Y ellas... ¿dónde están?

¿Techo de cristal? ¿Techo de hormigón? Techo invisible.

Foro La Toja, referente del debate público en España en asuntos globales, con debates y conversaciones de alto nivel como un espacio de referencia en el debate intelectual y académico.

En la inauguración… vean.  “Una imagen vale más que mil palabras”:

Y… ¿dónde están ellas?

¿Dónde están ellas cuando se trata de temas de alcance global e innovador? Son espacios de alta representación masculina, donde las mujeres, aunque estén incorporadas a la vida social, política, empresarial y económica, los cargos de representación, en un porcentaje elevadísimo, los siguen ostentando los hombres.

Llama tremendamente la atención que hoy veamos esta imagen en todos los medios de comunicación y redes. A pesar de lo que denominamos progreso económico y social, resulta paradójico que la cuestión básica con relación al género permanezca inmutable.

Mary Anderson (limpiaparabrisas), Ángela Ruiz Robles (primer libro mecánico- ebook), Beulah Louise Henry (49 patentes y 110 inventos), Hedwig Eva MariaKiesler (coinventora del espectro ensanchado que permitiría las comunicaciones inalámbricas de largas distancias (WI-FI), Stephanie Kwolek (Kevlar- fibra de alta resistencia) o María del Carmen Ortiz de Arce (aparato para que los ciegos pudiesen escribir en el sistema Braille y Llorens).

Mujeres que en muchos de los casos no podían ni utilizar su nombre para registrar la patente, y usaban pseudónimos o el nombre de sus maridos porque se lo impedían las leyes de la época. Y, sin embargo, su aportación al mundo hasido global, de una manera innovadora, dando la bienvenida a otra forma de mirar el mundo.

Esta imagen, bien podría ser del siglo pasado. Y no. No es casualidad, ni un hecho aislado. Nos envía un claro mensaje de desequilibrio en la representación, en espacios relevantes y de alto nivel.

Las medidas de acción positiva, como herramienta correctora de las desigualdades entre mujeres y hombres, pueden haber sido efectivas hasta los puestos intermedios, pero cuando se trata de máxima responsabilidad y disponibilidad, esas ventajasestán reservadas al sexo masculino.

Pretender avanzar, caminar hacia un mundo mejor, sin la mitad de la población, nos augura un mundo simplista, parcial y pobre. Vacío de la otra mirada… la de las mujeres.