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Desayuno sin pasaporte Covid en Catalunya: “No lo puedo pedir si nadie se lo ha podido descargar”

Una de las cafeterías de la Estación de Sants, en Barcelona, con un cartel que exige el certificado

Pol Pareja

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“Toda la vida de camarero y aquí me ves, haciendo de segurata”. Con cierta resignación, un tipo fornido y con el pelo rapado aguarda de pie en la entrada de la cafetería de la estación de Sants en Barcelona. Con el móvil en la mano, requiere a todos los clientes que le muestren el pasaporte Covid para acceder al recinto. “Los que no lo tienen deben comprar su desayuno y consumirlo fuera del local”, resume el camarero convertido de la noche a la mañana en portero.

La escena descrita será excepcional durante la mañana de este viernes, el primer día en Catalunya en que se requiere mostrar el pasaporte Covid para acceder a restaurantes, bares, gimnasios y residencias de mayores. El resto de la docena de locales a los que se ha acercado este periódico, en distintos barrios de la capital catalana, no pedían el certificado. Ni siquiera lo pedían a todos los clientes en la cafetería de la Ciutat de la Justicia –donde están la mayoría de tribunales de la ciudad– o en grandes cadenas como Starbucks, donde ni lo solicitaban ni estaban preparados para pedirlo.

En el resto de locales de restauración, la respuesta de los propietarios o empleados era parecida: la mayoría de sus clientes no había podido descargarse a tiempo el certificado. Tanto clientes como restauradores han tenido poco más de 12 horas para obtener el pasaporte u organizarse para requerirlo en los locales. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) autorizó el jueves al mediodía la medida y entraba en vigor esa misma noche a las 0.00h.

“La gente no ha tenido tiempo de bajárselo”, señalaba el propietario de un bar del barrio de Les Corts, donde a las 10 de la mañana desayunaban unas 40 personas. “Supongo que a partir de la semana que viene empezaremos a pedirlo, pero si me pongo a exigir hoy el pasaporte me quedo sin un solo cliente”, remachaba. “No lo puedo pedir si nadie se lo ha descargado”, abundaba la propietaria de otra cafetería cerca de la plaza de Sants. “Creo que ha sido todo muy precipitado”, remachaba.

Pocos minutos después de que el jueves el TSJC autorizara esta medida para tratar de reducir el aumento de contagios, la aplicación de la Generalitat para descargarse el pasaporte colapsó. Esta mañana el Departamento de Salud informaba de que los problemas seguían ante el alud de catalanes que han intentado hacerse con el documento. “Se está trabajando para dar respuesta a todas las solicitudes de acceso”, informaban desde la Generalitat.

Según ha informado el Govern este viernes, solo 170.000 personas se pudieron descargar el certificado en las últimas 24 horas. Algunas fuentes aseguran que se tiraron más de una hora para conseguirlo, otros desistieron ante los continuos fallos que daba la página y también hay vecinos que ni siquiera saben cómo obtenerlo a día de hoy.

Es el caso de Pepe Luera, vecino del barrio de la Torrassa, en l’Hospitalet de Llobregat. Ha acudido como cada mañana a su bar en la plaza principal del barrio, llamada plaza Española. Luera tiene 78 años y no dispone de internet en su domicilio. Muestra un smartphone que le compró su hija, pero matiza que solo lo sabe utilizar para llamar y escribir mensajes de WhatsApp.

Las colas y problemas también se han registrado en algunos gimnasios catalanes, según informa ACN. Esta agencia pone como ejemplo un gimnasio en Esplugues de Llobregat (Barcelona), donde aseguran que en una sola mañana han llamado más de 70 personas para darse de baja por la exigencia del certificado de vacunación. Su director, Albert Ortiz, lamentaba la situación: “Debemos compensarlos económicamente, pero ¿quién nos compensará a nosotros?”.

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