Las familias desalojadas de Sants reclaman un hogar al gobierno de Colau frente al ayuntamiento
La situación de los familias de la calle Sugranyes 9 que ayer fueron desalojadas llega hasta la plaza Sant Jaume. Al menos nueve de estas familias que protestaban fueron desalojadas a las cuatro de la madrugada de la sede del distrito de Sants-Montjuïc por la Guàrdia Urbana de Barcelona. Este viernes se han dirigido a las puertas del ayuntamiento para pedir una solución.
Esto sucede tras las largas conversaciones que se produjeron durante este miércoles a la tarde y noche entre los representantes del Ayuntamiento y las familias desahuciadas. Según denuncian los propios vecinos “no había pensión para todos, no aseguran el tiempo ni derecho a cocina, ni si luego van a entrar en mesa de emergencia ni cuanto tardará”. Por este motivo, hoy se han desplazado ante la plaza Sant Jaume para exigir que sean atendidos.
“Les pedimos un compromiso claro, pensión con cocina porque con niños es muy complicado ya que no pueden ir a los comedores sociales” denuncian los vecinos. Los vecinos piden que se les asegure un realojo a todas las familias, sea cual sea su situación, ya que “algunas no entran en los criterios de la mesa”.
Según la propia web del Ayuntamiento, “todas las personas que se encuentren en situación de emergencia, vulnerabilidad y pérdida inminente de la vivienda deben dirigirse a la mesa de adjudicación de emergencias sociales para poder acceder a las viviendas para emergencia social”. Una vez las personas están incluidas en la mesa, el Consorcio de la Vivienda dispone de las viviendas del fondo de alquiler social, que adjudica a través de la Mesa de Emergencias Sociales de Barcelona.
Fuentes municipales aseguran que en el transcurso de las conversaciones de ayer se ofreció realojar a todas las familias en y que cinco accedieron a la solución que se les planteó y otras decidieron pasar la noche en domicilios de familiares. Una de las soluciones propuestas fue realojarlos en las dependencias del Centre de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona donde se cuentan con servicio de comidas y duchas.
Los vecinos descartan esta opción porque consideran que “no es una solución digna para los niños” y recuerdan que “sólo pedimos una habitación con baño y acceso a cocina”.