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ENTREVISTA

Xavier Pellicer (CUP): “A corto plazo no se dan las condiciones para plantearnos entrar en el Govern”

El diputado de la CUP Xavier Pellicer, este jueves, en el patio del Parlament de Catalunya

Arturo Puente

25 de marzo de 2021 22:34 h

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La CUP es un partido que tiene especial mala fama en las negociaciones. De ellos se dice que son duros discutiendo, poco dados a pactos de largo alcance y con una militancia imprevisible que hace que todo esté en el aire hasta que lo valida la asamblea. Sin embargo, esta legislatura ha sido la primera formación que ha llegado a un acuerdo con el candidato a la investidura, Pere Aragonès. Un pacto que sus militantes han avalado este jueves.

El diputado anticapitalista Xavier Pellicer (Sabadell, 1983) lo explica asegurado que el documento consensuado con ERC es “de inicio de legislatura” y, aunque son conscientes de que los republicanos aún deben cerrar la negociación con Junts, advierte de que no tolerarán que acuerdos posteriores “diluyan” lo que la CUP ha pactado con el partido de Junqueras. Según los 'cupaires', la tarea del nuevo Govern y de la mayoría parlamentaria es “defender derechos materiales que no caben en el marco autonómico”.

La militancia de la CUP ha dicho al mismo tiempo que avala el acuerdo con ERC y que es insuficiente. ¿Cómo lo interpretan?

Creemos que lo que se avala es el planteamiento de legislatura que hacemos y cómo hemos conseguido que ERC entre en él. Para nosotros tiene dos partes, una es la acumulación de fuerzas, con cambios a corto plazo y sentando bases, y después una segunda parte de la legislatura que es de confrontación y embate democrático tanto en el marco de la autodeterminación como en los derechos materiales, civiles y políticos que no tienen cabida en el marco autonómico y estatal. Eso es lo que ha avalado nuestra militancia, un acuerdo que incluye unos puntos de mínimos en ámbitos como la vivienda, la renta básica o la sanidad, pero que al ser un acuerdo de inicio de la legislatura tiene carencias y aspectos que hay que seguir trabajando.

¿La CUP se plantea entrar en el Govern, sea ahora o en el futuro?

Lo que hemos planteado como candidatura es que definiremos los roles que vayamos tomando durante la legislatura en función de los enfoques que vayan teniendo el Govern y el Parlament. Creemos que ahora a corto plazo no se dan las condiciones para plantearnos entrar, pero en todo caso, nosotros trabajaremos para llevar la legislatura a una situación en la que, si es necesario, sí podemos entrar en el Govern. Por ejemplo para sacar adelante un referéndum o para blindar el derecho a una vivienda digna, con todas las consecuencias que eso tiene de hacerlo fuera del marco autonómico y estatal. 

El preacuerdo preveía que la CUP diera apoyo a la gobernabilidad. ¿Esto significa disposición de entrada a aprobar o negociar los presupuestos?

Significa que en la medida que se vayan cumpliendo los acuerdos que están marcados, que se les puedan ir poniendo un calendario concreto y que se vaya avanzando, nos iremos planteando los elementos que puedan ser necesarios para que los acuerdos salgan adelante, como puede ser hablar de presupuestos o de otras cuestiones legislativas fundamentales. Pero obviamente todo esto no es un cheque en blanco ni un compromiso de entrada, sino un compromiso de trabajar, y cada paso que se dé será revalidado por la militancia. 

¿Por qué cree que Junts está retrasando el acuerdo?

Eso es difícil de decir, quienes mejor lo pueden explicar son ellos. En todo caso hay un elemento más que claro que sale de los resultados electorales del 14 de febrero, que es que el independentismo se consolida y lo hace hacia la izquierda, y por tanto otras fuerzas que no se enmarcan dentro de la izquierda pierden fuerza y capacidad de liderar este movimiento. Esta es la razón que mejor puede explicarlo, más allá de cuestiones que a mí se me escapan.

Últimamente se ha puesto el foco sobre el papel que puede tener el Consell per la República. La CUP no participa como organización. ¿Cree que puede ser un buen órgano de coordinación?

Nosotros lo que hemos planteado, y así se recoge en el acuerdo con ERC, es que debe haber un espacio de debate estratégico del independentismo, que más allá de los partidos debe incluir otros actores y agentes sociales. Y, sobre todo, que debe estar fuera del foco de la táctica política de poco recorrido y de los roles parlamentarios, porque creemos que es la forma de que este espacio funcione. A partir de aquí, nosotros estamos abiertos a plantear lo que sea necesario, incluido replantear espacios como el Consell per la República y propuestas que se puedan dar. Entendemos que la gente que está en el exilio debe tener un papel y es clave en el ámbito de la internacionalización.

Se reunieron con Puigdemont esta semana. ¿Le han transmitido que creen que debe replantearse el Consell per la República?

Le hemos trasladado nuestra propuesta en estos términos, de este espacio de debate estratégico que debe estar fuera de los focos, para situar el independentismo en este nuevo embate que tiene que ser esta legislatura. A partir de aquí ellos nos han trasladado su propuesta del Consell per la República. Hay que trabajarla y ver cómo puede encajar eso para ser útil para el independentismo como movimiento y que no esté influenciado por dinámicas electorales y electoralistas.  

