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Barcelona y el Estado acuerdan cerrar las discotecas del frente marítimo y ampliar el CSIC en su lugar

Port Vell de Barcelona. /CARMEN SECANELLA

Pau Rodríguez

Las discotecas del frente marítimo de Barcelona tienen los días contados. Pachá, Shoko, Opium y Carpe Diem deberán cesar su actividad tras el acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento y el Estado, propietario este último de los terrenos, para destinar esos espaciosos locales a la ampliación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en la ciudad.

La concejal del distrito de Ciutat Vella, Gala Pin, ha anunciado este lunes que han alcanzado un acuerdo con el Ministerio de Hacienda para destinar a nuevos usos los locales de ocio nocturno que llevan funcionando desde la década de 1990 entre el Puerto Olímpico y el edificio que ocupa el Instituto de Ciencias del Mar, dependiente del CSIC. La concesión con la que operaban vence el próximo 21 de junio. “Es una buena noticia porque el CSIC trabaja la ciencia vinculada al ámbito marítimo”, ha celebrado Pin.

La sintonía entre consistorio y ejecutivo central para poner fin a la actividad de estas discotecas forma parte de una negociación entre ambas partes para redefinir la titularidad y los usos de todo el frente marítimo de la ciudad, la llamada zona marítimo-terrestre. Se trata de casi toda la franja litoral de la ciudad, que se encuadra entre la playa del Somorrostro y el Zoo Marino, al lado del Fórum. Incluye paseos y jardines, varios chiringuitos, equipamientos com el pabellón Mar Bella y hasta un McDonalds, además de las mencionadas discotecas.

Hasta la fecha, y de acuerdo con una concesión que se remonta a 1989 –en plenos preparativos de unos Juegos Olímpicos que iban a transformar toda la zona–, el Ayuntamiento es el encargado de gestionar toda la zona, que es propiedad del Gobierno central. Con el nuevo pacto entre ambas partes, el consistorio tomaría el control de todos los viales y algunos de los equipamientos, como las instalaciones deportivas de la Mar Bella o el Zoo Marino. “Los locales de actividad económica se los queda el Estado, tanto el McDonalds como los chiringuitos seguirán funcionando como en la actualidad”, ha añadido Pin.

Expedientes de cierre en paralelo

Si las negociaciones entre Hacienda y Ayuntamiento no llegaran a buen puerto –algo que ninguna de las partes se plantea por ahora–, la actividad de tres de las cuatro discotecas del frente marítimo se vería afectada igualmente. Carpe Diem, Shoko y Pachá han sido expedientados por el consistorio y, si el procedimiento sancionador prospera, deberán cerrar entre 15 días y seis meses.

Dentro de una campaña de inspecciones a locales de ocio nocturno de la ciudad, el Ayuntamiento ha detectado que estas tres discotecas incumplían la normativa en materia de seguridad, concretamente por falta de extintores o de iluminación en salidas de emergencia. Según el calendario que maneja el consistorio, si no cierran antes debido al acuerdo con el Gobierno, estos locales se verán obligados a bajar la persiana a partir de julio.

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