la Jornada Europea de la Cultura Judía. Las juderías son un referente cultural en el mundo y la de Toledo tiene una presencia de ámbito universal con las joyas de sus sinagogas. Está muy bien que se celebre y se reconozca lo judío como parte de nuestro patrimonio identitario.
También la ciudad considera de manera especial a los jóvenes mediante la celebración de la XX Semana de la Juventud, en la que las actividades más propiamente culturales se mezclan y relacionan con otras lúdicas o deportivas.
En fin, un septiembre más que interesante. Yo, que soy muy partidario de la multiculturalidad en una sociedad que es caleidoscópica, creo que cultura es todo aquello que nos forma, nos informa, nos educa, nos entretiene y hace de nosotros personas más sensibles y con más valores ciudadanos. Por ello, escribo estas palabras en las que agradezco lo que planifica el Ayuntamiento para este mes y reivindico un Toledo que en lo cultural no se conforma con lo que es, sino que debe y quiere seguir trabajando para ir de más a mejor.