CaixaBank gana en el primer semestre 839 millones, un 31,6% más, gracias a la aportación de BPI

El beneficio de CaixaBank ha aumentado un 31,6 % en el primer semestre del año, hasta los 839 millones de euros, impulsado por la integración, el pasado febrero, del banco portugués BPI, que ha contribuido con 77 millones a este resultado, y la mejora de los ingresos financieros. El resultado ha sido considerado por el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, como el más importante del grupo desde que este cotiza en bolsa como Caixabank.

Hasta junio, el grupo ha logrado un margen bruto de 4.280 millones, un 5,7 % más, gracias a la consolidación de BPI y a la mayor generación de ingresos básicos del negocio bancario, como las comisiones, que han crecido casi un 24 %, hasta 1.252 millones, o el margen de intereses, que se ha situado en 2.349 millones, un aumento del 15 %, en un contexto de interés en mínimos.

Uno de los apartados más relevantes de la cuenta de resultados es el crediticio. El crecimiento de lo que la entidad denomina cartera sana se sitúa en 213.533 millones, cosa que muestra un aumento de este apartado del 12,1%. Pero si se discrimina y se mira el crecimiento de la cartera sana sin tener en cuenta la aportación del banco portugués BPI, el crédito de Caixabank creció solo un 0,5%.

Gortázar ha destacado que el crédito que más crece es el referido al consumo, un 13,1%, mientras que el crédito a empresas crece también a un ritmo del 2,1%. Por contra, sigue disminuyendo el crédito promotor, -5,3% y el crédito hacia el conglomerado de Criteria, que baja un 78%. También disminuye el crédito al sector público, un 2,4%.

El directivo de la entidad bancaria ha explicado que las perspectivas de futuro son buenas porque el crecimiento afecta a los ámbitos económicos más sanos, especialmente los relacionados con las empresas y los particulares. El margen de explotación ha caído en este período un 4,4 %, hasta los 1.958 millones, según los resultados remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Y es que la evolución de los gastos de administración y amortización recurrentes, con un total de 2.216 millones, un 10,7 % más, reflejan la incorporación de BPI, con unos costes de reestructuración por importe de 106 millones en 2017, 96 de ellos en el segundo trimestre. Por su parte, las ganancias por activos y pasivos financieros se han reducido hasta 177 millones (-70,1 %) y los ingresos de la cartera de participadas han caído un 2,8 %, hasta los 389 millones.

A cierre de junio, CaixaBank sumaba unos activos bajo gestión de 85.590 millones de euros, un 4,5 % más, destacando el incremento del patrimonio gestionado en fondos de inversión, carteras y sicavs, que alcanzaba los 59.461 millones, así como la evolución positiva de los planes de pensiones, con 26.129 millones (+3,6%).

Los recursos totales de clientes se han situado en 348.903 millones, lo que supone un aumento del 14,8 % tras la incorporación de BPI (+11,4%), mientras que los créditos sobre clientes brutos han ascendido a 228.435 millones, un 11,4% más con el banco portugués.

Gortázar no se ha querido referir en la rueda de prensa a planes de contingencia referidos al referéndum anunciado por la Generalitat para el 1 de octubre. Ha apelado a la más estricta normalidad de la actividad económica de la institución bancaria, sin entrar en valorar nada más. Tampoco se ha definido Gortázar en relación a la OPA sobre Abertis. En este sentido ha explicado que quien tiene las acciones de la operadora de infraestructuras es Criteria y no CaixaBank.

Tampoco ha explicado Gortázar si el proceso vivido por el Banco Popular ha llevado a Caixabank parte de la clientela de dicho banco o flujos considerables de capital: “Somos una entidad que tiene abiertas sus puertas y todo el que quiere hacer negocio es bienvenido”, ha dicho.