Podemos cree que la Junta fabrica artificialmente listas de espera para luego privatizar

El coordinador de Podemos Castilla y León, Miguel Ángel Llamas, ha denunciado este viernes una estrategia premeditada de la Consejería de Sanidad y el PP para “fabricar artificialmente” listas de espera y utilizarlas posteriormente como “coartada” para privatizar y “contratar con empresas afines”.

En declaraciones a los periodistas, Llamas ha anunciado que acaban de plantear una reclamación ante la Oficina Independiente de Regulación y Supervisión de los Contratos (OIReSCon) para que investigue lo que Podemos ve como la “fabricación artificiosa” de las listas de espera y las “irregularidades procedimentales” que ha detectado en alguno de sus informes el Consejo de Cuentas de Castilla y León.

Llamas ha alertado de que en 2024 de las 50.000 quejas planteadas por los ciudadanos ante la Consejería de Sanidad por el mal funcionamiento de Sacyl, 30.000 de ellas correspondían concretamente con aspectos relacionados con los retrasos en la atención y las listas de espera, por lo que ha considerado este problema como “estructural”.

Por este motivo, el coordinador de Podemos ha lamentado que la Junta opte por planificar a 4 años las privatizaciones que realizará para “enriquecer a las empresas”, en lugar de “dimensionar las plantillas” en el servicio público para acabar con las listas de espera.

También ha denunciado que en 2024 las privatizaciones y conciertos sanitarios aumentaron el 18,4 por ciento, con hasta 200 millones aportados, según el último informe del CES.

Llamas ha reprochado a la ministra de Sanidad, Mónica García (Sumar), que en alguna ocasión haya manifestado que no quiere “molestar” a la sanidad privada, porque en opinión de Podemos acabar con las privatizaciones y proteger el servicio público “pasa por incomodar a las empresas del sector sanitario”.

Preguntado también sobre la polémica generada en torno a la postura del PP madrileño y del PP a nivel nacional acerca del aborto, Llamas ha considerado que están “haciendo el juego a la ultraderecha”, sin defender los derechos de las mujeres, por lo que ha considerado necesario “blindar el abordo en la sanidad pública”.

En su opinión, el cuestionamiento del derecho al aborto es un “señalamiento” hacia las mujeres que, indirectamente, propicia la “violencia machista”.