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El folklore que se actualiza con música electrónica: “Vamos a encontrarnos con nuestros ancestros en la pista de baile”

Castora Herz, en una sesión.

Alba Camazón

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La ventaja de una mesa de mezcla es que es muy versátil: puede servir para recordar a Avicii o una jota castellana. Permite mezclar las jotas, los charros, las seguidillas y los pasodobles con tecno, house, reggaeton, dembow, trap... La fusión no tiene límites. En un intento de “actualizar” la música tradicional surgen artistas como Delameseta o Castora Herz y La Cuadrilla, que actuarán por primera vez en Valladolid este sábado en la sala Cientocero.

“En Castilla la música tradicional nunca pasó de la esfera popular. Se quedó en lo rural, no como en Andalucía, por ejemplo, que consiguió que el flamenco se convirtiera en 'pop' en algún momento. Aquí la música tradicional se ha quedado desfasada y queremos romper con eso”, explica a este diario Santi Sierra, DJ de Delameseta —también conocido por su proyecto musical 'El Chacho Cósmico'—.

El productor palentino Castora Herz cree que durante la dictadura franquista el folklore se asoció al régimen, con la llegada de la democracia, se contrapuso a la cultura “moderna”. “Ahora ya ha pasado tiempo suficiente como para que la gente se dé cuenta de que eso no era el régimen, eso éramos nosotros y se habían apropiado de ello”, explica este productor, que hace unos años cambió Berlín por Ampudia (Palencia).

Castora trabajaba como DJ en Berlín y tenía un estudio enfocado en la cumbia y músicas caribeña y africana. Pinchaba en capitales europeas y América Latina cuando escuchó a Nicola Cruz, un productor ecuatoriano que mezclaba con música andina. “Yo pinchaba después que él en un festival y no sé... fue como una especie de relación. Me volví a Berlín y con mi amigo Diego Piñeiro (productor musical) empezamos a investigar. Encontramos un vinilo de folclore de Salamanca y otro de música tradicional de Castilla ¡aquí en Berlín!. Y empezamos a samplearles [sic] y a investigar”, explica a este diario. Es entonces cuando conecta más con el folclore y decide volverse al pueblo. Concretamente, a Ampudia, un pueblo de Palencia que no llega a los mil habitantes.

En el show de este sábado, el productor musical estará acompañado de La Cuadrilla: músicos, cantantes, bailarines y una artista plástica. Castora ha creado su propio sello discográfico, Samain Music, en el que produce folktrónica y con la que han montado Samain Club, un evento audiovisual de música en directo, dj's, danza, vj's y otras disciplinas artísticas, donde el folklore Ibérico y las tradiciones peninsulares se mezclan “con las nuevas formas de entender la música y el arte contemporáneo de la actualidad”.

Me parece un error inspirarse en ese pasado para recrearlo, cuando en realidad lo que tenemos que hacer es vivirlo

Lucía López Enríquez Bailarina de danza de raíz

En estas semanas, la otra mitad (voces y percusión) de Delameseta ha realizado talleres de danza de raíZ. Con 'zeta' mayúscula, y lo explica Lucía López Enríquez: “Hace alusión a la generación Z, a lo nuevo, a lo que es presente. Yo soy Z. Creo que ahora mismo estamos en un momento en el que se está intentando volver al pasado para conocernos, para ver de dónde venimos, ¿no?”.

Todos coinciden en esa esencia: la de volver al pasado para comprender el presente. “Vamos a encontrarnos con nuestros ancestros en la pista de baile”, prevé Castora. “Ese sentimiento de todo este castellanismo, como de dar arraigo a lo que somos y a no avergonzarnos de lo que somos y sentirnos también orgullosos de lo nuestro. Siempre hemos renegado de lo castellano y de nuestras expresiones culturales. Y es como, joder, también aquí hay mucho ritmo, mucha música, mucha cultura”, explica Santi Sierra.

“Está un poco inspirado en lo que ya hacen en Galicia, que todos los chavales saben sacar qué puntos de muñeira y el más chulo y el mejor de la fiesta es el que mejor baila, ¿no? Pero no bailan como sus abuelos, bailan como ellos. Pues tenemos un poco esa idea, es decir, que en Castilla también podemos”, defiende López Enríquez, bailarina residente en Madrid. Con esa misma idea, el Samain Club convoca el Folkgorrio (jolgorio folklórico) el domingo en el Café Teatro, en el que todo el que quiera podrá llevar su instrumento tradicional o poner su voz, incluso solo para los curiosos. Todo, con el objetivo de crear comunidad en torno a la música.

“La idea es traer la tradición a 2023. Aquí esta música folklórica conecta más con su corazoncito, su raíz, el recuerdo de los abuelos y la infancia”, explica Castora Herz, que ha 'pinchado' también en otras partes de Europa. “En Berlín se vio como una cosa exótica... es gente muy abierta a nivel musical y lo disfrutaron bastante. Me vino una persona diciendo que se había pasado la hora diciendo: '¿Qué es esto? Qué maravilla'”, explica este productor musical.

“Un cambio de mentalidad”

Sierra cree que en estos años ha habido “un cambio de mentalidad”. “Lo que escuchamos y lo que hacemos es fruto de la globalización, la influencia de otros sitios está marcando lo que se hace y de repente llega un punto en el que los chavales dicen: 'no, voy a hablar desde lo que yo soy y voy a ir metiendo los ritmos de lo que yo soy'”, reflexiona este productor y músico vallisoletano.

Lucía López Enríquez también pone ese énfasis en la tradición. “Me parece un error inspirarse en ese pasado para recrearlo, cuando en realidad lo que tenemos que hacer es vivirlo. En nuestras fotos [de Delameseta] salimos con sudaderas, con gafas de sol, salimos siendo nosotros. Pero eso no significa que yo no pueda sacar una pandereta y ponerme a cantar e intentar ligar con alguien bailando una jota”, afirma.

Castora Herz cree que Castilla ha tardado más en “reconectar con sus raíces” que otras regiones españolas como Galicia, Andalucía o Asturias. “Está empezando a explotar. Todavía hay muy pocos proyectos, pero cada vez hay más gente que está descubriendo que la música de sus abuelas estaba espectacular y se pueden llevar a las discotecas y a las salas de conciertos”, explica.

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