Respecto al llamado “embate democrático”, el acuerdo evita decantarse únicamente por el referéndum y deja la puerta abierta a otras opciones. ¿Por qué?

Nosotros creemos que la vía no solo más democrática sino también más efectiva es el referéndum. Esto es así porque llegar a un referéndum supone una acumulación de fuerzas, una movilización popular y una participación social. Es la mejor vía que tenemos ahora mismo, por lo tanto nosotros hemos dejado claro que para nosotros esta es la vía. Y esto debe hacerse en un marco donde se garanticen derechos materiales llevando la legislación hasta los límites autonómicos, estatales y más allá. En todo caso, si hay otras vías u otros planteamientos, que se nos expliquen y se nos hagan llegar. Nosotros tenemos muy clara la cuestión del referéndum, pero también había la voluntad, por parte de ERC, de dejarlo abierto a otras posibles vías.

Este embate democrático lo sitúan en la segunda parte de la legislatura. ¿Eso significa dos años de calma?

Bien, nosotros si tuviéramos mayoría absoluta, más allá de cuándo debería llegar, sí tenemos claro que el embate debería comenzar en el minuto cero. La realidad no es esta y lo que nos encontramos es que hay un acuerdo sobre la mesa entre las otras dos fuerzas mayoritarias del independentismo que dan un margen a la mesa de diálogo [entre la Generalitat y el Gobierno] y tiene un cierto compromiso ambas de participar. Nosotros nos encontramos esto y, sin ningún tipo de confianza en la mesa de negociación, y desde un punto de vista totalmente crítico, planteamos ir generando las condiciones para que en el momento que se demuestren los resultados de esta mesa, tengamos la otra vía preparada.

Sobre eso de “poner las condiciones”, que aparecía en el acuerdo, ¿qué considera la CUP que debe hacerse antes del referéndum que propone?

Creemos que es esencial situar la legislatura en un marco de agotamiento de los límites autonómicos y estatales. Esta es la legislatura de defender derechos materiales que no caben en el marco autonómico, de pasar de gestos simbólicos a defender derechos efectivos en ámbitos como la vivienda, por ejemplo. Legislemos para garantizar el derecho a una vivienda digna, entendiendo que eso no tendrá cabida en el marco autonómico y estatal actual, y que además hay una movilización y una organización social entorno a la vivienda, en definitiva, que es un gran consenso de país. 

A partir de aquí vayamos generando estos embates democráticos sobre derechos sociales, que son los que no tienen que esperar a la segunda parte de la legislatura sino que se debe hacer desde ya. De esta manera, la idea es situar a la mayoría de la población en torno a unos consensos que no tienen cabida en la autonomía. Esta es la forma de construir una correlación de fuerzas determinada y una movilización social sostenida, que creemos que nos hará llegar a este gran embate, no sé si final, pero sí importante, en el que es plantee una impugnación general al Estado. 

Emplazamos a los comuns a dejar de hacer este papel de muleta del régimen del 78 y de un Gobierno que se ha mostrado inflexible

Respecto de la Mesa de diálogo, le dan un margen a pesar de decir que no creen en ella. Ya que las reuniones se producirán, ¿no se han planteado participar?

En abstracto, no estamos en contra de las mesas de diálogo o espacios así, porque es probable que en una fase posterior sea necesario entablar un diálogo para una solución al conflicto. Pero para que haya una resolución del conflicto debe haber un conflicto, y no uno latente sino evidente, que fuerce al Estado y que no tenga más remedio que hacerlo. Por eso no creemos que ahora se den las condiciones para abordar un diálogo con el Estado en el que se puedan tratar la cuestiones que deberían abordarse y son esenciales como es el referéndum y la autodeterminación, y la del fin de la represión y la amnistía. 

Este jueves además de a Junts han interpelado a los 'comuns' para que se sumaran al acuerdo. ¿Por qué piensan que En Comú Podem se mantiene al margen de estas negociaciones?

Como con Junts, es mejor que esto lo respondan ellos. Nosotros en todo caso lo que hacemos es emplazarlos a dejar de hacer este papel de muleta del régimen del 78 y de un Gobierno del Estado que se ha mostrado inflexible, pese a los anuncios al inicio de la legislatura, a derogar la ley mordaza o reformas laborales, a garantizar el derecho a la vivienda y a regular el precio de los alquileres. Y emplazamos a que puedan sumarse, ya no a este acuerdo, sino a estos embates que nos deben permitir garantizar derechos y que son imposibles dentro del marco autonómico y estatal actual.

Le pongo un escenario: ERC y Junts anuncian un acuerdo de legislatura que introduzca contradicciones con lo que los republicanos han cerrado con la CUP. ¿Qué debería hacer la CUP en este momento?

Hemos planteado un acuerdo de mínimos y cuando le hemos preguntado, ERC se ha comprometido a hacer valer este acuerdo, entendido como un acuerdo que no se puede rebajar sino, a partir de este, sumar los acuerdos que sean necesarios, ampliándolo, mejorándolo o abordando otros aspectos. También nosotros haremos valer este acuerdo hasta el final y por tanto no renunciaremos a ninguno de los puntos de él ni toleraremos que acuerdos posteriores releguen lo que nosotros hemos pactado. Pese a la correlación de fuerzas, son necesarios los votos de ambos [de Junts y la CUP] para poder llegar a una investidura.

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