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El juez cita como imputados a dos policías por aporrear en la cara y dar patadas a votantes del 1-O

Cargas policiales del 1-O

Oriol Solé Altimira

Una actuación “como mínimo indiscriminada y desproporcionada”. Así describe el juez que investiga las cargas policiales del 1-O en Barcelona los porrazos en la cara y patadas que propinó un subinspector de la Policía Nacional a varios votantes en la escuela Mediterrània de la capital catalana. El juez ha citado para el el próximo 5 de septiembre como imputados –investigados, según la nueva denominación– a este agente y al mando que dirigió el operativo en el colegio. La intervención policial, además de un presunto delito de lesiones, podría constituir un delito contra la integridad moral.

En un auto, al que ha tenido acceso este diario, el juez de Barcelona acuerda la citación como imputados de los agentes tras visionar los vídeos de la actuación policial en la escuela Mediterrània. Se trata de los primeros policías que comparecerán por las cargas en Barcelona, en una investigación que acumula unas 200 denuncias de votantes lesionados. En este caso, la querella fue presentada por el centro para la defensa de los derechos humanos Iridia.

El juez es contundente a la hora de censurar la intervención policial, responsabilizando a los policías y no a los votantes de la violencia. “A diferencia de otros colegios –expone el juez–, en este caso se observa como los agentes se dirigen de forma directa hacia la multitud y, sin mediar palabra, advertencia o requerimiento alguno, empiezan a empujar a las personas allí congregadas”.

La intervención policial inició “una situación violenta” que, añade el magistrado, fue en aumento “hasta el punto de observarse a personas empujadas por el suelo, una persona con la cabeza ensangrentada y un agente golpeando con su defensa [la porra] en la cara de las personas que ya están desalojadas”, expone el auto. De ahí que el juez acuerde la citación como investigado del inspector jefe al frente del operativo en el colegio “para que aclare los motivos por los cuales se intervino de esta manera”.

Pero además, el juez quiere tomar declaración al subinspector que aporreó y propinó varias patadas a los votantes, una actuación “especialmente grave”, en palabras del titular del juzgado de instrucción 7 de Barcelona. En concreto, abunda el juez, los vídeos aportados a la causa muestran a este agente “en estado de agitación” golpear con su porra en la cara de personas “ya desalojadas del colegio”, y patear a otro votante que estaba en el suelo intentando levantarse. Luego aporreó en la cara a una joven que iba en ayuda de la persona tendida en el suelo “dirigiendo los golpes directamente a la cara de los ciudadanos, lo que refleja una actuación, como mínimo, indiscriminada y desproporcionada”, zanja el juez.

El abogado de la acusación particular que ejerce el centro Iridia, Andrés García Berrio, ha celebrado la imputación de los agentes, que ha considerado “un primer paso para obtener justicia”. Asimismo, ha reclamado al nuevo Gobierno del PSOE una investigación interna de las cargas del 1-O y que depure responsabilidades en los cuerpos policiales.

El juez destaca que la actuación policial en el colegio Mediterrània no estuvo basada en la proporcionalidad exigida a los agentes “al no haber hecho ningún intento de información, mediación o advertencia” a los votantes, como sí consta que hicieran en otros puntos de votación. La “actuación directa” contra los congregados frente al colegio provocó un “elevado número de heridos”, añade el juez, entre ellos uno de 82 años.

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