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Salvador Illa ocupa su plaza como jefe de la oposición en el Parlament con oficina propia y dos asesores

El líder del PSC en el Parlament, Salvador Illa, durante una sesión de control al Govern

Arturo Puente

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La investidura y formación del Govern catalán conlleva también cambios en el Parlament. Por un lado, podrán comenzar a constituirse las comisiones legislativas y echará a andar, ya plenamente, la legislatura. Por otro, el líder del PSC, Salvador Illa, se convertirá el jefe de la oposición, una figura que en la Cámara catalana está institucionalizada en el reglamento y que supone una serie de ventajas tanto políticas como materiales. El exministro de Sanidad reclamó ocupar el cargo y la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha firmado este jueves la resolución con el nombramiento, que será publicado en el primer diario oficial.

Como jefe de la oposición en el Parlament, Salvador Illa tendrá derecho a ocupar una oficina propia con dos asesores a su cargo. Además, en teoría podría disponer de un coche oficial y de un complemento salarial, dos prerrogativas que por el momento no usará, debido a que no están presupuestadas para este año, aunque sí podrían estarlo en el siguiente ejercicio si él las reclamase. También accederá al título de “honorable señor” y tendrá un tratamiento protocolario inmediatamente posterior al de los expresidents de la Generalitat. El cargo asumido por el socialista permite además proponer mejoras a la acción del Govern y ser consultado por el president, a iniciativa de éste, sobre los asuntos de más relevancia, según indica el reglamento de la Cámara.

“Yo quiero hacer oposición, toca hacer oposición sin ningún complejo, y eso que ganamos las elecciones, pero el señor Aragonès ha obtenido la confianza de la Cámara”, ha expresado este jueves Illa en los micrófonos de la Cadena Ser. “Creo que este Govern no es el que le conviene a Catalunya y yo quiero los recursos que el Parlament pone a mi disposición para hacer oposición y quiero ser juzgado por este trabajo”, ha continuado, para seguidamente anunciar que tiene previsto constituir un equipo de gobierno “a la sombra” desde el que hacer críticas y propuestas durante la legislatura.

El reglamento del Parlament determina que el líder de la oposición tenga a su alcance “los medios humanos y materiales necesarios para ejercer sus atribuciones”, sin determinar cuáles son ni la cuantía de los mismos. De forma habitual, la Cámara ha ofrecido una oficina con dos cargos eventuales, con un coste de entorno a los 75.000 euros, y la posibilidad de disponer de un vehículo de su flota. Respecto al complemento salarial, desde el Parlament nunca se había establecido ya que ningún jefe de la oposición lo ha reclamado. Por esta razón todos los que han accedido a este cargo han cobrado como cualquiera de los presidentes de grupo, es decir, algo más de 70.000 euros anuales de base más los complementos que les correspondan por desplazamiento.

El cargo de jefe de la oposición ha generado controversia y opiniones enfrentadas durante los últimos años. La figura, creada por Pasqual Maragall en el año 2004, suponía un reconocimiento a Artur Mas la primera vez que CiU pasaba a la oposición. En el año 2013 generó polémica que Oriol Junqueras se convirtiera en jefe de la oposición, puesto que había votado la investidura de Mas, aunque sin formar parte del Govern. En octubre de ese año, Ciudadanos e ICV-EUiA llevaron al pleno dos propuestas, la primera para suprimir el cargo y la segunda para impedir que lo ocupase quien tuviera pactos con el Ejecutivo.

Desde entonces, todos los jefes de la oposición han renunciado al complemento salarial y otras prerrogativas. En el caso de Inés Arrimadas, la renuncia fue total, pues se negó a disponer de oficina propia con personal eventual, ni hacer uso del título honorífico. Con su relevo por parte de Carlos Carrizosa, la cuestión se suavizó y el líder de Ciudadanos aceptó utilizar el despacho y los asesores, pero siguió rechazando las mejoras pecuniarias.

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