Agentes medioambientales detectan métodos de captura ilegales en zonas de linces
Después del 21 de febrero, día en que se cierra el periodo de caza para las especies de caza mayor como el jabalí, el muflón, el ciervo y el gamo, los agentes medioambientales realizan inspecciones periódicas en las zonas de mayor actividad cinegética. Cada semana, los profesionales se desplazan a lo largo de la región para vigilar que, efectivamente, se hayan detenido las actividades de caza. Como es, lamentablemente, también habitual todos los años, tras el cierre de este periodo, los agentes han encontrado métodos de caza no autorizados en distintos puntos de la región.
En Toledo, los profesionales examinaron un coto de caza en el que encontraron tres jaulas trampa no autorizadas y dispuestas a ser usadas, así como casi una decena de lazos colocados para atrapar carnívoros depredadores. No sólo se trata de prácticas ilegales y penalizadas, como señala Rubén Cabrero, presidente del colectivo en Castilla-La Mancha, sino que además fueron encontrados en una zona en la que se ha detectado la presencia de linces ibéricos, reintroducidos hace unos seis meses en la región. Cabrero ha señalado que las cajas trampas esconden un especial peligro, al tratarse de métodos no selectivos, por los que puede caer tanto una especie invasora, como una protegida, y están tipificadas como delito dentro del Código Penal.
En Albacete, por otro lado, miembros del cuerpo decomisaron dos cepos provenientes de una tienda de segunda mano en la provincia. La tenencia, uso y comercialización de este tipo de medios de captura está prohibida, según indica el colectivo, por diversas legislaciones. Además, los agentes señalan que, en general, el uso de artes ilegales en el medio natural pueden tener derivar en infracciones administrativas y también llegar a delito. Cabrero ha lamentado que todos los años se sigan descubriendo este tipo de prácticas ilegales, aún incluso habiéndose cerrado la época de caza.
El colectivo ha recordado la amenaza que significa para su trabajo el proyecto de la Ley de Montes, que según indica, los convertirá en meros auxiliares de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, por lo que no podrían actuar en casos como los acaecidos la semana pasada en la región, sino que tendrían que limitarse a actuar como meros observadores. Además, han criticado que gracias a la recientemente aprobada Ley de Caza de Castilla-La Mancha, gracias a la cual ha desaparecido la figura del 'invigilando', lo que implica que para denunciar cebos envenenados o lazos en fincas privadas habría que sorprenderlos en el mismo acto, algo que consideran “prácticamente imposible”.
