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El PSC rechaza la propuesta de Colau de repartirse la alcaldía con ERC en Barcelona

Imagen de archivo de la alcaldesa de Barcelona en funciones, Ada Colau, junto a Ernest Maragall  y Jaume Collboni en el balcón del ayuntamiento. EFE/Quique García

Pau Rodríguez

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La idea de una alcaldía tripartita de izquierdas en Barcelona ha durado apenas unas horas. La alcaldesa en funciones, Ada Colau, ha puesto sobre la mesa de ERC y el PSC un pacto de gobierno que incluye repartirse la alcaldía entre los tres. Esta fórmula, ha alegado la dirigente de los comuns, podía servir para superar la negativa de los republicanos de investir al socialista Jaume Collboni. Pero el PSC ya la ha descartado y ERC no se la ha tomado en serio.

Colau ha defendido en TVE su ansiada alianza “progresista” de 24 concejales, y ha detallado incluso cómo podría repartirse la alcaldía. Empezaría el republicano Ernest Maragall, que por sus cinco ediles le correspondería un año al frente del consistorio. Y luego año y medio para ella, que sacó nueve concejales, y Collboni, que obtuvo diez. 

Pero instantes después del anuncio, los primeros en enfriar la idea han sido ERC. La respuesta del partido ha sido que ellos no han recibido ninguna propuesta formal y que, por lo tanto, no la consideraban real. En todo momento han visto los republicanos una maniobra de los comuns para presionar a los socialistas. Y han añadido que para tomársela en serio debía estar consensuada antes con el PSC. 

Por su parte, la respuesta socialista a la fórmula tripartita ha llegado algo más tarde, pero ha sido más tajante si cabe. “No sería entendida por los votantes progresistas y no contribuiría a la estabilidad ni al rigor que el Ayuntamiento y su ciudadanía merecen”, ha manifestado la teniente de alcaldía en funciones y número tres de su candidatura, Laia Bonet.

Bonet ha insistido en que los socialistas se votarán a si mismos en la investidura y que son ellos la “única fuerza” capaz de “aglutinar una amplia mayoría de izquierdas” en torno a un “alcalde fuerte”. La dirigente socialista, además, se ha dirigido a ERC, a quienes acusan de vetarles. “Aragonès y Junqueras descartan esta propuesta [un pacto de izquierdas liderado por el PSC] y apuestan por un frente independentista con Xavier Trias”, ha lamentado.

Colau, que quedó tercera en las pasadas elecciones, había pedido por activa y por pasiva en las dos últimas semanas un acuerdo “progresista” de 24 concejales con PSC y ERC. La alcaldesa en funciones ha conminado a ambas formaciones a no tirar la toalla hasta el último minuto y a buscar “fórmulas imaginativas” para alcanzar el pacto, pero no ha conseguido sacar a los republicanos de su posición inicial: que no harán alcalde a Collboni. 

La ERC de Maragall, ya desde la mañana siguiente a los comicios, aseguró que su prioridad era hablar con Trias en tanto que ganador. Una estrategia avalada por la cúpula del partido y su líder, Oriol Junqueras, que aboga por pactos independentistas. Mientras tanto, el PSC ha insistido también –sin éxito– en unir a comuns y ERC en acuerdo de izquierdas. E incluso ha sondeado al PP para que le dé sus votos para evitar un alcalde de Junts, pero por ahora esta vía tampoco ha fructificado.

En la entrevista en TVE, su primera después de las elecciones, Colau ha aportado algunos detalles de esta fórmula de gobierno con tres alcaldes distintos que, ha argumentado, ya se aplica en otros municipios. En primer lugar, ha detallado, habría que negociar un programa compartido. “Tenemos mucho en común, propuestas a las antípodas de Trias”, ha declarado. 

En este sentido, han trasladado a ERC y PSC un documento con 10 propuestas con políticas municipales que incluye desde la aplicación de la Ley de Vivienda en Barcelona hasta la conexión del tranvía por la Diagonal. Con una redacción forzosamente genérica para convencer a ambas partes, el texto de los comuns planteaba trabajar para reducir las desigualdades, reducir las emisiones de gases contaminantes o mejorar los servicios de limpieza y los estándares de seguridad. 

Las diez medidas iban seguidas de la propuesta de reparto de la alcaldía y de la estructura del gobierno, que se distribuiría en dos tenencias de alcaldía para PSC y comuns y una para ERC. Y lo mismo con los distritos: dos, dos y uno, respectivamente. 

“Liderazgo y visibilidad”

El reparto de la alcaldía, según Colau, permitiría que “que todo el mundo tenga su momento de liderazgo y de visibilidad”. Con sus cinco ediles, empezaría Maragall. Porque es quien tiene menor representación y porque tiene una trayectoria más larga y este será su último mandato, ha explicado Colau. Luego vendrían ella y Collboni con año y medio cada uno, dado que la alcaldesa considera que, pese a tener los socialistas un concejal más que ellos, están en un “empate técnico de votos”. 

El último tramo de mandato sería con Collboni a la cabeza del consistorio barcelonés. “Llegaría a las elecciones como alcalde y eso al PSC le puede interesar”, ha expresado. 

Colau ha negado que esta sea una propuesta a la desesperada ante la imposibilidad de lograr un acuerdo con ERC y PSC. Ni que sea una fórmula que pueda conducir a un gobierno inestable. Preguntada por ello en la entrevista, ha respondido: “¿Y es bueno tener un alcalde de derechas que privatice servicios públicos, que no acabe el tranvía y que encima lo haga desde un gobierno en minoría que puede colapsar porque no llega a todo?”. “Es cierto que no es lo habitual, peo podemos ponernos de acuerdo”, ha añadido.

No ve un “veto” a Irene Montero

La alcaldesa en funciones ha valorado también el “acuerdo histórico” de la candidatura de Sumar rubricado el viernes pasado con una quincena de formaciones políticas de toda España. “No se había visto nunca en democracia”, ha celebrado. 

Colau ha lamentado asimismo que Podemos se haya quejado de los términos del acuerdo pese a suscribirlo, y ha añadido que ella no ve un “veto” a la ministra de Igualdad, Irene Montero, en la candidatura. “No todo el mundo puede estar siempre en las mismas listas, y ella es un activo político que puede aportar desde otros sitios”, ha afirmado. 

La dirigente de los comuns ha insistido en que la formación morada “dio por bueno” el pacto. “Cuando haces un acuerdo a 15 todo el mundo tiene que hacer renuncias. Podemos se lamenta de algunas de las cosas a las que ha renunciado, pero si saliese todo el mundo a quejarse… Muchos otros han renunciado a cosas importantes también”, ha zanjado.

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