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La jueza procesa al exfutbolista del Espanyol Álvaro Aguado por agresión sexual a una empleada del club

Aguado, a su llegada a la Ciudad de la Justicia de Barcelona en su declaración como investigado

Oriol Solé Altimira

Barcelona —
22 de octubre de 2025 21:48 h

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Una jueza de Barcelona ha procesado al exfutbolista del R.C.D. Espanyol Álvaro Aguado (actualmente sin equipo) por la presunta comisión de un delito de agresión sexual a una empleada del club en una discoteca durante la fiesta por el ascenso a primera división de la entidad en 2024. La decisión judicial acerca el juicio al jugador, a la espera de que la Fiscalía y la trabajadora presenten sus escritos de acusación.

En un auto, al que ha tenido acceso elDiario.es, la magistrada acuerda el procesamiento de Aguado y, tal y como marcan los trámites del procedimiento judicial de sumario (el que corresponde a las posibles penas más elevadas), fija una declaración indagatoria del futbolista para el próximo 3 de noviembre. Además, le impone una fianza de 5.000 euros.

A criterio de la magistrada, “existen indicios del delito de agresión sexual”. El primero, la declaración de la denunciante, de quien la jueza no duda de su credibilidad y destaca que mantuvo la misma versión de los hechos tanto en su comparecencia ante los Mossos d'Esquadra como en el juzgado. El segundo, la declaración del propio Aguado, quien alegó que existieron relaciones, pero consentidas.

Además, la magistrada destaca los informes forenses, compatibles con la tesis de la agresión sexual, y las testificales de otros empleados del club que estuvieron en la fiesta en la discoteca Opium de Barcelona que “corroboran” la versión de la denunciante sobre los momentos anteriores y posteriores a la violación denunciada.

Los hechos se remontan al pasado 23 de junio de 2024, cuando un grupo de trabajadores del club organizó una fiesta privada para celebrar el ascenso del Espanyol en una discoteca de Barcelona. Fue en uno de los baños de la discoteca donde se habría producido la agresión sexual.

La trabajadora presentó la denuncia unos meses más tarde, lo que ha impedido recoger las grabaciones del local. Tampoco la discoteca Opium activó los protocolos previstos ante posibles agresiones sexuales ocurridas en el establecimiento, dado que la denunciante no comunicó lo sucedido al personal del local esa misma noche.

Según destaca la magistrada, la víctima “se ha mostrado sincera al relatar los hechos vividos”, pese a tener flashes de lo ocurrido durante la noche y admitir tener “recuerdos puntuales”, tal y como ocurre a veces con las denunciantes de delitos sexuales.

La declaración de la denunciante, agrega la magistrada, “ha sido corroborada parcialmente por testigos”, al menos en cuanto a los momentos posteriores y anteriores a lo ocurrido en el baño. Destaca la magistrada la existencia de whatsapps inmediatamente posteriores a los hechos que reflejan el “estado anímico” de la denunciante.

El informe forense, ahonda la jueza, también constituye un “indicio suficiente” para procesar a Aguado por agresión sexual y “avala” la versión de la denunciante.

Por su lado, Aguado, en su declaración judicial, admitió haber mantenido relaciones sexuales con la denunciante, si bien matizó que fueron consentidas. Según su versión, fue la empleada del club la que “se abalanzó” sobre él, y agregó que fueron al baño porque “no se encontraba bien”.

Aguado también contó a la magistrada que fue el club quien le informó de que había una denuncia por agresión sexual contra él, aunque el anuncio no fue acompañado de la apertura de ningún protocolo de violencia sexual ni de ninguna medida.

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