Sànchez, Rull y Turull avisan que afrontarán el juicio al 'procés' en condiciones precarias si siguen presos

Los exconsellers Jordi Turull y Josep Rull y el exlíder de la ANC Jordi Sànchez han denunciado que si siguen en prisión afrontarán el juicio del “procés” en condiciones precarias que provocarán “un más que probable estado de agotamiento” durante la vista que, como consecuencia, erosionará su derecho de defensa.

En un escrito, la defensa de los tres políticos independentistas, que ejerce el penalista Jordi Pina, advierte de que la prolongación de la prisión preventiva hasta la celebración del juicio y durante el mismo, cuya duración se estima larga, “supondrá un grave menoscabo del derecho fundamental a la defensa” de sus clientes.

Los letrados describen cómo creen que será el escenario y la logística a la que tendrán que hacer frente los procesados si permanecen en prisión, lo que “obligará a trasladar de nuevo a los investigados a centros penitenciarios próximos a la Sala de enjuiciamiento”.

Explican que dado que el Tribunal Supremo no dispone de calabozos, los internos serán trasladados esposados y de madrugada a los calabozos de la Audiencia Nacional, donde serán custodiados hasta los momentos previos al inicio de las vistas, cuando serán conducidos al Supremo, como se viene produciendo a lo largo de toda la instrucción cuando estaban presos en cárceles de Madrid.

Añaden que una vez allí “comerán en condiciones precarias, en habitaciones del Tribunal Supremo no habilitadas para ello” y, al finalizar la vista, serán de nuevo trasladados a los correspondientes centros penitenciarios y “todo ello a diario, durante varias semanas o meses”.

Tales condiciones harán, aseguran los letrados, que los procesados declaren “en un más que probable estado de agotamiento”, por lo que vaticinan que “la capacidad de atención y concentración de los investigados será ínfima a los pocos días de haber comenzado la vista”, aunque “con suerte, su estado de salud no se verá afectado”.

Además, anticipan que “tras varias jornadas maratonianas” apenas tendrán ocasión para comentar su estrategia con los procesados, pues entre los traslados y la vista poco o nada de tiempo quedará para hablar con ellos, debiendo en todo caso desplazarse a las cárceles, “eso siempre que las sesiones de juicio oral no terminen en horas intempestivas que imposibiliten la visita al centro penitenciario”.

Para las defensas se trata de un escenario que “limitará seriamente” su derecho fundamental a contradecir la prueba.

Otra de las quejas de la defensa de estos tres procesados se refiere a “la dilación indebida e inexplicable” del Tribunal Supremo a la hora de responder un recurso de súplica en el que solicitaban la libertad de Rull, Turull y Sànchez y que “casi 2 meses después no ha obtenido respuesta” a pesar de que el alto tribunal habilitó el mes de agosto para tomar decisiones sobre la causa.

Tampoco contestó el Supremo al escrito en el que exponían “el agravio comparativo” que supone que el juez instructor de la causa, Pablo Llarena, retirase las euroórdenes contra los líderes huidos cuando las autoridades judiciales de Escocia, Bélgica y Suiza no llegaron a resolver sobre las mismas.