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El Diari del Treball es un blog con voluntad de reflejar, tanto desde la información como la opinión, la lucha por preservar los derechos laborales y económicos que la crisis pone ahora en peligro. El blog está coordinado por el periodista Tomeu Ferrer.

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Los fondos del servicio de ocupación catalán caen un 50% desde el inicio de la crisis

Cada vez hay menos funcionarios para asesorar a los parados catalanes a encontrar trabajo

Tomeu Ferrer

Barcelona —

El paro es el principal problema para los ciudadanos. Pero así y todo las administraciones no priorizan los medios materiales y humanos que destinan a luchar contra la falta de empleo. En Cataluña, desde el inicio de la crisis, en 2008, el número de parados ha crecido en más de un 50% y el dinero que la Generalitat dedica a este ámbito han bajado en la misma proporción, según las datos del departamento de Empresa y Empleo.

Las cifras son contuntendes. En diciembre de 2008 había en Cataluña 423.232 parados que eran atendidos por 1.433 trabajadores del Servicio de Ocupación de Cataluña (SOC). A estos trabajadores se debería sumar la plantilla del Servicio Público de Empleo (SEPE), que depende del Ministerio de Trabajo y que se dedica básicamente a la gestión de las prestaciones. Los operarios del SOC se dedican sobretodo a gestionar las políticas activas.

Aparte del pago de las prestaciones, que por otra parte dependen de las cotizaciones anteriores, la parte más importante del presupuesto dedicado a la lucha contra el desempleo son los cursos, la formación, la orientación laboral y el acompañamiento. Estas políticas gestionadas por la Generalitat tenían en 2008 un presupuesto de 516,91 millones de euros.

Los fondos siguieron un camino lógico de incremento hasta el año 2010, que llegaron a su punto más alto. A partir de ese momento la bajada ha sido constante, coincidente con el crecimiento desmesurado del paro.

Al cierre del año 2013 el número de inscritos en los servicios de empleo de Cataluña eran 624.872, un 49,7 por ciento más que los que había cinco años antes. El dinero que administraba la Generalitat para atender y dar salida laboral a esta multitud eran 256,8 millones, casi el 50% menos de los que tenía a principios de la gran crisi. Si se miran las personas que han de hacer el seguimiento y orientación a los parados, son ahora un 9% menos que las que asumían esta tarea cinco años atrás, siempre según los datos oficiales.

Laura Pelay, responsable del área sociolaboral de UGT de Cataluña da una primera explicación: “Esto se debe a que los fondos que se reparten cada año procedentes de la Conferencia Sectorial de comunidades autónomas cada vez son más escasos. Esto mientras crece sin cesar el número de personas que requieren ayuda para encontrar un nuevo trabajo”. Según esta sindicalista cada año en la conferencia mencionada se reparte por parte del gobierno central el dinero que va hacia políticas activas de empleo que administran las autonomías. Los últimos ejercicios los recortes en esta partida han sido “brutales” y explican en parte la caída en picado del dinero disponible. La otra gran partida que proporciona este apartado es la del Fondo Social Europeo (FSO).

Pelay explica que, además de la dificultad económica, se da una situación de desatención palmaria. Cuenta que dicha conferencia sectorial correspondiente al año 2013 y no se pudo hacer hasta la última semana de ese año, lo que hizo que se tuvieran que empezar muchos cursos a toda prisa antes de finalizar el año, para evitar que su validez caducara. Y la conferencia correspondiente a 2014 todavía no está convocada, lo que significa que no hay previsión de dinero ni de cuándo se podrán comenzar las actividades correspondientes al presente ejercicio.

Todo ello ocurre mientras el paro no deja de crecer y se hacen imprescindibles mecanismos que además de formar parados les ayuden a paliar situaciones extremas. Estas soluciones temporales son, a veces, los contratos de formación o planes de empleo locales, o también programas vinculados a la renta mínima de inserción. Y las dotaciones económicas que se precisan para llevar adelante estos planes proceden básicamente del dinero que reparte el gobierno central y el fondo social europeo.

Desatención palmaria

“Las políticas sobre el desempleo son un desastre” asegura Pelai sin cortarse. “La falta de medios y de perspectivas hace que muchas personas dejen incluso de estar inscritas como demandantes de empleo, porque ven que aparte de las prestaciones no hay nada que hacer en este sentido”. Todo ello sería un motivo para entender cómo los datos del paro bajan, aunque no mejore la situación económica global.

La dirigente de UGT contrasta esta falta de dinero con la única política en la que destaca el gobierno central: “están criminalizando a los parados, buscando que se denuncien unos a otros”, explica, mientras la Unión Europea ha de reclamar una y otra vez un plan de empleo juvenil que “ ni está ni se le espera”.

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