Iayoflautas, miembros de Marea Blanca Catalunya y de la Coordinadora de Entidades SAP Muntanya han pasado la mañana del miércoles concentrados en el Hospital de Vall d'Hebron para reivindicar una vez más una sanidad pública con garantías y el retorno del dinero recortado en salud durante los últimos años.
Algo más de un centenar de personas se han reunido en la entrada del hospital poco después de que Toni Comín haya sido nombrado nuevo consejero de Salud de la Generalitat. Sin casi darle demasiado tiempo han querido dejarle claro cuáles son las prioridades que debería marcar el nuevo responsable de la sanidad catalana.
“Primero tenemos que revertir los millones que necesitamos y que se han recortado y luego queremos voluntad política, que nos escuche a todos”, dijo Trini Cuesta, de la coordinadora SAP Muntanya en declaraciones a Catalunya Plural.
“Lo que debería hacer es no sólo hablar con el Colegio de Médicos o los sindicatos de médicos porque la sanidad es mucho más, hay también la atención primaria con sus sindicatos que están ahogados”, ha añadido.
Entre gritos de “esto no es unos crisis, es una estafa” o “Boi Ruiz a la cárcel”, Toni Barbarà, miembro de Dempeus per la Salut Pública ha dicho en un discurso en la entrada del hospital que el nuevo consejero “tiene mucho terreno por recuperar” y que estarán atentos “a sus primeros pasos”. Para poder expresarle todo lo que la Marea cree necesario hacer a partir de ahora se concentrarán la próxima semana a las puertas de la Consejería para exigir una reunión con Toni Comín y presentarle el decálogo de propuestas de la Marea Blanca. “Estos son nuestros principios y si no le gustan seguirán siendo nuestros principios”, dijo el portavoz de Dempeus.
Barbarà ha recordado que tras el recorte de 1.500 millones de euros que ha llevado a cabo el Departament de Salut si el sistema aguanta es gracias a los trabajadores “que han resistido de forma heroica”.
Ha comenzado su discurso recordando las listas de espera, o “desespera” como las ha llamado, el colapso de las urgencias, la falta de camas y la presión asistencial que ejercen las direcciones de los centros sobre los trabajadores sanitarios. Por todo ello ha pedido a la consejería que “inmediatamente” devuelva el dinero recortado al sistema público.
“Queremos que el nuevo consejero empiece a anunciar medidas drásticas”, dijo Barbarà mientras hablaba de la privatización del sistema.
Sobre este aspecto ha señalado que lo que no se puede hacer cuando no se tiene dinero es contratar los servicios a fuera, en la empresa privada. Ha lanzado este mensaje con motivo de las externalizaciones que ha llevado a cabo el consejero saliente, Boi Ruiz, durante su mandato y que han favorecido a empresas privadas, en su mayoría a Quironsalud. Estas externalizaciones se han traducido en derivaciones de pacientes a centros privados de esta empresa, con el fin de llevar a cabo la actividad que los centros de titularidad pública, por falta de recursos y debido a los recortes, no asumen. Desde la Marea Blanca piden que vuelvan estos recursos a la pública, que se abran quirófanos y camas, que se contrate a personal y que la línea entre privado y público esté bien separada.
Toni Barbarà y Trini Cuesta se han mostrado en contra del plan de choque acordado entre Junts pel Sí y la CUP ya que han asegurado que “no soluciona mucho las cosas”. Cuesta asegura que estas medidas propuestas son “titulares populistas”. “No se trata de decir 'reduciremos en un 50% las listas de espera' se trata de hacer mucho más”, dijo la portavoz de la coordinadora SAP Muntanya que ha recordado que hay que priorizar los esfuerzos para la atención primaria ya que es el sector que más ha sufrido los recortes. “La atención primaria es la que puede resolver los problemas de salud que tiene la gente de los barrios que ha sufrido la crisis y para ello necesita recursos”, añadió.
“¿De qué plan de choque hablamos? ¿De externalizar las operaciones a centros privados para reducir las listas? Eso no lo queremos ”, dijo por su parte Barbarà.
Mientras los participantes en la concentración hablaban a la entrada del Hospital, fuera, justo delante de la puerta principal, había, como cada miércoles, un grupo de personas recogiendo firmas en apoyo de la lucha de la Marea Blanca para recuperar el presupuesto perdido y para crear un sistema público sin injerencia privada. “Cuando tengamos un número suficientemente alto de firmas las presentaremos al Parlament y a la Consejería de Salud”, explicó una de las encargadas de recoger firmas. También ha dicho que aprovechan para recoger reclamaciones de pacientes para entregarlas al Síndic de Greuges.
Junto con los representantes de las diferentes plataformas había portavoces de los sindicatos del Comité de Trabajo del Hospital Vall d'Hebron que han aprovechado un rato después de los discursos para recordar cuáles son las condiciones de trabajo del personal del hospital. “Pedimos la dimisión de la gerencia y la junta de enfermería y reivindicamos una mejora laboral porque las condiciones laborales repercuten sobre la salud de las personas”, dijo una portavoz de UGT. La portavoz de CCOO ha ido un poco más allá y ha denunciado que algunos “mandos son auténticos maltratadores de los trabajadores porque los presionan para que trabajen más y más rápido” y por ello ha explicado que algunos de ellos ya han tenido que empezar a cogerse la baja.
La concentración de la mañana ha acabado con un encuentro entre la dirección del centro y algunos representantes que han aprovechado para transmitir todas estas peticiones a los responsables del centro hospitalario.
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