Para la Sala Atrium es muy importante que el texto teatral tenga contenido, pero que a la vez tenga un punto de virtuosismo, ya sea en la puesta en escena, en la interpretación o la dirección; Que vaya más allá de lo que estamos acostumbrados y que, además, haya o pueda llevar una cierta poética. Sólo así el teatro se convierte en el arte de sorprender. Que se entienda la sorpresa por descubrimiento inesperado. Oscurece y, de repente, se enciende la luz, o se abre un telón, o descubrimos una escenografía, y todo nos sorprende. En fin, que el teatro es un cúmulo de sorpresas, todas ellas encaminadas a sorprender al público. No es extraño, pues, que en esta búsqueda constante del equipo del teatro formado por Raimon Molins, Patricia Mendoza y Mireia Trias quieran sorprendernos gratamente haciendo un paso adelante. Han pasado cinco años desde que abría las puertas un 26 de enero de 2011. Lo han querido celebrar durante toda la temporada haciendo un repaso a los espectáculos que más han marcado su trayectoria y, ahora, afrontan el reto de la internacionalización: “Atrium debe vivir en Europa, debe ser una sala en versión original, debe recibir la contaminación de diversas culturas”, asegura Raimon Molins. La internacionalización, que por Molins es “el paso que toca hacer”, se inicia por propuestas con los países nórdicos “por afinidad”.
Así, la mirada internacional de Atrium comienza con el estreno de Oda: Satans Kvinne (Oda: Una mujer infernal) -del 10 al 12 de marzo- del noruego Dag Norgaard, la primera obra sobretitulada que se podrá ver en la sala. Se trata de un monólogo basado en la pintora noruega Oda Krohg, representante del modernismo. Krohg recibió muy poca educación artística formal, pero rápidamente absorbió el conocimiento del movimiento artístico del que formó parte. sus primeros años como artista son considerados como un ejemplo de la nueva pintura romántica. Fue una figura importante del movimiento anti-cultural los Bohemios de Christiania. En la pintura Interior de un café (1893) de Edvard Munch, aparece rodeada de Engelhart, Jaeger, Heiberg, Krohg o Munch. Las malas lenguas dicen que mantuvo relaciones sentimentales con cuatro de ellos (Engelhart, Jaeger, Heiberg y Krohg). En el libro Siete amores (1893), Hans Jaeger describe un triángulo amoroso donde él estaba perdidamente enamorado de la mujer de un pintor. Se dice que Oda había sido la inspiración del personaje femenino y que el libro describe la relación entre Jæager, Oda y Krohg el verano y el otoño de 1888.
Oda Krohg era una mujer enigmática: sus compañías bohemias mayoritariamente masculinas la consideraban tanto la mujer ideal como la mujer fatal. Incluso, en una explosión verbal provocada por la borrachera y la misoginia, August Strindberg la tildó de Vampiro. Los Bohemios de Christiania provocaron una revolución en el mundo sofocado del arte del siglo XIX. También fueron partícipes de una revolución política: representaban el sueño de cambiar el mundo de pies a cabeza poniendo en práctica sus ideas sobre el amor libre y desafiante estrictas normas morales de la sociedad del momento. La música tiene una parte muy activa en este viaje bohemio y está presente en el espectáculo en muchos momentos. La selección es muy variada, yendo desde el jazz a interpretaciones impresionistas de Debussy y Satie. Es parte del ADN de la historia, estableciendo los diferentes estados de ánimo, espacios y paisajes musicales, representando diferentes personas u objetos. El espectáculo tiene un claro componente multicolor inspirado en la obra de Darío Fo y Franca Rame con fuertes toques de cabaret tradicional berlinés.
La dirección ha corrido a cargo de Jordi Audí que, con una larga experiencia internacional, es miembro fundador de la compañía Heightened Reality en Londres junto con Jordi Cortés, Andrew Price y Eva Eklöf. Es, justamente, la actriz noruega Eva Eklöf, quien interpreta a la famosa pintora. Ochenta años después de su muerte, esta historia es tan relevante hoy como lo fue en aquel tiempo. La Sala Atrium da un paso firme hacia la internacionalización homenajeando a esta mujer que luchó valientemente para librarse de convenciones y vivir de manera verdadera (en su arte y en sus emociones). Su leyenda sigue viva, generando un debate lleno de rumores y controversia que hasta hoy persiguen su memoria. Es natural que ahora intentemos separar mito y realidad.